Las personas trans en Bolivia están desprotegidas y viven en constante riesgo

ATA - Sylvia Rivera • 16 de febrero de 2021

El rechazo no les permite acceder a educación, salud y a una fuente laboral estable, por ello buscan el sustento diario mediante la prostitución.

Cuando una mujer trans decide sacar a la luz su identidad sexual para comenzar a vivir como mujer, el primer rechazo viene de su familia porque al no estar preparada para una situación así la echa a la calle. La sociedad también expresa su repudio a esta persona reduciendo al mínimo sus posibilidades de estudio, trabajo y vivienda. Ante esta total indefensión, la mujer trans trans opta por dedicarse a la prostitución, actividad en la que su vida está en constante riesgo.

Según Luna, presidenta nacional de la Organización de Travestis, Transgéneros y Transexuales Femeninas de Bolivia (Otraf Bolivia), las agresiones a las personas trans son frecuentes por la intolerancia e ignorancia de muchos sectores de la sociedad, más aún en el caso de quienes se dedican al comercio sexual, que son la mayoría.

“Muchas veces, la familia no conoce del tema y al no estar lista no quiere saber nada de la persona trans y termina rechazando su identidad y echándola de la casa, sin importarle lo que le suceda”, manifestó.

Una vez que se encuentran en las calles se exponen ante la cruda realidad, sin trabajo, sin seguro, sin dinero y sin protección de las entidades del Estado.

En estas circunstancias, “nadie te da un trabajo digno con el que puedas solventarte, entonces estos rechazos te empujan y obligan a buscar otros empleos, como el ejercicio del trabajo sexual. La persona trans no se prostituye porque quiere, sino por la falta de oportunidades”.

Por lo general, la persona trans hace conocer su identidad en la adolescencia, lo que no le permite terminar el colegio y menos ingresar a la universidad debido al “qué dirán”, su familia, amigos y compañeros.

Luna explicó que “la falta de oportunidades obliga a la población trans a buscar una salida para sobrevivir y subsistir, y es ahí cuando llega a la ocupación sexual, una actividad riesgosa en la que se trabaja de noche y en una situación de alto riesgo y vulnerabilidad al ser consideradas diferentes”.

La actividad sexual comercial de las personas trans es más riesgosa que la de las mujeres cis, debido a que los ocasionales clientes las golpean, maltratan e incluso les llegan a quitar la vida.

Hasta ahora son al menos 67 los asesinatos de mujeres trans en Bolivia, y lo más dramático es que sólo en un caso el victimador fue sentenciado a 30 años de cárcel.

La prostitución

“Yo soy de Santa Cruz y me decidí por la prostitución a los 15 años para sobrevivir. Tuve que migrar a Cochabamba para estar tranquila conmigo misma, ahí fui conociendo más de la vida”, relató Estefany.

“Nos dedicamos a ser acompañantes porque no hay cupos laborales en instituciones públicas o privadas. No hay un seguro para nosotras y con el rechazo de la familia y de la sociedad se nos han quitado derechos, lo que nos dejó civilmente muertas”, agregó.

Estefany considera que por ley, al igual que en el caso de las personas con discapacidad, las personas trans deberían tener un cupo asegurado para trabajar en cualquier entidad del Estado.

Trans de la tercera edad

Cuando las mujeres trans ya llegan a la tercera edad (60 años), ya no pueden ejercer la actividad sexual, por lo tanto quedan en total indefensión.

“Las traemos a nuestros cuartos para que nos ayuden con la limpieza o la comida. Ellas no tienen dinero para sobrevivir y entre nosotras buscamos la manera de ayudarlas como con kermeses solidarias para pagar sus necesidades, alimentación e incluso tratamientos médicos que necesitan." Estefany señaló que, al igual que la mayoría de las mujeres trans, trabaja en la prostitución porque no tiene otra manera de sobrevivir, pese al riesgo que implica esa actividad, en la que es posible que pierda la vida en cualquier momento.

Esperanza de vida

Para el activista David Aruquipa, la Ley de Identidad de Género 807 sólo brinda a la persona trans la cédula de identidad con un rostro, nombre y género, y ahí queda todo.

Reveló que “no hay una política para el resarcimiento a sus derechos humanos y la ciudadanía no se da cuenta que esta población llega a los 40 y muere, entonces la esperanza de vida es de 35 a 40 años. Las personas trans de 19 a 26 años no llegan ni siquiera a los 35”.

“Los crímenes de odio por identidad sexual, especialmente a la población trans, ocurren con más frecuencia y nadie hace algo”.

Éstos son temas de Estado que requieren políticas públicas y responsabilidades para protegerlas, dijo.

“Se requieren políticas para ayudar a la población trans que está en la marginalidad, la que vive de la prostitución, que en muchos casos es casi un 90%. Se trata de prostitución, pero no es porque queremos, sino porque nos arroja la sociedad y el Estado a estos márgenes de violencia por parte de gente intolerante que no comprende”, aseguró.

Es en las calles donde las personas trans viven esta situación de peligro y riesgo que muchas veces terminan en asesinatos y crímenes de odio.

Muerte de Alessandra

El anterior fin de semana fue asesinada en un hostal de Cochabamba Alessandra, una joven trans de 19 años.

Según la Policía, ella tuvo una discusión con su cliente por Bs 100, lo que habría desencadenado una agresión física. El agresor, posiblemente el mismo cliente, la golpeó y la ahorcó con el cable de la plancha para su cabello.

Un dato que ilustra este dramático episodio es que los familiares de Alessandra no asistieron a su entierro.

El autor del crimen de Dayana Kenia fue encarcelado

En noviembre de 2017, el Tribunal de Sentencia 12 de Santa Cruz condenó a 30 años de prisión al hombre que golpeó y degolló a su pareja Dayana Kenia, una joven trans de 23 años. Éste es el único caso en el que el asesino de una mujer trans es sentenciado.

Álex Villca Valdivieso fue sindicado de ser el autor intelectual y material del asesinato que conmovió a toda la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI).

Graciela Salazar Ibáñez, quien era la pareja sentimental de Villca, había sido sindicada de ser cómplice del crimen, pero fue declarada inocente.

Angélica, la madre de Dayana Kenia, no tenía conocimiento de cómo era la vida de su hija, pero su muerte le hizo comprender que tenía que luchar por ella, para que se haga justicia.

Ella recibió el apoyo de Víctor Hugo Vidangos ‘Ninón’, un abogado que representa a lesbianas, gays, bisexuales, trans o intersexuales que sufren violencia en Santa Cruz.

El Colectivo LGBT Bolivia, el Colectivo Igualdad y Vanina Lobos, representante de la Unión de Travestis y Trans de Santa Cruz, Arleti Tordoya, de Mujeres Creando de Santa Cruz y la Defensoría del Pueblo de Santa Cruz le brindaron a Angélica todo el apoyo en tan difícil momento.

“En el caso de Dayana, su familia se movió porque quería justicia para su hija sin importarle su identidad sexual, luchó por ella, por el amor que le tenía”, recordó David Aruquipa.

“Cuando una persona trans muere, ya sea de manera natural o es victimada, el resto de la familia piensa ¡qué bien!, nos quitamos un peso de encima, entonces las mismas familias son cómplices de la violencia contra ellas”, aseguró.

Fue una próspera empresaria

Dayana llegó en 2013 a Santa Cruz y se puso a trabajar en una rockola (bar). Luego alquiló un local para instalar una rockola en la esquina de la avenida 16 de Julio y Libertadores de la Villa 1° de Mayo.

Cuando todo iba bien para Dayana, apareció en su vida Álex Villca, con el que inició una relación sentimental. Ella lo llevó a vivir a su habitación y le dio trabajo en su bar.

Con el tiempo, Álex le presentó a su hermana Graciela y los tres decidieron vivir juntos en una habitación del Plan Tres Mil, además trabajaban en la rockola.

En 2016, Álex golpeó a Dayana, como en anteriores ocasiones, pero esta vez le jaló de los cabellos, la tiró al suelo y amarró sus pies y sus manos.

Con una botella de vidrio rota le cortó la garganta y le quemó varias partes del rostro con un cigarrillo.

Graciela, quien era la novia y no la hermana de Álex, vio todo lo que pasaba y no hizo nada por ayudarla.

Envolvieron el cadáver y lo dejaron en el baño para que se desangre. Se llevaron todo el dinero de Dayana y huyeron de Santa Cruz.

Transfeminicidio

Las personas trans pidieron que en el marco de la transformación de la Ley 348 se incluya la figura del transfeminicidio para que los agresores sean sancionados como un feminicidio, con 30 años de prisión sin derecho a indulto.

“Así se podría lograr algo de la justicia que buscamos”, expresó Aruquipa.


https://www.periodicobolivia.com.bo

Noticias

Por ATA - Sylvia Rivera 30 de octubre de 2025
La Fiscalía ha archivado la denuncia presentada en marzo pasado por la que pedían que se investigara un posible delito de odio en una campaña que señalaba a las personas trans a través de mensajes instalados en las marquesinas municipales de Córdoba. La campaña en cuestión era de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y se puso en las marquesinas poco antes del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. En ellas, cuestionaba si “¿La mujer nace o se hace?”, y señalaba que “la mayoría lo tiene claro, aunque en los tiempos que corren algunos tienen miedo a hablar”, todo ello junto al hastag #LaMujerNace. Ahora, y tras haberse trasladado el asunto a la Fiscalía de Madrid, se ha conocido el archivo de dicha denuncia, que se interponía por lo que consideraban un señalamiento y un posible delito de odio contra las personas trans. La campaña se enmarcaba deliberadamente en el contexto de la celebración del Día Internacional de la Mujer, utilizaba el color morado del movimiento feminista y se pudo ver en varias de las marquesinas publicitarias que gestiona el Ayuntamiento de Córdoba, que se desvinculó de la campaña. Según recoge la diligencia de ordenación, desde el Ministerio Público se ha dictado decreto de conclusión y su consiguiente archivo haciéndole constar que contra el mismo no cabe recurso alguno, sin perjuicio del derecho a presentar nueva denuncia por estos hechos ante los órganos judiciales. La Fiscalía de madrid recibió esta denuncia desde Córdoba, porque en la capital madrileña tiene la sede la asociación denunciada. https://cordopolis.eldiario.es
Por ATA - Sylvia Rivera 29 de octubre de 2025
Agentes de la Policía Nacional, pertenecientes a la Comisaría Local de Fuengirola, han procedido a la detención de cuatro personas como presuntos responsables de un delito de odio hacia una mujer trans. Los hechos ocurrieron en plena madrugada, durante la feria de la localidad malagueña. La víctima denunció que un grupo de individuos la había agredido físicamente mientras la insultaba con expresiones transfóbicas. Los hechos se remontan al pasado día 10, sobre las 05:00 horas, cuando se recibe una llamada en la sala 091 informando de una agresión en el recinto ferial de Fuengirola. A la llegada del indicativo policial las víctimas manifiestan haber sido agredidos por un grupo de jóvenes por su condición sexual, siendo trasladados por los agentes a un centro de salud para ser asistidos de las lesiones que presentan. Una vez en la Comisaría de la localidad, las víctimas denunciaron los hechos que dieron lugar a una investigación policial con el objetivo de esclarecer lo sucedido. Según sus manifestaciones, un grupo de cinco jóvenes, los insultaron y agredieron, llegando a propinarles patadas y puñetazos y amenazarles con un cuchillo. Gracias a la existencia de imágenes de cámaras de grabación y las declaraciones de los testigos, los agentes encargados del suceso pudieron determinar que lo acontecido podía constituir un delito de odio, motivado por la identidad de género de una de las víctimas. Tras la práctica de las diligencias correspondientes, los investigadores consiguieron identificar y detener a cuatro personas, dos de ellas menores de edad, a los que se les imputan delitos de odio, de amenazas graves y un delito de lesiones. https://www.elespanol.com
Por ATA - Sylvia Rivera 28 de octubre de 2025
Una nueva investigación ha revelado que la transfobia en el Reino Unido ha dejado al 84 por ciento de las personas trans sintiéndose inseguras. La encuesta de YouGov, encargada por Good Law Project y publicada la semana pasada, reveló que casi dos tercios de las personas trans y no binarias del país habían sido abusadas verbalmente en público, y casi el 25 por ciento había sufrido violencia física. El cincuenta y nueve por ciento de las personas trans también informaron que enfrentan barreras para acceder a la atención general del NHS. Realizada a raíz de la sentencia de la Corte Suprema del Reino Unido que determinó que la definición de mujer de la Ley de Igualdad de 2010 se relacionaba únicamente con el sexo biológico, la encuesta también preguntó sobre cuestiones clave que enfrentan las personas trans en el Reino Unido, como el acceso a instalaciones públicas. Más de la mitad de los que respondieron dijeron que tenían dificultades para entrar a los vestuarios, mientras que el 49 por ciento dijo lo mismo sobre el uso de los baños públicos. Se encontró que las personas trans más jóvenes tenían más probabilidades de temer acceder a ciertos espacios, y el 81 por ciento dijo que les resultaba difícil entrar a los vestuarios. También se pidió a los encuestados que calificaran la confiabilidad de las instituciones y los partidos políticos del Reino Unido. La policía era la que menos confiaba: el 76 por ciento dijo que no confiaba mucho o nada en ella. Se descubrió que el 66 por ciento de los hombres y mujeres trans desconfiaban de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, que ha sido acusada de acciones “profundamente perturbadoras”. El regulador de derechos humanos del Reino Unido ha presentado una guía sobre la provisión de instalaciones públicas basada en actualizaciones propuestas que exigen la exclusión de las personas trans de instalaciones consistentes con su identidad de género. Reform UK fue el partido político en el que menos confiaba la gente trans: el 98 por ciento expresó desconfianza parcial o total. Los conservadores (96 por ciento) y los laboristas (91 por ciento) no se quedaron atrás. Las personas trans se enfrentan a un “terror abyecto” en el Reino Unido, afirman activistas. Jess O’Thomson, líder de derechos trans de Good Law Project, dijo que la encuesta reveló la cruda realidad en el Reino Unido, con personas que viven en un “terror abyecto”. O’Thomson profundizó: “Tienen miedo de ser acosados, descubiertos y discriminados. Es espantoso que casi la mitad de las personas trans informen que ahora encuentran difícil el acceso a los baños básicos, a pesar de las afirmaciones de la EHRC de que están protegiendo a las personas. “El hecho de que sólo el 14 por ciento de las personas trans se sientan seguras en este país representa una crisis humanitaria devastadora”. A principios de este mes, el comisario europeo de derechos humanos, Michael O’Flaherty, expresó su preocupación por posibles leyes anti-trans tras el fallo de la Corte Suprema. Cualquier “práctica o política general” que excluya a las personas trans de los espacios de género representaría violaciones importantes a las leyes internacionales de derechos humanos, dijo. O’Flaherty recomendó redactar “una guía clara sobre cómo se puede lograr la inclusión de las personas trans en todas las áreas” y cómo “se puede minimizar la exclusión en situaciones en las que esto sería estrictamente necesario y proporcionado, en línea con principios de derechos humanos bien establecidos”. https://www.sentidog.com
Por ATA - Sylvia Rivera 27 de octubre de 2025
¿Has escuchado hablar del cispassing o te han dicho que tienes ese “privilegio”? Detrás de lo que muchas veces se enuncia como un “halago” se esconde una forma de violencia que refuerza los estereotipos normativos de belleza y de género. El término cispassing se utiliza para describir a las personas trans cuya apariencia o expresión de género se ajusta a las expectativas cisnormativas; es decir, que son percibidas como personas cis. Pero lejos de ser un privilegio, el cispassing reproduce una supuesta legitimidad dentro de las propias comunidades trans, donde las mujeres que “no lucen como mujeres” según el imaginario patriarcal son juzgadas, marginadas o deslegitimadas. Esta idea refuerza el mito de que la validez de la identidad trans depende de “encajar” en los moldes del género binario, cuando en realidad debería partir del reconocimiento de la autodeterminación, la diversidad corporal y la libertad de existir sin ser medida por los ojos cis pero, ¿qué es el cispassing y de qué manera opera? En entrevista con La Cadera de Eva, Acoatl Santillán (ella/elle), activista trans por los derechos de la comunidad LGBTQ+, artista plástica, bailarina, performer y consejera virtual en The Trevor Project México, explica que el cispassing es “una forma de medir tu nivel de entrada al mundo cis-heterosexual”. ¿Qué es el cispassing? El cispassing es considerado una herramienta meramente cis-heteropatriarcal, utilizada por la sociedad para seguir perpetuando las violencias de género. Este término busca invisibilizar a las identidades trans que no se ajustan a la norma. De acuerdo con Acoatl Santillán, el cispassing hace referencia a la “lectura” que se le da a una persona trans para medir qué tanto puede ser leída como una persona no trans, es decir, qué tanto se puede parecer físicamente a una persona cis. Así, el cispassing espera que las mujeres y personas trans se acoplen a las reglas, estándares y términos del mundo cis-heterosexual. “Es un ideal o un punto de hegemonía que cada persona es libre de seguir o no, pero no debe ser lo que defina su identidad trans”, explica Santillán. Sus inicios en la cultura ballroom Sus orígenes tienen raíz en la comunidad ballroom, una subcultura LGBTQ+ nacida en Nueva York, Estados Unidos, en las décadas de 1960 y 1970, iniciada por mujeres trans negras y latinas racializadas, que se originó como una respuesta al racismo y la discriminación en los bailes drag. Así se crearon espacios seguros para la expresión de identidad sin prejuicios mediante los famosos balls, con categorías como el voguing (un estilo baile), runway (pasarelas) y realness (en las que se interpretaba un rol).
Por ATA - Sylvia Rivera 24 de octubre de 2025
La artista pop Chappell Roan ha lanzado oficialmente el Midwest Princess Project, una iniciativa sin ánimo de lucro destinada a apoyar a jóvenes trans y comunidades LGBTQ+ en Estados Unidos. El proyecto, patrocinado por el Catalyst Philanthropy Fund, nace con una recaudación inicial de más de 400.000 dólares obtenidos durante sus recientes conciertos pop-up Visions Of Damsels & Other Dangerous Things. La propuesta no se queda en lo simbólico: Roan ha anunciado que donará 1 dólar por cada entrada vendida en su gira por Nueva York, Los Ángeles y Kansas a organizaciones como Ali Forney Center, The LGBT Center, Trans Wellness Center, TransLatin@ Coalition, The GLO Center y The Center Project, todas ellas dedicadas a brindar recursos y apoyo directo a jóvenes trans. Además, ha colaborado con Propeller y eBay para crear activaciones especiales en sus conciertos que fomentan la participación comunitaria y la recaudación de fondos. Este proyecto refleja el compromiso que Chappell Roan ha mantenido desde sus inicios con el activismo queer. En los Grammy 2025, donde ganó el premio a Mejor Artista Novel, denunció públicamente la precariedad laboral en la industria musical y exigió salarios dignos y cobertura médica para artistas emergentes. También donó 25.000 dólares de su propio bolsillo a músicos en situación vulnerable, gesto que fue igualado por artistas como Noah Kahan y Charli XCX. En declaraciones recientes, Roan ha subrayado que “la alegría queer” es el motor que la impulsa a seguir actuando. Su defensa de las mujeres trans en la alfombra roja de los Grammy —“trans joy has to be protected more than anything”— resume el espíritu de una artista que ha convertido su carrera en una plataforma de visibilidad, cuidado y acción. De Missouri al estrellato queer: la carrera de Chappell Roan Chappell Roan, nacida como Kayleigh Rose Amstutz en Willard, Missouri, en 1998, comenzó su carrera musical a los 17 años con el EP School Nights, que llamó la atención de Atlantic Records. Tras varios años de desarrollo artístico y una estética cada vez más marcada por el glam queer y el synth-pop ochentero, lanzó su álbum debut The Rise and Fall of a Midwest Princess en 2023, una obra que mezcla teatralidad, vulnerabilidad y empoderamiento con himnos como Pink Pony Club, Casual y Red Wine Supernova. El disco fue recibido con entusiasmo por medios como Pitchfork, que lo describió como “una celebración maximalista de la identidad queer”, y por Rolling Stone, que lo incluyó entre los mejores debuts del año. En 2024, Roan siguió consolidando su estilo con el single Good Luck, Babe!, y más tarde con The Giver, una incursión en el country-pop. Su último lanzamiento, The Subway, llegó en agosto de 2025 y ha sido aclamado por su narrativa emocional y producción envolvente. Más allá de los charts, Chappell Roan ha construido una comunidad fiel gracias a sus actuaciones en festivales como Reading & Leeds, donde su show fue descrito por NME como “una celebración colectiva de la diferencia”. Su estética drag, sus letras confesionales y su activismo constante la han convertido en una figura clave del pop alternativo contemporáneo. Actualmente trabaja en su segundo álbum, aunque ha admitido que aún está lejos de completarlo. Mientras tanto, sigue demostrando que el pop puede ser una herramienta poderosa para el cambio social. https://crazyminds.es
Por ATA - Sylvia Rivera 23 de octubre de 2025
Cabello rubio, Metro ochenta y una talla 41 de pie. La ficha del modelo Elio Berenett siempre fue un misterio para los agentes de casting. Incluía todos los datos y, aun así, cada vez que se encontraba con ellos vivía la misma situación. “Me acuerdo de un afterparty donde todos se acercaban preocupados porque no sabían cómo tratarme. Yo simplemente les decía: ‘Me da igual, me apunto a todo’. Entiendo que les fuese confuso, para mí también lo era al principio”, cuenta desde su casa en Suecia. Con nueve años empezó a trabajar como modelo femenina, de adolescente vivió su transición y diez años más tarde debutó a lo grande de la mano de Louis Vuitton en París. La colección era femenina, pero él era un hombre trans. Ahora tiene 22 años y ningún atisbo de aquellas dudas: afronta con la misma decisión un desfile con tacones que un reportaje de moda masculina como el que protagoniza en estas páginas.
Por ATA - Sylvia Rivera 22 de octubre de 2025
Un hombre trans de 22 años sufrió un ataque transodiante el pasado viernes, por parte de dos hombres que incendiaron su vivienda en la provincia de Neuquén. El hecho ocurrió el viernes a la medianoche, en una casilla de madera del sector de meseta Colonia Rural Nueva Esperanza. "A las 00 horas habían dos personas fuera de mi casa que me decían salí maricón. Luego escucho que algo golpea mi casa y escucho una explosión", relató el joven, identificado como Nacho. En ese momento, continuó Nacho, "llamé a mi tía para decirle que me habían prendido fuego mi casa y comienzo a sentir detonaciones, fueron entre cuatro y cinco disparos. Siento que las balas me pasan cerca de la cabeza. Intenté salir con mi gato pero no alcancé a salvarlo". Según consta en la denuncia policial radicada en la Comisaría N° 20, antes del incendio Nacho había recibido una visita de los atacantes, que años atrás le habían vendido el terreno donde él vivía. “Me decían que yo era un rastrero, me agredieron por ser trans. Me pusieron un arma en el pecho y me dijeron que a la noche me iban a prender fuego vivo”, contó la víctima. A pocos días del transfemicidio de Azul Semeñenko, la familia de Nacho y sus allegados temen por su vida y es por eso que solicitan el resguardo para el joven. Desde el CPEM 69 también pidieron ayuda para proteger a este joven tras el incendio de su vivienda que lo dejó en la calle. Amigos del joven y docentes del CPEM 69 están recolectando ropa, calzado, abrigo y elementos de construcción para ayudarlo. https://www.pagina12.com.ar
Por ATA - Sylvia Rivera 21 de octubre de 2025
El 12 de mayo de 2025, Jhon Alexander Rodríguez Cano se convirtió en el primer hombre trans en Colombia que logró un traslado carcelario fundamentado en el reconocimiento de su identidad de género. Este hecho, conocido por la revista Cambio, marcó un hito en el sistema penitenciario colombiano y desencadenó reformas institucionales, además de abrir el debate sobre los derechos de la población trans en prisión. El proceso que llevó a Rodríguez a este traslado comenzó con una petición escrita de su puño y letra dirigida al Juzgado 4 de Manizales. En ella, solicitó el cambio de establecimiento porque no se sentía conforme en la cárcel de mujeres, ya que se identifica plenamente como hombre. Rodríguez, de 34 años, fue sentenciado en mayo a diez meses de prisión por tráfico de estupefacientes, tras ser capturado en flagrancia a principios de año en el sector de El Esquinazo, en la capital caldense. Aunque su documento de identidad lo reconoce como hombre desde 2011 y la Registraduría Nacional actualizó su identificación hace más de tres años, el sistema penitenciario lo ubicó inicialmente en una cárcel de mujeres, siguiendo el criterio de genitalidad y no de identidad de género. Durante los tres meses que permaneció en la cárcel de mujeres, Rodríguez manifestó su incomodidad y la incongruencia de su reclusión. En marzo, elevó una solicitud formal a la dirección del establecimiento y, posteriormente, el 7 de mayo, interpuso una tutela que fue atendida. El Grupo de Asuntos Penitenciarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) accedió a su petición y autorizó el traslado a la cárcel de hombres de la misma ciudad. Este movimiento, sin precedentes en Colombia, atrajo la atención de la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría y el Ministerio de Justicia, que reconocieron la necesidad de establecer reglas claras para la atención de la población trans en el sistema penitenciario. La reacción institucional fue inmediata. Néstor Osuna, procurador delegado para los Derechos Humanos, destacó al diario nacional que el caso de Rodríguez representa un “precedente”, ya que “a la hora de asignar la cárcel, no se tiene en cuenta la identidad de género, ni lo que sienten las personas”. Francisco Bernate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas, explicó que los traslados carcelarios suelen concederse por razones de arraigo familiar, seguridad o enfermedad, y que la identidad de género apenas comienza a ser considerada como un motivo legítimo. La Defensoría del Pueblo, tras verificar las condiciones de Rodríguez, convocó una mesa interinstitucional para abordar los vacíos normativos, operativos y culturales que persisten en el sistema. Entre las carencias detectadas, se destacó la falta de acceso a productos básicos como toallas higiénicas, un problema recurrente que ha motivado múltiples tutelas contra el Inpec. El informe de la Defensoría, citado por Cambio, reveló que los funcionarios penitenciarios carecen de formación en enfoque de género, la asistencia psicosocial es inexistente y no se garantiza atención médica especializada, como ginecología o endocrinología, para la población trans. Además, fuentes internas del penal señalaron que Rodríguez ha presentado conductas autolesivas y se encuentra aislado en un patio destinado a funcionarios públicos, debido al temor de que pueda ser víctima de violencia sexual o incluso de homicidio, riesgos que, según Osuna, son frecuentes para personas trans en cárceles de hombres. La Superintendencia de Salud estima que la esperanza de vida de una persona trans en Colombia es de apenas 35 años. El contexto de la población trans en las cárceles colombianas es especialmente adverso. De acuerdo con datos del Inpec proporcionados a Cambio, en el sistema penitenciario hay 1.595 personas de la comunidad Lgbti+ y otras identidades de género y orientación, de las cuales 205 se identifican como personas trans. Aunque representan una minoría frente a las más de 104.000 personas privadas de la libertad, expertos y activistas coinciden en que se trata del grupo más vulnerable. Darla Cristina González, defensora de derechos de la red Diana Navarro Sanjuan, relató al diario nacional que “en la cárcel también nos cobran diariamente por transgredir la norma social de que los hombres y mujeres deben ser de cierta manera”. González describió situaciones de violencia extrema, explotación sexual y falta de protección, agravadas por la imposibilidad de defenderse dentro del entorno carcelario. La investigadora Valentina Villamarín Mor, autora de un informe reciente sobre la situación de la población trans en prisión para la Universidad del Rosario, concluyó que el rechazo, la estigmatización y la violencia son parte del día a día de estas personas. “Constantemente son atacadas, acuchilladas, gritadas, y siempre las dejan de últimas en temas de alimentación y salud. Es más, los penales no atienden sus procesos de hormonización porque creen que es estético y no médico. Los otros internos e internas ni siquiera los dejan tener visita en los patios”, afirmó Villamarín Mor en diálogo con Cambio. Un testimonio recogido en su investigación ilustra la gravedad de la situación: una persona trans relató haber sido agredida con cuchillos y palos, y verse obligada a modificar su apariencia para evitar ataques, a costa de su bienestar emocional. El caso de Rodríguez ha impulsado la elaboración del primer protocolo nacional para la “garantía de derechos de mujeres y hombres trans, y personas no binarias privadas de la libertad”, según el borrador consultado por el diario. Esta reforma, liderada por la Defensoría, la Procuraduría y el Ministerio de Justicia, propone que la asignación de establecimientos penitenciarios para personas trans ya no dependa de la genitalidad, sino de la voluntad expresa de la persona, recogida en un consentimiento informado y verificada por un juez. Además, el protocolo establece que las personas trans serán nombradas y registradas por el nombre con el que se identifican, y que las parejas diversas tendrán derecho a visita íntima sin discriminación, en igualdad de condiciones que las parejas heterosexuales cisgénero. El Inpec, por su parte, se comprometió a garantizar el acceso continuo a tratamientos hormonales prescritos y a facilitar la valoración médica especializada para quienes deseen iniciar dichos tratamientos. Todo el personal penitenciario deberá recibir formación básica en diversidad sexual, enfoque diferencial y atención sin prejuicios, tanto en la formación inicial como en la capacitación permanente. La Escuela Penitenciaria Nacional incorporará estos contenidos en sus programas, con el objetivo de transformar la cultura institucional y reducir los riesgos para la población trans. Desde la perspectiva de activistas y expertos, el principal desafío sigue siendo la seguridad y la dignidad de las personas trans privadas de la libertad. González considera que la solución debe comenzar desde la imposición de la medida de aseguramiento, priorizando la protección y el bienestar de la persona más allá de la clasificación por género. Villamarín Mor, por su parte, ha documentado casos de mujeres trans que solicitaron cambios de pabellón dentro de la misma prisión, pero que terminaron pidiendo regresar tras enfrentar mayores niveles de acoso y violencia. https://www.infobae.com
Por ATA - Sylvia Rivera 20 de octubre de 2025
El suceso ha tenido lugar en la ciudad de Indore, en el estado indio de Madhya Pradesh, donde habrían ingerido un desinfectante de fenol Un intento de suicidio en masa que se ha saldado con hasta 24 personas trans hospitalizadas ha tenido lugar esta semana en el estado indio de Madhya Pradesh, concretamente en la ciudad de Indore. Los implicados supuestamente, con la intención de quitarse la vida, habrían ingerido un desinfectante de fenol. «Unas 25 personas de la comunidad trans han sido ingresadas en nuestro hospital. Dicen que han consumido fenol juntas», ha explicado el director del hospital, Basant Kumar Ningwal, en declaraciones a la agencia de noticias india PTI. Hasta ahora ha sido detenida una dirigente de la comunidad trans, Sapna Guru, alias Sapna Haji, acusada de amenazas y agresiones contra las personas que intentaron suicidarse tras exigir el dinero entregado para una conferencia. Fue detenida el jueves junto a tres hombres también implicados, ha explicado el subcomisario de la Policía Rajesh Dandotiya, citado por el diario The Hindu. https://www.lavozdegalicia.es
Por ATA - Sylvia Rivera 17 de octubre de 2025
La Corte Constitucional emitió un fallo histórico para la protección de los derechos de las personas trans en Colombia. A través de una sentencia amparó los derechos fundamentales a la salud, la identidad de género y el diagnóstico médico de Victoria, una mujer trans de 33 años, a quien Colmédica le negó procedimientos prescritos como parte de su proceso de afirmación de género. La Sala Tercera de Revisión determinó que la negativa de Colmédica vulneró los derechos fundamentales de la accionante, al impedirle el acceso a un servicio médico esencial y obstaculizar su transición. El tribunal recordó que la identidad de género es “la experiencia personal de ser hombre, mujer o de ser diferentes que tiene cada persona y la forma en que aquella lo manifiesta a la sociedad”, y que esta debe estar amparada por los derechos a la dignidad humana y al libre desarrollo de la personalidad. La Corte reiteró que el derecho a la salud es integral, e incluye las dimensiones físicas, mentales, sociales y emocionales. En el caso de las personas trans, también comprende los aspectos médicos vinculados a su afirmación de género. Asimismo, precisó que el diagnóstico de disforia de género no implica considerar su identidad como una enfermedad, sino que constituye un paso necesario para acceder a los tratamientos. Negar este diagnóstico o los procedimientos ordenados, sostuvo el tribunal, vulnera derechos como la salud, la autonomía y el libre desarrollo de la personalidad. No son cirugías estéticas En la sentencia, la Corte enfatizó que las intervenciones médicas de afirmación de género no pueden catalogarse como procedimientos estéticos, sino como parte de un tratamiento médico integral que busca garantizar el bienestar físico y psicológico de las personas trans. El alto tribunal también recordó que las entidades prestadoras de salud no pueden imponer trabas administrativas ni contractuales que restrinjan el acceso a estos servicios. En el caso de Victoria, su tratamiento hormonal fue suspendido sin justificación, lo que la Corte calificó como una vulneración directa a su derecho a la salud. Además, reiteró que la atención médica debe ser continua y basada en el criterio profesional de los especialistas que conocen el historial del paciente, descartando la aplicación de “paquetes únicos” de servicios para toda la población trans. Uno de los puntos más relevantes del fallo es la restricción impuesta a las empresas de medicina prepagada. La Corte determinó que las cláusulas genéricas de exclusión no pueden ser usadas para negar tratamientos médicos, ya que violan los principios de igualdad y dignidad humana. Según la sentencia, las aseguradoras solo podrán excluir servicios si estos fueron expresamente señalados en el contrato y sustentados en una evaluación médica previa. Un precedente estructural La Sentencia T-377 de 2025 sienta un precedente clave para el reconocimiento pleno de los derechos de las personas trans en el sistema de salud colombiano. El fallo obliga tanto al sector público como al privado a garantizar el acceso pleno, oportuno y digno a los tratamientos de afirmación de género y refuerza el deber del Estado de evitar cualquier forma de discriminación institucional. Con esta decisión, la Corte Constitucional reafirma que la identidad de género es un aspecto esencial de la dignidad humana y que su respeto debe traducirse en acciones concretas dentro del sistema de salud. https://www.elolfato.com