El transfeminicido será castigado con hasta 70 años de cárcel en CDMX
23 de julio de 2024
Las modificaciones al Código Penal de la capital mexicana fueron avaladas por 45 votos a favor y uno en contra, informó el cuerpo legislativo en su cuenta oficial de la red X. Con estas reformas, promovidas por el partido oficialista Morena, también se busca "el acceso a la justicia de las víctimas de violencia transmisógina", añadió el Congreso.
El Congreso de Ciudad de México aprobó este jueves reformas legales que tipifican el delito de "transfeminicidio" y que se castigará con penas de 35 a 70 años de prisión.
Las modificaciones al Código Penal de la capital mexicana fueron avaladas por 45 votos a favor y uno en contra, informó el cuerpo legislativo en su cuenta oficial de la red X. Con estas reformas, promovidas por el partido oficialista Morena, también se busca "el acceso a la justicia de las víctimas de violencia transmisógina", añadió el Congreso.
"El transfeminicidio se entiende como una manifestación extrema de la violencia de género y la discriminación que enfrentan las personas trans", precisó al presentar el proyecto la diputada Ana Francis López.
Fuera de la sede del Congreso, grupos de personas transgénero celebraron la aprobación de esta reforma conocida como "ley Paola Buenrostro". Fue bautizada así en memoria de una persona con esa identidad de género que ejercía el trabajo sexual y que, en 2016, tenía 25 años cuando fue asesinada a balazos por un hombre que acabó siendo liberado un par de días después.
"Logramos garantizar un proceso de justicia y una restauración de derecho porque cuando nos asesinan, nunca contemplan las problemáticas estructurales y sistemáticas que enfrentamos las personas trans", declaró a la AFP Kenya Cuevas, una activista y amiga de Paola que presenció el crimen.
Otro punto de la reforma contempla que los certificados de defunción de las personas transgénero podrán ser tramitados por su denominada "familia social" -amistades- en caso de que sus parientes se negaran a realizar el trámite o busquen vulnerar la identidad sexual de la víctima.
Los cuerpos de personas trans también podrán ser entregados a su círculo más cercano en caso de que sus familias no acudan a reclamarlos. Ciudad de México es el segundo de los 32 distritos que integran México en tipificar el transfeminicidio, luego de que el estado de Nayarit lo hizo en marzo pasado con penas de hasta 60 años de cárcel.
En México -129 millones de habitantes-, la población que se identifica como parte de la comunidad LGBT suma unos cinco millones de personas, según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual.
Según la organización civil Letra Ese, México es uno de los países más violentos para la comunidad LGBT: 231 personas fueron asesinadas del 2021 al 2023, de las cuales 65% eran transgénero.
Noticias

La boda de la vedette con Mercedes Estrada en 1989 marcó un hito legal que luego fue llevado a las páginas de Interviú. Walkiria Montini hizo historia el 15 de diciembre de 1989 al convertirse en la primera mujer trans que contrajo matrimonio legal con otra mujer en España. Su unión con la artista de cabaret Mercedes Estrada, celebrada en Gijón, fue más que un acto de amor. Fue una declaración pública de identidad. Un desafío a las leyes vigentes y una provocación a una sociedad que apenas empezaba a debatir los derechos de las personas trans. Pero ¿quién fue realmente Walkiria Montini? ¿Cómo llegó desde Brasil a convertirse en una figura visible y polémica en la España de los años 80? ¿Qué implicó su matrimonio en un contexto legal aún hostil para las personas trans? ¿Por qué su nombre ha sido, en gran medida, borrado de la memoria colectiva, pese a su relevancia histórica? De Brasil a los escenarios españoles Walkiria Montini, nacida en Brasil en el siglo XX, aunque se desconoce la fecha exacta, llegó a España a principios de los años 80, en plena Transición Democrática. Primero se instaló en Madrid, donde comenzó a trabajar en salas de espectáculo nocturno. Allí, actuaba como vedette y cantante de playback, encarnando a divas como Dalida o Vikki Carr. En poco tiempo se hizo un nombre dentro del circuito de cabaret, caracterizado entonces por su estética transgresora y su función como espacio de expresión para identidades disidentes. Pero su vida, como la de muchas mujeres trans en esa época, no estuvo exenta de peligros. En una España que carecía de servicios públicos de salud para la afirmación de género, Walkiria fue conocida también por realizar inyecciones de silicona clandestinas. Esta práctica, frecuente entre las mujeres trans del momento ante la imposibilidad de acceder a cirugías reguladas, representaba un alto riesgo sanitario y reflejaba la absoluta desprotección institucional del colectivo. Primeros pasos como actriz: teatro, cine y visibilidad trans En 1984, Walkiria Montini debutó en los escenarios teatrales con Locas de amor, en el Teatro Muñoz Seca. Ese mismo año participó en Escándalo Gay, representada en el Teatro Progreso. Ese mismo año apareció en la película La tercera luna (1984), en un papel menor. D os años después, en 1986, fue fichada como primera vedette de la Sala Minotauro de Madrid, una de las más reconocidas en el circuito nocturno, donde presentó su espectáculo Lo Prohibido. Ese mismo año volvió al cine con una breve aparición en Los presuntos (1986). A lo largo de su carrera artística colaboró con otras figuras del transformismo y del espectáculo trans iberoamericano, como la artista argentina Vanessa Nell.

Con la fuerza de una quinceañera y la experticia de una veterana, Yolanda Torres (Bogotá, 61 años) toca el tambor. Nadie adivina a ciencia cierta su edad, a ella tampoco le gusta revelarlo, solo atina a señalar que ya pasó los sesenta, cuando en Colombia se considera que arranca la tercera edad, pero que se sabe mantener. Luego sonríe y sigue ensayando con su grupo musical: La Ceiba. Ella con orgullo se enuncia como una trans adulta mayor. No le faltan razones: que una mujer con su identidad superé los 35 años ya es inusual. Esa es la esperanza de vida de la población trans, de acuerdo a quienes siguen con detalle la discriminación y violencia que ataca a este segmento de la población en Colombia. Dentro del colectivo, a las personas trans femeninas en su vejez se les llama madres. No son muchas. Por el contrario, son una excepción y encarnan el ejemplo de máxima resistencia en una sociedad que, solo en 2024, registró 34 transfeminicidios y que en lo corrido de este año ya suman 12. Dos hombres trans también han sido asesinados este año. En Colombia las personas con experiencia de vida trans se enfrentan a otros obstáculos, además de la violencia: pobreza extrema, déficit en el acceso a derechos básicos como salud, vivienda y pensión, entre otros. Y, en palabras de Caribe Afirmativo, organización que protege a la población diversa, en el Gobierno “ni siquiera existe un estudio nacional que dé cuenta de sus condiciones de vida y que, a partir de ahí, se diseñen estrategias para abordar las múltiples opresiones y situaciones de vulnerabilidad que enfrentan”. Yolanda está impulsando la creación de un colectivo de personas trans adultas mayores. Ha buscado aquí y allá para que tanto hombres como mujeres trans se unan, se apoyen y puedan exigirle al Gobierno garantías para su vejez. O al menos tres pilares para hacerlo en dignidad: vivienda, acceso a salud y trabajo. “Mi sueño es que quizá crezca tanto que pueda convertirse en fundación y hacer incidencia ante el gobierno”, cuenta ilusionada. Con la misma intención este sábado varias organizaciones sociales se unieron para conmemorar la vejez trans por medio de una marcha en el sur de Bogotá. Bajo el lema “La vejez trans es sagrada” diferentes activistas y oenegés quieren reclamar que a esta población se les garanticen sus derechos. Pregunta. ¿Qué recuerdos tiene sobre las personas trans hace cuarenta o cincuenta años? Respuesta. Antes era más común que tú ibas por la calle y te agredía un policía sin haber hecho nada, solamente por existir. Los testimonios de las personas adultas con experiencia de vida trans son muy duros. Gran parte de las personas adultas mayores trans en Bogotá, por todas las vulneraciones que han sufrido, están más que todo en el barrio Santa Fe pues es muy difícil que las contraten en algo diferente al trabajo sexual ya con 65, 70, 75 años. Por ejemplo, veía que las personas que eran como yo, eran las que estaban allá en las actividades sexuales pagas. A veces me acercaba a hablar con ellas. Pero afortunadamente no me tocó meterme en esa actividad para sobrevivir porque pude estudiar, tuve ese privilegio. En los ochenta pasaba la policía por la calle dándoles bolillo, y en ocasiones las iban recogiendo y las llevaban al Parque Nacional en la parte de arriba donde las torturaban con chorros de agua. A veces el maltrato era tanto que ellas se cortaban las venas para que no se las llevara la Policía.

Kai Schreiber, hija de los actores Naomi Watts y Liev Schreiber, continúa abriéndose camino en el mundo de la moda con paso firme. La joven 'nepobaby' de 16 años ha desfilado en el show de Celine para la temporada Primavera/Verano 2026, dentro de la Paris Fashion Week. Su madre, desde el "front row", no perdió detalle del momento. Además Naomi, siempre orgullosa de su hija, ha compartido imágenes del evento en Instagram escribiendo: "@celine cuánta magia!! Enhorabuena Michael. Y @kaischreiberrr ha triunfado con su momento". Kai, por su parte, también quiso agradecer la oportunidad con unas palabras en su cuenta: "Celine SS26. Gracias a todos en el equipo que han hecho esto posible. Agradecida para siempre", aseguraba con muchos corazones. Y su madre la seguía apoyando comentando un: "SLAAAY". Mientras va haciendo sus pinitos hacia el éxito en el mundo del modelaje, Kai también ha ido hablando más publicamente de su identidad como mujer trans, un proceso que su padre, Liev Schreiber, describió como transformador para toda la familia. En una entrevista el actor explicó que "Kai siempre fue quien es", y que el momento clave fue cuando ella les pidió un cambio en los pronombres. "Siendo sincero, no me pareció para tanto ya que Kai había sido muy femenina durante mucho tiempo", reconoció.

La suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México amparó a una mujer trans refugiada y obligó al Instituto Nacional de Migración (INM) a reconocer su identidad de género en sus documentos migratorios. En un comunicado, la Universidad Iberoamericana (UIA) explicó que el martes la SCJN "resolvió un amparo indirecto en favor de una mujer refugiada trans", dicho amparo fue promovido por la Clínica Jurídica Alaide Foppa para Personas Refugiadas de la UIA en contra del INM "por carecer de procedimientos que le permitan expedir documentos migratorios que reflejen la identidad de género de personas transgénero". Explicó que la víctima del caso "habría padecido reiteradamente violencia transfóbica en Guatemala, lo que la habría forzado a cerrar su negocio y huir a México". Una vez en México, ella solicitó ser reconocida como refugiada ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ya que temía que "de ser deportada podría ser torturada o asesinada" y tras analizar su caso, la Comar habría corroborado este riesgo y la reconocería como refugiada. El comunicado explicó que luego de ser reconocida por la Comar "la víctima se acercó al INM para que le otorgara una residencia migratoria", pero lamentablemente, la tarjeta que le otorgaron "no reflejaba el nombre o el género con el que se identificaba socialmente, lo que hizo que sufriera nuevamente muchos casos de discriminación". También notó que "cada vez que se veía obligada a mostrar sus documentos migratorios para identificarse, era identificada como mujer trans y tratada con rechazo en consecuencia". Ante ello, se acercó a la Clínica Jurídica, que presentó un amparo en su favor reclamando las violaciones a su identidad, reconocimiento de la personalidad jurídica y su derecho a la no discriminación. En la sentencia, la SCJN reconoció que "los documentos migratorios funcionan como documentos de identidad de las personas extranjeras y refugiadas" y observó que las normas que establecen los procedimientos administrativos de expedición de documentos migratorios "excluyen de su regulación las necesidades y derechos de las personas trans extranjeras". Además, la SCJN reconoció que los procedimientos del INM para la expedición de tarjetas "discriminan por excluir a las personas trans y reiteró que personas trans tienen derecho a contar documentos que reflejen su identidad, con independencia de si son nacionales o extranjeras". En consecuencia, ordenó al INM "implementar mecanismos que permitan la modificación de los datos de identidad y la ajusten conforme a la identidad de género de las personas extranjeras". https://www.msn.com

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han aprobado este viernes una actualización del catálogo de procedimientos y patologías que requieren atención especializada en Centros, Servicios y Unidades de Referencia (CSUR), en el que se ha incluido a las personas trans y con desarrollo sexual diverso, para proporcionar una respuesta sanitaria "integral" con la diversidad de género. "Dentro del contexto de la Semana del Orgullo LGTBIQ+, hemos dado un paso muy importante, que es la primera vez que tenemos tres CSUR para la atención a las personas trans y con diversidad de género, que se incorporan a este sistema de centros, servicios y unidades de referencia", ha declarado la ministra de Sanidad, Mónica García, durante una rueda de prensa celebrada tras finalizar el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). Esta medida servirá para garantizar una atención "integral" a estas personas, y especialmente en aquellos casos "más complejos" que requieran de una alto nivel de especialización, todo ello bajo los principios "fundamentales" de no patologización, de respeto a la autodeterminación de género y la autonomía de las personas. "Esto significa que vamos a tener centros específicos distribuidos por el territorio, con profesionales altamente cualificados, con protocolos actualizados, recursos suficientes, que puedan atender a las personas trans con las máximas garantías, sin discriminación y con la calidad que merecen", ha añadido García. Los criterios aprobados contemplan la necesidad de equipos sanitarios formados específicamente en el abordaje integral desde la perspectiva de derechos, así como la coordinación con recursos psicosociales y comunitarios. A partir de ahora se abre un periodo para que las comunidades los propongan centros hospitalarios que deseen ser acreditados como CSUR en alguna de las nuevas áreas, tras lo que el Comité de Designación valorará las solicitudes conforme a los criterios establecidos, y las unidades que resulten admitidas iniciarán el procedimiento de acreditación por parte de la Subdirección General de Calidad Asistencial. Dicho procedimiento ha sido acompañado de una revisión del cáncer de tiroides complejo, la discinesia ciliar primaria y la enfermedad pulmonar intersticial difusa del adulto, que serán objeto de atención especializada en estos centros de referencia, conforme a los criterios técnicos acordados por los grupos de trabajo y validados por el Comité de Designación de CSUR. El acuerdo alcanzado entre Sanidad y las comunidades también establece los criterios que deben cumplir los futuros CSUR para cada una de estas áreas clínicas, incluyendo experiencia acreditada, volumen mínimo de actividad, capacidad tecnológica, enfoque multidisciplinar y programas de formación e investigación, entre otros. Todo ello buscar garantizar una atención "especializada, homogénea y de calidad" para toda la población, independientemente de su lugar de residencia. https://www.infosalus.com

En una victoria innovadora y alentadora para la comunidad trans de la India -y de todo el mundo-, el Tribunal Superior de Andhra Pradesh ha dictaminado que las mujeres trans son mujeres, reafirmando su derecho a igual protección ante la ley. La sentencia, dictada por el juez Venkata Jyothirmai Pratapa el 16 de junio de 2025, no es sólo una victoria para una persona, sino una afirmación histórica de los derechos de las personas trans que defiende la dignidad y la humanidad de las mujeres trans de todo el mundo. En el centro de esta sentencia está el caso de Shabana, una mujer trans que se enfrentó valientemente a la violencia doméstica y buscó protección legal. Cuando Shabana presentó una denuncia en la Comisaría de la Mujer de Ongole alegando malos tratos y amenazas por parte de su marido y su familia política, el caso se registró inicialmente en virtud del artículo 498A del Código Penal indio, una disposición destinada a proteger a las mujeres de la crueldad y el acoso por la dote en los matrimonios. Sin embargo, su marido y la familia de éste impugnaron la medida, alegando que Shabana no era legalmente una «mujer» porque era una mujer trans y no podía concebir hijos. En su opinión, esto la inhabilitaba para ser reconocida como esposa por la ley. El Tribunal Superior no estuvo de acuerdo y, al hacerlo, hizo historia. La jueza Pratapa fue inequívoca: definir la feminidad únicamente a través de la reproducción biológica es «jurídicamente insostenible» y contrario a la Constitución india, que promete igualdad ante la ley para todos. En su fallo, invocó la histórica sentencia del Tribunal Supremo en el caso NALSA contra la Unión de la India (2014), que reconocía el derecho de las personas trans a identificarse como hombres, mujeres o personas no binarias. «Una mujer trans, nacida varón y posteriormente en transición a mujer, tiene derecho legal a ser reconocida como mujer», afirmaba la sentencia. «Negar tal protección cuestionando su condición de mujer equivale a discriminación». Esta decisión afirma una verdad simple pero contundente: las mujeres trans son mujeres, y su identidad de género es válida y merecedora de pleno reconocimiento y protección jurídicos. También envía un mensaje contundente de que la ley no puede utilizarse para borrar las identidades trans o negar a las personas trans los mismos derechos y protecciones que se conceden a las personas cis. En GenderGP, apoyamos a Shabana y a las innumerables personas que siguen luchando por sus derechos frente a la adversidad. Esta sentencia es un testimonio de la fuerza de la comunidad trans y del creciente impulso a favor de la justicia, la igualdad y el reconocimiento en todo el mundo. Qué significa: Las mujeres trans de la India pueden ahora obtener reparación legal al amparo de protecciones específicas para la mujer, como el artículo 498A. Los tribunales se están alejando de definiciones anticuadas y excluyentes de la feminidad basadas en la biología. Cada vez se reconoce más jurídicamente que el género no viene determinado por la capacidad de concebir, sino por la identidad y la experiencia vivida. Al tiempo que celebramos este avance vital, recordemos también que el progreso se produce cuando personas como Shabana están dispuestas a decir su verdad y cuando los sistemas empiezan a escuchar de verdad. A nuestros hermano/as trans de la India y de otros países: se os ve, sois válido/as y la ley está de vuestra parte. https://www.gendergp.com

Aunque la menstruación ha sido tradicionalmente asociada con las mujeres cis, existe una realidad menos visibilizada: la de hombres trans y personas no binarias que también menstrúan. Para combatir el estigma social que rodea este tema y promover una mayor formación entre los profesionales de la salud, INTIMINA, compañía que ofrece la primera gama de productos dedicada a cuidar todos los aspectos de la salud íntima, quiere visibilizar cómo un proceso biológico natural puede vivirse con profundo malestar por parte de muchas personas trans y no binarias. Para muchos hombres trans, menstruar no es solo una experiencia física, sino también una vivencia emocional compleja que puede generar rechazo e incluso ansiedad. La necesidad de gestionar el sangrado con productos diseñados para mujeres cis, el tener que entrar en baños femeninos o explicar su situación en farmacias o consultas médicas, son solo algunos de los obstáculos cotidianos. La menstruación, lejos de vivirse como un proceso natural, puede convertirse en un recordatorio corporal constante de una identidad con la que no se identifican. La menstruación de los hombres trans desde una visión ginecológica La doctora Mercedes Herrero, ginecóloga y sexóloga y colaboradora de INTIMINA, en colaboración con la Dra. Marian Albiol, ginecóloga y experta en salud sexual de personas trans en el CSSR Fuente de San Luis, explica que la testosterona induce amenorrea en la mayoría de los casos a los 3–6 meses de tratamiento, aunque no actúa como anticonceptivo y algunas personas pueden seguir ovulando o presentando manchados irregulares incluso después de un año y medio. Además, subraya que el sangrado vaginal puede tener un gran impacto emocional. Por eso es fundamental adaptar los tratamientos y el acompañamiento médico a las necesidades particulares de cada persona trans. Hacia una menstruación más inclusiva Ethan Alcaraz señala también el papel crucial que pueden jugar las marcas de productos menstruales. «El marketing sigue orientado específicamente a mujeres cis, pero no hay que dejar de lado otras realidades», reivindica. En este sentido, alternativas como las bragas menstruales u otros productos que no requieren inserción vaginal pueden ser soluciones más cómodas y respetuosas para muchos hombres trans. «Los hombres trans no somos una excepción. Si las marcas nos enseñan que utilizar productos de higiene menstrual puede formar parte de la vida de un hombre, porque existimos los hombres trans y personas no binarias que menstruamos, nos estarían incluyendo en una realidad que también es nuestra», reflexiona Hugo Marlo. https://www.periodistadigital.com

La ultraderecha está haciendo mucho daño a nuestras sociedades y sobre todo a los colectivos más vulnerables. A esos que han vivido a la sombra durante toda la historia de la humanidad. A esos que hemos oprimido sin vergüenza ninguna durante siglos y siglos. A esos que apenas ahora comenzaban a respirar un poco más tranquilos. Las mujeres. Los gays. Las lesbianas. Las personas trans. Sus discursos de odio son inmorales, sí, pero es que además están sustentados en un repertorio de falsedades espectacular. Como la de que la mayoría de personas trans que transicionan se arrepienten y quieren volver en algún punto a su estado inicial. Los datos lo desmienten. ¿Qué datos? Los de la encuesta Health and Well-Being: Findings from the 2022 U.S. Trans Survey, realizada con la mayor muestra ever compuesta por 92.329 personas trans, de las cuales 84.170 eran adultas. ¿Y por qué estamos hablando de ella en 2025? Pues porque un grupo de científicxs ha decidido sacarla del ostracismo y realizar un estudio a partir de los resultados. Así sabemos, por ejemplo, que el 94% de quienes han transicionado reportan estar más satisfechos con su vida que antes, que el 97% de quienes se sometieron a cirugía son más felices o que el 98% de quienes recibieron terapia hormonal han alcanzado una mayor satisfacción vital. Unos datos que generan felicidad. Y es que detrás de ello hay decenas de miles de historias personales de superación y de sufrimiento. Saber que se sienten más plenas reconforta el corazoncito. Esa es la sociedad que nos gusta. ¿Y qué hay de quienes han decidido dar un paso atrás y destransicionar? Pues, para empezar, es solo un 9% de la muestra, y la mayoría revelaron que lo hicieron por presión social, para no sufrir discriminación transfóbica o para no sufrir acoso. El porcentaje de personas trans que destransicionó voluntariamente es solo del 4%. Y estas personas merecen nuestra atención. Faltaría más. Pero que no se usen propagandísticamente. Lo más grave de todo esto es el sufrimiento triple que están viviendo esas personas trans obligadas a destransicionar para no ser discriminadas. Primero al no sentirse identificadas con su sexo asignado al nacer. Luego al ser objeto de burla y agresiones cuando han transicionado. Por último, al volver al punto inicial y experimentar la angustia de no sentirse identificadas de nuevo. Los datos del informe son claros: el 39% de las personas trans es acosada en internet, el 30% padece acoso verbal en la vida real y el 3-4% ha sufrido ataques físicos. Debemos protegerlas de los salvajes que se quieren adueñar del mundo y convertirlo en una gigantesca prisión. https://www.codigonuevo.com

Las primeras en resistir, las últimas en ser nombradas Marsha P. Johnson, afrodescendiente, activista y performer callejera, fue una de las figuras clave en la revuelta de Stonewall en 1969. Lo mismo Sylvia Rivera, mujer trans latina de origen puertorriqueño y venezolana, que luchó por los derechos de personas sin hogar, trabajadoras sexuales y jóvenes trans en la calle. Ambas fueron fundadoras de STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries), una de las primeras organizaciones en proveer refugio a personas trans sin hogar en Nueva York. Sin embargo, durante años fueron ignoradas por el movimiento LGBT dominante, que las consideraba “demasiado radicales” o “demasiado incómodas”. “Luchamos por ustedes y ahora no nos quieren aquí”, reclamó Sylvia Rivera en su célebre discurso de 1973, en el que fue abucheada durante la marcha del orgullo gay por exigir reconocimiento a las personas trans. El racismo y la transfobia dentro del propio movimiento El caso de Marsha y Sylvia no es anecdótico: refleja una constante histórica. El movimiento LGBTIQ+ ha tenido avances clave, pero también ha replicado jerarquías de raza, clase y género. Mientras algunas conquistas —como el matrimonio igualitario— han beneficiado a sectores blancos y de clase media, los derechos más urgentes de las personas trans racializadas siguen postergados: salud, vivienda, empleo, justicia ante la violencia. “No hay Pride para algunas sin justicia para todas”, ha dicho Raquel Willis, periodista y activista afroamericana trans, una de las voces más relevantes hoy en EEUU “No podemos seguir invisibilizando a las que iniciaron todo esto”. En 2020, tras el asesinato de George Floyd, se convocó la Black Trans Lives Matter March en Brooklyn. Miles marcharon en silencio, vistiendo de blanco, exigiendo justicia por mujeres trans negras asesinadas como Layleen Polanco, Dominique Fells y Riah Milton. ¿Y en América Latina? Las Silvias de acá En México, nombres como Kenya Cuevas se alzan en ese mismo espíritu. Cuevas, mujer trans y activista, fundó la organización Casa de las Muñecas Tiresias tras el transfeminicidio de su amiga Paola Buenrostro, en 2016. Desde entonces, ha luchado por justicia, vivienda y derechos para mujeres trans sin hogar o privadas de la libertad. Nosotras somos las Marsha de Latinoamérica, pero aquí nos matan más y nos escuchan menos”, dijo Cuevas en entrevista con Animal Político. Las cifras la respaldan: según Letra S, México es uno de los países con más asesinatos de personas trans en el mundo. A pesar de eso, el acceso a refugios, atención médica integral o justicia judicial sigue siendo marginal. Otras voces, otras fundadoras Además de Marsha y Sylvia, otras mujeres trans racializadas han sido pilares del movimiento y rara vez se les menciona: Miss Major Griffin-Gracy, activista afroamericana y sobreviviente de Stonewall, que ha trabajado por décadas en la defensa de personas trans encarceladas. Cecilia Gentili, argentina migrante trans, activista por los derechos de las personas con VIH, fallecida en 2024, a quien se le rindió homenaje póstumo con un funeral en la Catedral de San Patricio de Nueva York. Su familia denunció que fue utilizado por sectores conservadores para limpiar una imagen pública sin comprometerse con sus causas reales. “Las instituciones que nos matan quieren ahora poner nuestras caras en sus vitrales”, dijo la activista estadounidense Ceyenne Doroshow tras ese homenaje. ¿Por qué se las sigue excluyendo? El sistema de reconocimiento siempre ha sido selectivo: premia lo asimilable y descarta lo incómodo. La figura del gay blanco cisgénero ha ocupado el centro del relato, mientras las fundadoras —las que vivieron en la calle, hicieron trabajo sexual o vivieron con VIH— siguen relegadas a los márgenes del discurso y las políticas públicas. “Nos volvemos estatuas antes de ser sujetas con derechos”, escribió la historiadora Tourmaline, también mujer trans negra y realizadora del documental Happy Birthday, Marsha!. Orgullo no es sinónimo de inclusión si excluye a sus fundadoras Decir Marsha y Sylvia no es suficiente. Reconocerlas implica transformar radicalmente las condiciones de vida de las mujeres trans racializadas hoy. Significa priorizar leyes antidiscriminatorias, acceso a la vivienda, salud sin estigmas, reconocimiento legal de la identidad y justicia ante la violencia. Significa también revisar el relato que contamos cada junio: ¿a quién ponemos en las pancartas y a quién dejamos fuera de la historia? Sin ellas no habría movimiento. Pero con ellas, el movimiento debe volver a incomodar. https://www.lja.mx

El viernes 27 tendrá lugar la marcha trans organizada por la histórica asociación ATA Sylvia Rivera, que partirá de la plaza Nueva de Sevilla a las 19h. Esta movilización, que se lleva a cabo por tercer año consecutivo, tiene como objetivo visibilizar las demandas y realidades del colectivo trans, en un contexto marcado por retrocesos legislativos, discursos de odio y precariedad estructural. Bajo el lema “Frente al odio levantaT”, la marcha recorrerá las calles del centro de la ciudad terminando en la Alameda de Hércules donde, tras la lectura del manifiesto por los derechos trans, subirán al escenario Merche, Roser, Shaila Dúrcal, Jorge González, J-Kbello, Vicco y Melody. “Las personas trans estamos viviendo desde hace años la mayor campaña criminal de odio y demonización de todo el periodo democrático con graves consecuencias hacía nuestras vidas, en el contexto internacional los Gobiernos de Donald Trump en EEUU o Milei en Argentina no son hechos aislados, constituyen el reflejo de un auge internacional de la extrema derecha que utiliza nuestras vidas como chivos expiatorios”, ha dicho Mar Cambrollé, presidenta de ATA Sylvia Rivera. https://www-eldiario-es.cdn.ampproject.org