El legado de Laura Weinstein para la población trans en Colombia

ATA - Sylvia Rivera • 12 de enero de 2021

La activista murió el 2 de enero. Su trabajo fue clave en el reconocimiento de identidades trans.

“La invitación es a amar la diversidad, a reconocer la capacidad que tenemos las personas trans para transformar el mundo, porque somos la señal de que esto puede ser de otra forma. Si somos capaces de transformar algo que muchos creen que no debería ser así (...), también cualquier forma de violencia, discriminación e injusticia se puede transformar . De verdad, les invito a que nos pensemos lo que significan las vidas de las personas trans”.

Esas fueron las palabras de la activista y defensora de derechos humanos Laura Weinstein en medio de un acto conmemorativo en noviembre pasado por el Día Internacional de la Memoria Trans.

Weinstein fue una de las personas que más trabajó por el reconocimiento de las identidades trans en Colombia. Lo hizo principalmente desde la Fundación GAAT (Grupo de Acción y Apoyo Trans), organización que dirigió desde 2010 y desde la cual lideró iniciativas sociales, legislativas e institucionales a favor de los derechos de las personas trans, como el voto trans, la política pública LGBT, el apoyo a la infancia trans, el rechazo a los transfeminicidios, entre otras.

La madre Laura, como le llamaban de cariño, falleció el 2 de enero por complicaciones respiratorias no relacionadas con el covid-19 . Llevaba varios días hospitalizada. Ella misma lo compartió en sus redes sociales: “Esto de no poder respirar es algo que nunca le desearía a nadie”.

Su muerte tomó por sorpresa a un país en el cual, según el conteo de La Red Comunitaria Trans, al menos 31 personas trans fueron asesinadas en 2020 y en donde aún falta un largo camino para conseguir la plena igualdad y dignidad de esta población, como tanto insistía Laura.

Ella, historiadora con estudios en Trabajo Social, narró decenas de veces, y en todo tipo de escenarios, las distintas violencias que se ejercen sobre la población trans y las escasas garantías de seguridad con las que cuenta: discriminación en centros de salud, pedradas en las calles, violencia policial, linchamiento social y un extenso etcétera.

En 2017, en una entrevista con Sentiido , un portal web dedicado a hablar de diversidad sexual y de género, contó que su primera actividad como directora del GAAT consistió en llevar a un grupo de mujeres trans al Museo de Arte del Banco de la República, en Bogotá, a ver ‘Habeas corpus: que tengas [un] cuerpo [para exponer] , una exposición sobre el cuerpo humano.

Laura conocía de cerca la realidad de las trabajadoras sexuales y quería que sus compañeras, como las llamaba, reflexionaran al respecto y salieran de sus rutinas.

Ellas, entusiasmadas, accedieron. Para muchas, de hecho, era la primera visita a un museo. Pero durante el ingreso—le contó Laura a ese portal web—, los detectores de metal empezaron a pitar. Todas se miraban entre sí. Nadie entendía qué pasaba. Les pidieron abrir sus bolsos y el equipo de seguridad encontró variedad de cuchillos y navajas.

Ese día dimensionó a lo que se enfrentaba.

“Ellas no salen sin eso (las armas) para defender sus vidas. Eso nos hizo prender las alarmas. Nos dimos cuenta de la necesidad de comenzar a trabajar en herramientas de denuncia con las que ellas entendieran que no podíamos seguir así”.

Laura Weinstein empezó a trabajar en la defensa de los derechos de la población trans desde mucho antes de emprender su propia transición. Sus primeros pasos los dio por medio de activismo digital, de manera individual y espontánea. Un día, por ejemplo, decidió crear 'Travestis Bogotá', un grupo en Yahoo! en el que se planteaban discusiones sobre identidades diversas.

Pronto, su lucha se trasladó a las calles, ese escenario hostil donde tantas veces, desde muy pequeña, fue testigo de cómo las personas trans eran víctimas de discriminación. Desarrolló entonces una vocación de servicio: acogía a trabajadoras sexuales golpeadas por policías, acompañaba a mujeres trans a centros de salud y en más de una ocasión encaró a las autoridades para reclamar lo que consideraba justo.

Batallaba en solitario, pero con el tiempo organizaciones la contactaron y se fue involucrando en procesos colectivos. Así, y ya con su transición en curso, fue vocera de la Mesa LGBT de Bogotá, donde lideró la creación de la escuela de formación para líderes LGBT y promovió la alianza con otros sectores de la sociedad.

Más adelante, creó la Fundación Transrevolucionando Géneros y, al poco tiempo, en 2009, llegó al GAAT, donde asumió la dirección ejecutiva un año después. En 2011 le fue otorgado el premio León Zuleta por la visibilidad trans.

Su trayectoria en la defensa de los derechos de las personas trans es extensa y ampliamente reconocida: fue funcionaria de la alcaldía de Bogotá en el Centro de Diversidad, orientando servicios a personas trans en el Distrito; impulsó la expedición del decreto 1227, el cual permite el cambio de sexo en el documento de identidad ; colaboró en la formación de fiscales para avanzar en temas de justicia e investigación de casos de violencia y crímenes hacia personas LGBT; sentó el debate sobre la libreta militar para hombres trans, y priorizó la atención a personas viviendo con VIH, particularmente mujeres trans trabajadoras sexuales.

Además, varias veces pisó escenarios internacionales. Participó, por ejemplo, en asambleas de la sociedad civil en la OEA con la creación y socialización de informes sobre la situación de mujeres LBT (Lesbianas, bisexuales y trans) ante la CEDAW, así como en diálogos en las Naciones Unidas, el Congreso Judío Mundial LGBTI para el hemisferio occidental, entre otros.

En los últimos años, a través del GAAT, se dedicó a trabajar con niños y niñas trans y sus familias para apoyarles en el proceso al cual denominó "un tránsito seguro y autónomo". Y desde 2019 se desempeñaba como consejera consultiva LGBT en Bogotá, cargo de interlocución entre las organizaciones sociales y la administración Distrital.

Aportes concretos

Su trabajo era incesante. Uno de sus aportes más recientes fue una victoria trascendental en relación a la política pública para la población LGBT en Colombia , la cual fue expedida por orden de la Corte Constitucional en 2018, durante el gobierno de Juan Manuel Santos, pero que aún no ha sido implementada por la administración de Iván Duque.

Esta política es clave para que las personas con orientaciones sexuales, identidades y/o expresiones de género diversas obtengan mejores condiciones de vida, así como para prevenir casos de violencia. Laura era consciente de esa importancia, y por eso, a través del GAAT, interpuso una acción de tutela en junio de 2020 en contra del Ministerio del Interior para que se atendiera esa implementación.

Un juez de Bogotá falló a su favor y le ordenó a esa cartera iniciar las gestiones administrativas para expedir el Plan de Acción de la Política Pública Nacional LGBT, así como crear un grupo técnico que se encargue del cumplimiento de las obligaciones. Además, le ordenó elaborar un programa y cronograma de trabajo con fechas claras.

Redes desde la empatía y puentes desde la conciliación

“Ella entendía que sentarse a dialogar con el gobierno requería reconocer que hay límites, limitantes, procesos y temporalidades, pero no negociaba principios ni derechos; negociaba las formas, aceptando sabiamente que Estados y gobiernos tienen formas propias , y lo que la sociedad civil veía como un impedimento, ella lo visualizaba como una posibilidad”, dijo en un comunicado Caribe Afirmativo, otra organización LGBT del país.

Precisamente, en septiembre pasado, Weinstein presentó junto a esa organización y la Misión de Observación Electoral (MOE) una propuesta ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para la construcción de un protocolo que promoviera medidas que garanticen el derecho al voto de las personas trans en igualdad de condiciones y libre de discriminación.

En noviembre, la iniciativa fue acogida en su totalidad, y así Colombia se convirtió en el segundo país en América Latina en aprobar un protocolo de este tipo, después de México .

"Sus aportes permitieron que avanzáramos como sociedad", resaltó la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Laura, nacida en Bogotá en el seno de una familia de tradición judía, se sobrepuso a la transfobia —el rechazo de cercanos, la negligencia de médicos y psicólogos, el no reconocimiento de su identidad en todo tipo de entornos públicos— y tomó la vocería del movimiento de una población que históricamente ha sido marginada.

Nunca abandonó su liderazgo, ni siquiera en 2017, cuando recibió amenazas de muerte por parte de desconocidos. De hecho, en esa ocasión, además de denunciar, convirtió lo ocurrido en una oportunidad: se asoció con otras mujeres para escribir una cartilla que hoy ayuda a lideresas a enfrentar amenazas e incidir frente al Estado para conseguir la garantía de su ejercicio político como defensoras de derechos humanos.

Con su laboral, le apostó al trabajo colectivo, a construir redes desde la empatía y puentes desde la conciliación , y siempre lo hizo ondeando con orgullo la bandera azul, blanca y rosada, que representa a las identidades trans.

Activistas, organizaciones y colectivos LGBT, distintas entidades y cientos de ciudadanos hoy lamentan su muerte, pero coinciden en que su trabajo fue valioso para las vidas de las personas trans en Colombia. En palabras del GAAT: “Que su legado nos inspire y guíe en la lucha por una sociedad más justa”.

La ‘parcera’ de las personas trans

EL TIEMPO reproduce a continuación un fragmento de 'Derechos en clave trans', una entrevista que William Moreno Hernández le hizo a Laura Weinstein para la antología 'Voces de resistencia. Entrevistas a líderes sociales y activistas', publicada en 2019 como un trabajo de grado.

Hace poco leí una entrevista en la usted dice que, antes de activista, usted es ‘parcera’ de las personas trans, ¿Qué quiere decir eso?

El GAAT va a cumplir once años trabajando por la reivindicación de los derechos de las personas trans. Yo llevo vinculada más o menos diez, pero hasta hace poco vine a darme cuenta de que lo que yo hacía se reconocía como activismo. Yo empecé en esto porque me di cuenta de que había muchas cosas que eran injustas en las vidas de nosotras las personas trans. Entonces, más allá de la figura de la activista, me gusta decir que soy la parcera porque me gusta sentarme y preguntarles por sus vidas, sus problemas, sus familias y, sobre todo, por sus sueños.

El proyecto más reciente del GAAT es trabajar con familias de niños y niñas trans, ¿por qué?

Fue una apuesta más personal, una reivindicación para decir que los niños y las niñas trans sí existen y que todas las personas trans merecen familias que las amen. Para mí no fue fácil la infancia. Fue una época llena de dificultades, de mucha soledad. Ningún niño ni ninguna niña deben pasar por lo mismo que yo viví, entonces creí que había una deuda histórica con ese ‘niño’ que fue discriminado. Ese ‘niño’ que no solo es mi experiencia de vida sino seguramente la de muchas otras personas. Necesitamos, entonces, involucrar a las familias porque cuando una persona trans logra que su familia la acompañe en este proceso, que reconozca su tránsito y le brinden apoyo, su vida es otra; tiene el 90 por ciento de su vida asegurada porque no va a caer en entornos de violencia y criminalización.


¿En qué consiste ese trabajo con las familias?

Nosotros tenemos varios programas institucionales de encuentro y formación. Uno de ellos es el Grupo de Apoyo, en el que acompañamos los tránsitos y el proceso identitario de mujeres y hombres trans, pero también a las personas que las rodean, como familiares, amigos e incluso parejas. Por lo general, nos reunimos una vez cada semana. Tenemos un grupo para adultos y otro para niños y niñas trans y sus papás. Hacemos acompañamiento, construimos redes de solidaridad y compartimos vivencias que nos atraviesan cotidianamente.

¿Qué otras líneas de trabajo tiene la fundación?

Tenemos la ‘Patrulla Trans’, que se encarga de atender casos de violaciones de derechos humanos. Entonces, hacemos seguimiento a casos de asesinatos, desplazamientos forzados, golpizas, expulsiones de colegios y de trabajos y todo tipo de barreras al momento de acceder al sistema de salud o para cambiar documentación. El problema es que a la fundación siempre llegan casos, pero no hay recursos para enfrentarlos.

Ahora nos interesa también capacitar y concientizar a las personas trans sobre sus derechos y empoderarlas, entonces hemos organizado talleres para resolver dudas o atender reclamos relacionados con sus derechos y ahí les mostramos opciones para mejorar su calidad de vida. Ese proyecto se llama ‘Cinco derechos en clave trans’ y nació en 2016.

¿Y por qué ‘cinco derechos’?

Por los cinco derechos que consideramos más vulnerados en la comunidad trans: movilidad, educación, trabajo, vivienda y salud.

"Las personas trans, en cambio, vivimos en un partido que nos jugamos todos los días de nuestras vidas porque tenemos que ir por todos lados explicando quiénes somos, y encima de todo reafirmarlo."

Las cifras de violencia en contra de la población LGBT en general son alarmantes, pero las personas trans son especialmente vulnerables. ¿Por qué?

Aquí primero habría que decir que hay un problema inicial y es que se acostumbra a meternos a todas las personas LGBT en una misma bolsa, ignorando que cada grupo poblacional tiene unas necesidades específicas. En el caso de las personas trans, todo parte de una falta de reconocimiento. Si tú eres una persona homosexual o bisexual ni siquiera tienes que decirlo. Las personas trans, en cambio, vivimos en un partido que nos jugamos todos los días de nuestras vidas porque tenemos que ir por todos lados explicando quiénes somos, y encima de todo reafirmarlo. Eso es muy violento y puede llegar a generar discriminación.

También es cierto que muchas personas trans están inmersas en entornos violentos y de alta criminalización como la prostitución, entonces son más vulnerables a ataques por ser quienes son, por su identidad.

¿Y por qué llegan a esos entornos de alta criminalización?

La gran mayoría de las personas trans no tiene un trabajo formal. Eso, sumado a la falta de educación –que también ocurre por la discriminación–, lleva a que muchas, sobre todo las mujeres, acaben en entornos laborales que son absolutamente precarios y muy criminalizados. No es que ellas quieran estar en esos lugares sino que es lo que hay, y tenemos que sobrevivir con eso. En el GAAT hemos calculado que cerca del 70 por ciento de las mujeres trans y el 50 por ciento de los hombres trans encuentran en el servicio sexual su principal actividad profesional.

El informe más reciente de Colombia Diversa sobre estos casos señala que los crímenes en contra de personas trans tienden a ser “justificados” por los atacantes, incluso por las mismas autoridades, porque se cree que las víctimas se dedicaban a robar o estaban vinculadas a redes de microtráfico.

Claro, hay una violación en el proceso de las diligencias porque, de entrada, se asume que las personas trans son delincuentes. Eso genera un estereotipo que limita el acceso a la justicia en casos de violaciones de derechos humanos. Pero además esa estigmatización es estructural. La gente tiene unos imaginarios incorrectos sobre la realidad de las personas trans. Nos ven como personas peligrosas, escandalosas, conflictivas, como personas con las que hay que tener cuidado. Por eso, cada espacio que logramos conquistar es un logro. Pero no es fácil. Muchas personas nos siguen viendo como si fuéramos un mito, negando que somos toda una realidad, que existimos.

Sobre el acceso a trabajo hay un marco jurídico. La Corte Constitucional, por ejemplo, se pronunció en 2007 sobre la discriminación de personas trans en ese ámbito. ¿Qué ocurre en ese caso?

Analicemos cuántas personas trans hay en Colombia en cargos decisorios de empresas o entidades. Ninguna. En la discriminación laboral ocurre algo particular y es que no solo se trata de que se ofrezca trabajo a las personas trans sino que, cuando tenemos acceso, nos obligan a trabajar más por ser personas trans. De alguna manera, nos obligan a demostrar que somos “buenos trabajadores” a pesar de lo que somos. A mí me pasó cuando trabajé en la institucionalidad. En algún momento me dijeron que yo era “una acción afirmativa”, pero me di cuenta de que mis compañeros y compañeras ganaban más que yo, aun cuando yo trabaja igual o más que muchos de ellos. Esos espacios siguen siendo violentos. No estamos en igualdad.

Otro ámbito en el que se manifiesta con mucha frecuencia la discriminación hacia las
personas trans es la salud, ¿Qué pasa ahí?

El sistema de salud todavía no entiende las construcciones identitarias de las personas trans, entonces a veces es muy complejo. Muchas veces somos nosotras y nosotros quienes tenemos que decirle al médico qué se podría hacer porque ellos no tienen ni la mínima idea. Pero este problema va mucho más allá. El acceso a la salud es muy complicado para las personas trans porque a veces ni siquiera hay una forma de obtener una afiliación en salud.

Muchas veces las personas trans no tienen un documento que se ajuste a su identidad. Y no tienen ese documento por distintas razones, porque decidieron no sacarlo o porque, al perderlo, decidieron no lidiar de nuevo con el proceso, en fin. El problema es que para acceder al sistema de salud necesitas ese documento –la cédula–, que para cualquiera puede ser lo más común del mundo pero para las personas trans es todo un proceso.

Y ahí no termina la historia. Para acceder a salud, tenemos que estar afiliadas, pero también tenemos que encontrarnos al vigilante en la puerta, anunciarnos con la recepcionista y enfrentar un trato inapropiado por parte del médico en el consultorio. En todos esos espacios, por lo general, no se reconoce nuestra identidad, entonces te tratan como hombre si eres mujer trans y viceversa. Es un sistema que continuamente es violento.

¿Esas ‘trabas’ en el acceso a la salud ocurren únicamente cuando se quiere adelantar la transición o también se manifiestan en procedimientos comunes?

Ocurren todo el tiempo. Ahora mismo, por ejemplo, yo tengo cáncer —que esa es otra reivindicación por la que hoy trabajo— y me he sentido discriminada varias veces por ser una mujer trans. Me preguntan que qué soy, que por qué y, de hecho, cuando comencé a enfermarme, lo primero que me dijo el médico, sin haberme examinado, es que seguramente se trataba de una enfermedad venérea. La discriminación y la violencia son constantes. Este sistema de salud es perverso.

"La gente tiene unos imaginarios incorrectos sobre la realidad de las personas trans. Nos ven como personas peligrosas, conflictivas. Por eso, cada espacio que logramos conquistar es un logro."

En informes sobre violencia hacia población LGBT se suele advertir sobe el número de casos que son cometidos por parte de integrantes de la fuerza pública. ¿Es la fuerza pública un actor discriminador?

Ahí pasa algo paradójico y es que, a pesar de que el nuevo Código de Policía incluye sanciones por discriminación hacia personas LGBT, son los mismos miembros de la Policía quienes violentan nuestros derechos. En el caso de las personas trans, las agresiones se producen en las zonas de trabajo sexual, que, como te digo, son lugares criminalizados.

En estos casos, lo que hay que hacer es comenzar a humanizar a los miembros de la Policía porque sensibilizar ya no funciona. El abuso policial es un problema que las personas trans enfrentamos a diario, pero nos quedamos en la charla, en el taller. No, hay que ir más allá y decir: ‘Venga, señor Policía, y nos sentamos a conversar sobre nuestras realidades y lo que tenemos que soportar a diario’. Por ahí empieza la transformación.

En las cifras de discriminación hacia personas trans llama la atención que las mujeres son más vulnerables. ¿Por qué?

Sí, la verdad es que las realidades de los hombres trans y las mujeres trans son completamente diferentes. Las mujeres trans somos más visibles y, aparte, los estereotipos que se nos imponen con relación a la feminidad son más fuertes. Un chico trans tiene una transición que muchas veces ni siquiera se nota, mientras que a las mujeres, ya sea por su contextura u otras cuestiones, se nos nota más, y ahí empieza la discriminación. Es más, uno podría hablar de una ‘doble discriminación’: una por ser mujer y otra por ser mujer trans.

A propósito de esa ‘doble discriminación’, hace unos meses, por primera vez en la historia, se tipificó el homicidio de una mujer trans como feminicidio. ¿Cómo recibieron ustedes esa decisión?

Ese fallo es histórico y muy importante porque, por primera vez, somos reconocidas como mujeres. Sin embargo, no creemos que sea prudente regularizar como feminicidio sino se va a quedar ahí, en feminicidio. Es decir, nuestra preocupación es que los asesinatos de mujeres trans sumen a las estadísticas de feminicidio sin la claridad de que fueron cometidos contra una mujer trans. En nuestro caso, los asesinatos no solo son por el hecho de ser mujer sino también por nuestras construcciones identitarias. En ese campo sí creemos que le hace falta mucho al sistema judicial.

¿Y las mujeres trans no encuentran garantías en el sistema judicial?

No, por lo general, cuando vas a ir a denunciar te preguntan si estás diciendo la verdad. Sin contar que todos los casos quedan en la impunidad. Yo, por ejemplo, recibí amenazas por mi trabajo en el GAAT. Cuando me acerqué a denunciar, me preguntaban que si estaba segura de que no había sido uno de mis novios, que si no se trata de alguien que yo conocía o que si de verdad yo estaba segura de que se trataba de una amenaza. Entonces, nos ignoran o no nos creen. Incluso, a la fundación han llegado casos de mujeres trans a quienes, al momento de intentar presentar una denuncia, les piden el documento para indagar primero si tienen antecedentes o denuncias en su contra, reforzando esa idea de que somos peligrosas.

¿Quién la amenazó?

No sabemos. Me amenazaron a mí y a varios integrantes del GAAT, pero la investigación no avanzó. Se quedó en etapa preliminar. Son amenazas por ser personas LGBT y trabajar por esto.

En los últimos años, las personas trans han ganado visibilidad en los medios de comunicación. ¿Cómo cree que los medios están hablando sobre las personas trans?

De un tiempo para acá hemos tenido unos avances importantes porque se habla de las personas trans, sí, pero muchas veces, creo, no se hace de la manera adecuada. Muchos comunicadores no están formados para hablar. No se trata solamente de querer hablar de estos temas sino hacerlo de manera asertiva. Cuando se informa, creo yo, debe hacerse siempre con respeto y conocimiento. De lo contrario, se está desinformando. Entonces, ahí es cuando propongo unir fuerzas: ¿por qué no unimos el conocimiento que yo tengo sobre este tema con sus habilidades para informar? Eso ayudaría muchísimo a cambiar los imaginarios sociales acerca de las personas trans.

Una despedida digna para Laura.

La Fundación GAAT abrió una iniciativa digital con el fin de recaudar fondos que serán destinados a una despedida a Laura Weinstein. " Hoy todas las personas que recibimos sus enseñanzas y su amor nos unimos para darle una despedida digna. Luchadora y guerrera incansable hasta el fin de sus días", manifestaron.


https://www.eltiempo.com

WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ

Periodista de ELTIEMPO.COM
En Twitter: @ williammoher

Noticias

Por ATA - Sylvia Rivera 12 de septiembre de 2025
La árbitra israelí Sapir Berman sonríe radiante al recordar el momento en el que su "sueño se hizo realidad", cuando se convirtió este año en la primera mujer trans en dirigir un partido de fútbol internacional. "Siempre quise ser una mujer y siempre quise ser árbitra de fútbol, y ambas cosas llegaron juntas y se fusionaron en un solo sueño que detonó con alegría", confesó a la AFP la mujer de 31 años. "Es una sensación inspiradora y poderosa: sentir que estoy haciendo lo correcto, que me estoy eligiendo a mí misma, que estoy mostrando al mundo que es posible". "Desde que tenía cinco años recuerdo que quería ser mujer, que quería ser una niña. Y cuando empecé a jugar a fútbol me di cuenta de que el sueño de ser mujer y jugar a fútbol no iban de la mano", relata. "Así que decidí esconder quien era y seguir jugando a fútbol. Me escondí a mí misma durante casi 26 años". Berman creció en medio de una familia amante del fútbol. Jugó como defensa en su infancia y juventud, pero cuando se dio cuenta de que nunca llegaría a ser profesional, se unió a la asociación de árbitros y trabajó hasta oficiar en partidos de la Premier League masculina de Israel. Pero Berman sentía que estaba ocultando su secreto más íntimo. Fue durante la pandemia de covid-19, en medio del confinamiento, cuando Berman comenzó a reflexionar sobre su futuro. "Me pregunté: ¿esto es vida? ¿es éste el camino?", recuerda. "Decidí revelarme a mi misma". Berman temió inicialmente que su carrera hubiese concluido, pero su hermano le convenció para que tratase de continuar. La inglesa Lucy Clark se convirtió en la primera mujer trans en el mundo en arbitrar un partido, en 2018 en la semiprofesional English league, pero nunca dirigió un partido internacional. Cuando Berman arbitró el partido de clasificación para la Eurocopa femenina sub-17 entre Irlanda del Norte y Montenegro en Belfast en marzo de este año, fue un hecho inédito, según la UEFA. Berman asegura que el camino no siempre fue fácil a pesar del gran apoyo que recibió de la asociación de árbitros de Israel. "Hubo muchas preguntas y muchos momentos en los que me decían que no sabían qué hacer. Yo tampoco sabía qué esperar o cómo acabaría el proceso". Berman comentó que cuando comenzó con la terapia hormonal como parte de su transición, al principio se sintió frustrada y resentida con su cuerpo. "Fuera del terreno de juego me sentía fantástica, dentro sentía que había destruido mi carrera". No pasó las pruebas físicas y descendió de categoría, pero con la ayuda de un psicólogo deportivo y con muchos "intentos y errores", logró regresar. Berman se convirtió en árbitra internacional a comienzos de este año y sueña con dirigir un partido de Liga de Campeones, de la Eurocopa o del Mundial. Apoyo de jugadores y aficionados La participación de las personas trans se ha convertido en un tema de actualidad a medida que los diferentes deportes tratan de conjugar la inclusión con la equidad competitiva. A comienzos de este año, la Federación Inglesa (FA) anunció que las mujeres trans no pueden jugar en el fútbol femenino. Berman espera que las instancias deportivas encuentren la manera de "integrar, unir, diversificar" y recordó que el rendimiento de un deportista también puede verse afectado por factores emocionales, económicos, geográficos o familiares. Berman afirma haber recibido muestras de apoyo tanto de jugadores como de aficionados. "Los aficionados siguen insultándome, sólo que ahora lo hacen en femenino", sonríe, añadiendo que para ella supone "un sello de aprobación, de que me ven exactamente como soy". Y en la calle, jóvenes le han contado que su historia les ha dado esperanza. "Eso me llena, me da muchísima fuerza para seguir adelante y hacer lo que hago, porque a fin de cuentas, me elegí a mí misma". https://www.t13.cl
Por ATA - Sylvia Rivera 11 de septiembre de 2025
En la primera mitad del año se registraron 102 delitos de odio, un 70% más que en 2024. Hubo 17 personas que murieron a causa de su orientación sexual o identidad y 85 sufrieron lesiones a su integridad física. Durante el primer semestre de 2025 se registraron 102 crímenes de odio contra personas LGBT+. Es un indicador preocupante ya que implica un 70% más que los delitos cometidos durante el 2024 (60 casos) y muestra un aumento de actos homofóbicos, lesbofóbicos y transfóbicos, según el informe semestral 2025, del Observatorio de Crímenes de Odio LGBT+, motivados por discriminación, orientación sexual, expresión e identidad de género. “Esta cifra es alarmante no solo por su magnitud, sino por su carácter histórico: representa un aumento del 70% en comparación con el mismo período del año anterior, en el que se habían contabilizado 60 casos. Pero, además, en tan solo seis meses, se alcanzó el 72% del total registrado durante todo el año 2024, que cerró con 140 casos. La evolución histórica refuerza esta tendencia: en todo 2023 se registraron 133 casos, en 2022 la cifra fue similar, y en 2021 se habían contabilizado 129”, enmarca el Observatorio.
Por ATA - Sylvia Rivera 9 de septiembre de 2025
La polémica comenzó cuando una trabajadora trans de una tienda Marks & Spencer (M&S) en el Reino Unido ofreció ayudar a una chica de 14 años en la sección de lencería. Un gesto cotidiano que, según la madre de la menor, resultó molesto para su hija. M&S respondió con una disculpa y ofreció que fuera atendida por una empleada cis si lo preferían. La situación fue corregida. Un portavoz de Marks & Spencer en una entrevista para un medio de comunicación explicó que: «Queremos que nuestras tiendas sean lugares inclusivos y acogedores para nuestros colegas y clientes». La marca defiende la inclusividad y asegura que los clientes pueden elegir ser atendidos por el empleado que deseen. El boicot impulsado por una ideología excluyente J.K. Rowling, conocida por su postura TERF (feminismo radical excluyente), aprovechó el episodio para llamar a un boicot público contra M&S. En su mensaje en redes escribió: “Es hora de que las mujeres voten con su cartera” y sugirió que boicotear a la empresa era “apropiado” si continuaba permitiendo que mujeres trans accedieran a espacios para mujeres. La respuesta de M&S
Por ATA-Sylvia Rivera 4 de septiembre de 2025
El abogado general de la Unión Europea (UE) consideró este jueves que una persona trans no tiene que demostrar haberse sometido a un tratamiento quirúrgico de reasignación de sexo para que su país reconozca jurídicamente «su identidad de género vivida» y lo reflejen también sus documentos de identidad. La opinión del abogado general Richard de la Tour, que no es vinculante pero orienta al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para su futura sentencia, apunta a que el derecho europeo se opone a una norma nacional que impida a una persona trans disfrutar del derecho a obtener «un documento de identidad que le permita ejercer libremente su derecho a circular y residir en el territorio de los Estados miembros». El caso llegó a los tribunales europeos por la demanda de una mujer búlgara que al nacer fue inscrita como una persona de sexo masculino y que posteriormente siguió un tratamiento hormonal. Pese a ello, los tribunales de su país le han negado la modificación de este dato en el registro civil, algo que le ha causado inconvenientes, especialmente a la hora de buscar trabajo. «El derecho de la UE se opone a una normativa nacional que no permite el reconocimiento jurídico del cambio de identidad de género de sus nacionales, incluso sin tratamiento quirúrgico de reasignación de sexo, y el cambio de su nombre y número de identificación personal», señala el TJUE en un comunicado. Para el abogado general francés asignado a este caso, la finalidad del documento de identidad «consiste en permitir la identificación del titular sin que pueda cuestionarse la autenticidad de los documentos que presenta o la veracidad de los datos contenidos en ellos», y restringir su derecho a tenerlo «sólo puede justificarse por consideraciones objetivas y proporcionadas». «El ejercicio por parte de una persona trans de su derecho a inscribir en el registro civil su condición de persona trans, a fin de obtener un documento de identidad o un pasaporte que se corresponda con su identidad de género, no debe supeditarse a la aportación de pruebas de un tratamiento quirúrgico de reasignación de sexo», señala el comunicado. Por tanto, el abogado general cree que el registro civil debe efectuar los cambios «con independencia de cualquier tratamiento quirúrgico de reasignación de sexo», ya que esta exigencia menoscaba «el derecho a la integridad de la persona y el derecho al respeto de la vida privada y familiar». https://efe.com/
Por ATA-Sylvia Rivera 2 de septiembre de 2025
Mariana Morales Ospina, representante de Bogotá en Miss Universe Colombia, a sus 27 años es psicóloga, modelo, actriz y activista Lgbt+. Ella no solo sería la primera colombiana, sino también la primera latina trans en representar a su país. Esta es su primera participación en un concurso de proyección internacional, en el que busca demostrar que la belleza es diversa y cada historia personal aporta a la construcción de identidad. “Representar a Colombia significa representar a las mujeres trans y demostrar la diversidad de Colombia. Su propósito es abrir caminos hacia la inclusión real, con impacto en la educación y en las políticas públicas”. Con bellos atributos físicos e intelectuales, extrovertida y empática, Mariana cuenta que con su participación busca, además, abrir caminos para la inclusión, mostrar que las mujeres trans también forman parte de la representación nacional en espacios de gran visibilidad. Actualmente, la representante trabaja con una fundación para niñas que no tienen hogar y que han estado en vulnerabilidad por abuso sexual. “Yo soy quien les ayuda a gestionar sus emociones, a reconocer su cuerpo, entre otras cosas”, ha comentado a la prensa. Su proyecto social, ha contado, nace de su propia historia, “nace de darme cuenta de que estoy representando no solo las mujeres trans, sino también mujeres que hemos sido silenciadas, que hemos estado por fuera de espacios en donde nos juzgan, nos señalan por nuestra identidad, por nuestros cuerpos, por nuestras discapacidades también”. Con su participación pretende abrir puertas y visibilizar a las mujeres trans, como “mujeres naturales y orgánicas y empoderadas. No hay diferencia entre las mujeres cis y nosotras, las mujeres trans”. Para ella, el país no está preparado para una representante trans, “me estoy metiendo con susceptibilidades como religión, como estructuras sociales que han estado establecidas. Pero si no lo hago yo, nunca va a pasar a la normalización. Siempre tiene que haber una primera mujer trans en todo, que venga a revolucionar tipos de pensamientos, así como certámenes de belleza o programas de televisión con nuestra participación y desenvolvimiento. No necesito quedarme en Miss Universo, necesito estar ahí”. Para el momento en que las candidatas tuvieron un primer encuentro, ninguna sabía que Mariana es una mujer trans. Cuando ya tuvieron una clase de pasarela en la que contaron sus historias de vida y su principal motivación para participar, fue que la representante bogotana pensó que era mejor ser sincera, por honestidad, incluso, consigo misma. “Lo recibieron muy bien. Entonces, no hubo ningún lío”. Para ella el reto más grande lo vivió antes, durante su proceso de transición, debido a que tuvo que enfrentarse a las críticas sociales. Pero contó con el apoyo de su familia, en especial de su mamá, quien permaneció a su lado en la cirugía de cambio de sexo y en los procesos hormonales. Durante el reality, que transmite el Canal RCN, en el espacio de MasterChef Celebrity los fines de semana, Mariana detalló que se ha preparado con creces para esta prueba que es el concurso, con el mismo empeño como lo ha hecho durante su vida: “Cayendo y volviéndome a levantar”. Eso sí, Mariana aclara que no se siente una representante de todas las mujeres trans, “eso sería limitar, porque algunas mujeres trans pueden estar de acuerdo con el tipo de pensamiento que se va a ver reflejado en lo que yo dije en Miss Universo y otras, no”. Ella asegura que representa claramente a “una mujer que ha estado silenciada mucho tiempo”. www.elpais.com.co
Por ATA - Sylvia Rivera 29 de agosto de 2025
La Comisión Europea ha aprobado la comercialización de lenacapavir, un medicamento que protege contra el VIH durante seis meses. Según ha informado la compañía Gilead en un comunicado, el fármaco estará disponible en Europa bajo el nombre de Yeytuo. Hace solo un mes la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya recomendó la inyección de lenacapavir dos veces al año como una nueva opción de profilaxis previa a la infección del virus. El medicamento de Gilead se presenta como “una medida histórica que podría ayudar a remodelar la respuesta global al VIH” y “un avance transformativo para proteger a las personas en riesgo de VIH”. El fármaco estará disponible para los 27 países miembros de la Unión Europea, incluyendo Noruega, Islandia y Liechtenstein. Gilead aún debe establecer el precio de lenacapavir con los sistemas de salud de cada país. Además, la compañía planea junto con el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria suministrar el medicamento a hasta dos millones de personas en países de bajos ingresos durante tres años, mientras los fabricantes de medicamentos genéricos preparan la producción bajo los acuerdos libres de regalías, según informa Reuters. Hasta la fecha, lenacapavir es lo más cercano que la ciencia ha estado de poner fin a la epidemia de una enfermedad que ya ha acabado con la vida de más de 40 millones de personas en todo el mundo. Aunque no se trata de una vacuna, actúa de forma parecida. En julio de 2024, Gilead presentó en el Congreso Internacional del Sida celebrado en Múnich (Alemania) los resultados de unos ensayos clínicos que mostraban una eficacia muy cercana al 100%. Ninguna de las mujeres de Uganda y Sudáfrica (dos de los países más afectados por el VIH y donde se realizaron los experimentos) que recibieron las inyecciones de lenacapavir se infectaron. “Para los jóvenes, la decisión diaria de tomar una pastilla o usar un condón o tomar una pastilla en el momento de la relación sexual puede ser un gran desafío. Para una mujer joven que lucha por conseguir una cita en una clínica de una ciudad o que no puede conseguir pastillas sin enfrentarse al estigma o la violencia, una inyección solo dos veces al año es la opción que podría mantenerla libre del VIH”, aclara la doctora Linda-Gail Bekker, líder de la lucha contra el VIH en el África austral y una de las principales desarrolladoras del medicamento. Los datos del VIH en España Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, en el año 2023 se diagnosticaron 3.196 infecciones por VIH en España. Se estima que actualmente viven con la enfermedad entre 136.000 y 162.000 personas, lo que representa una prevalencia del 0,31 % respecto al total de población española. De todas ellas, el 7 % desconoce su estado. El Plan Estratégico de Prevención y Control de la infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual 2021-2030 está alineado con los objetivos de ONUSIDA 95-95-95 para el año 2030, fecha en la que los estados miembros de Naciones Unidas se han comprometido a erradicar la enfermedad. https://www.infobae.com
Por ATA - Sylvia Rivera 28 de agosto de 2025
El nombramiento de Charlotte Schneider Callejas como la nueva viceministra para la Mujer en Colombia ha generado un amplio impacto a nivel nacional. Esta designación no solo resalta su trayectoria profesional, sino también su historia personal como mujer trans de origen cubano, que ahora es nacionalizada colombiana. Su llegada al cargo representa un importante paso hacia la inclusión y representa una voz para diversas comunidades marginadas. Una historia destacada en la lucha por los derechos humanos Charlotte Schneider es bioquímica formada en la Universidad de La Habana y posee una especialización en Estudios Feministas y de Género por la Universidad Nacional de Colombia. Desde su llegada a Colombia en el año 2000, Schneider ha trabajado incansablemente por los derechos de las mujeres, así como por los de la comunidad LGBTIQ+. Como directora regional del Departamento para la Prosperidad Social ha liderado proyectos que promueven la equidad y apoyan a las personas más vulnerables.
Por ATA - Sylvia Rivera 27 de agosto de 2025
Los crímenes de odio contra personas LGBT+ en Argentina aumentaron un 70 por ciento durante el primer semestre de 2025 en comparación con el mismo período del año pasado, según el último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+. El organismo registró 102 casos entre enero y junio, frente a los 60 contabilizados en 2024. El estudio revela que las mujeres trans siguen siendo el grupo más afectado: concentran el 70,6 por ciento de los ataques (72 casos). Les siguen los varones gay cis (16,7), las lesbianas (6,9), los hombres trans (4,9) y las personas no binarias (1). Del total de casos, 17 correspondieron a lesiones al derecho a la vida, incluyendo asesinatos, suicidios y muertes vinculadas a la violencia estructural que afecta de manera sistemática a las personas LGBT+, en especial a las mujeres trans. El resto de los episodios (85) estuvieron relacionados con violencia física y atentados contra la integridad que no derivaron en muertes, aunque incluyeron intentos de suicidio. El informe destaca que el 52,9 por ciento de las muertes registradas fueron de mujeres trans, lo que confirma —según los autores— que este colectivo es el blanco más recurrente de la violencia estructural y social en el país. La franja etaria más golpeada por estos crímenes es la de 20 a 29 años, que representa casi la mitad de los casos. Este dato refuerza la vulnerabilidad de jóvenes LGBT+ en contextos de discriminación, exclusión laboral y falta de acceso a derechos básicos. El rol del Estado y las fuerzas de seguridad Uno de los puntos más alarmantes del informe es que en el 64,7 porcentual de los casos la responsabilidad recayó en el Estado. En 54 de ellos, los actos de violencia fueron perpetrados directamente por fuerzas de seguridad, mientras que en 12 hubo responsabilidad de otras dependencias estatales por acción u omisión. “Lejos de brindar protección, el Estado aparece como uno de los principales agentes reproductores de violencia hacia la diversidad sexual”, sostiene el documento. Esteban Paulón, diputado nacional y activista LGBT, advirtió sobre el impacto de los discursos de odio provenientes de sectores políticos y sociales. “Cuando estas expresiones surgen desde las más altas esferas de poder, se traducen en ataques concretos contra la comunidad”, alertó. El aumento de los crímenes de odio en Argentina refleja una tendencia preocupante en la región, donde activistas advierten sobre el avance de discursos antiderechos y la falta de políticas públicas efectivas para la inclusión y protección de las diversidades sexuales. “Esto que le pasó a una compañera mañana puede pasarnos a cualquiera”, expresó Angrela Martínez, referente comunitaria. “La lucha es por un futuro donde todas las personas podamos existir en paz y en igualdad”. https://www.agencianova.com
Por ATA - Sylvia Rivera 26 de agosto de 2025
Los señalados asesinos, quienes fueron identificados como Juan Camilo Muñoz Gaviria, alias Teta o Teté, y Juan David Echavarría Zapata, alias Chuky, habrían retenido y conducido a la mujer hasta una casa donde la golpearon. Según las investigaciones, en dicha residencia, ambos hombres le ocasionaron "fracturas en sus extremidades superiores e inferiores y heridas de gravedad que comprometieron el abdomen, el tórax y los pulmones. Finalmente, la arrojaron a la quebrada La García". Los delitos de los que fueron acusados los presuntos asesinos Una fiscal especializada de la Seccional Medellín acusó formalmente a Muñoz Gaviria y Echavarría Zapata por los delitos de: Homicidio agravado Tortura con circunstancias de mayor punibilidad. Los hombres no actuaron solos. La Fiscalía General de la Nación reveló que estuvieron en compañía de otros tres sujetos, con ellos habrían constreñido a los vecinos del lugar para que no intervinieran. "Horas más tarde, familiares de la mujer y personal del cuerpo oficial de bomberos la sacaron del afluente y trasladaron a un centro asistencial de Medellín, donde falleció al día siguiente por la gravedad de las lesiones", informó la Fiscalía. Y agregó: "La investigación da cuenta de que el crimen estaría relacionado con el control ilegal que una red delincuencial ejercía en esa zona de Bello". Violencia contra las personas trans Según cifras de la Fiscalía recogidas por el Ministerio del Interior, el año pasado fueron asesinadas 29 personas trans en el país, cinco de ellas en Antioquia.
Por ATA - Sylvia Rivera 25 de agosto de 2025
MÉXICO.- Con flores, pancartas y banderas, personas trans y no binarias realizaron una manifestación pacífica este sábado en el Metro de la Ciudad de México para exigir un alto a la violencia y discriminación que enfrentan de manera cotidiana. Según El Sol de México, la movilización surgió tras el acto de discriminación del pasado 14 de agosto, cuando a una mujer trans le fue impedido el acceso al vagón exclusivo para mujeres. El punto de encuentro fue la estación Insurgentes, donde alrededor de las 13:00 horas ingresaron al vagón de mujeres para repartir flores y dialogar con las pasajeras. “Venimos a mostrar amor frente al odio” Durante la acción, las manifestantes colocaron stickers con la leyenda “soy mujer” y reiteraron que su protesta no implicaba destrozos ni pintas. Una de ellas explicó: “Venimos a mostrarles amor frente a los discursos de odio. Venimos ocupando este espacio que por ley nos corresponde para estar seguras. Venimos a ocupar el vagón de manera pacífica para que se reconozcan nuestros derechos y sobre todo nuestro derecho a existir”. Otra participante señaló que los transfeminicidios en México son una realidad alarmante: “Por eso estamos aquí sin hacer inconoclasia, porque esa digna rabia la estamos canalizando para demostrar que somos personas trans que queremos vidas dignas como cualquier otra persona, que queremos condiciones de vivienda digna, que pagamos impuestos como cualquier otra persona y que somos parte de esta sociedad”, declaró. Apoyo y rechazo entre usuarias Las reacciones dentro del vagón fueron diversas. Algunas pasajeras aplaudieron y apoyaron a las manifestantes, mientras que otras prefirieron escuchar en silencio. Una usuaria se tapó los oídos para no escuchar los discursos, mientras que otra mujer comentó: “Soy madre de familia que represento a mis hijos en una escuela, por lo tanto tengo el mismo derecho que todas las mujeres de ocupar este espacio para mis traslados, también nosotras buscamos viajar seguros”. Transfeminicidios recientes en México La protesta estuvo marcada por el recuerdo de recientes transfeminicidios. En Jalisco, el 9 de agosto fue asesinada Katia Daniela Medina, directora del Colectivo Trans Zapotlán, y un día después, el 10 de agosto, Joselinne Páez perdió la vida tras ser brutalmente golpeada. En Tabasco, el 20 de agosto, otra mujer trans conocida como “La Monse” fue asesinada en una cantina cuando dos hombres ingresaron y le dispararon directamente. Activistas y colectivos han señalado que estos hechos constituyen crímenes de odio y han exigido investigaciones claras y justicia para las víctimas. Cifras que preocupan De acuerdo con el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT, en lo que va del 2025 se han registrado 22 asesinatos de personas LGBT+, casi tres al mes, además de 15 desapariciones vinculadas con crímenes de odio. La marcha continuó hacia la estación Merced, donde realizaron un pequeño mitin con consignas como “Ni cis, ni trans, ni una muerta trans”, “Aquí se ve la resistencia trans” y “Aquí se ve la furia NB”. Después, las manifestantes volvieron a ingresar al Metro y concluyeron su acción en la estación Cuauhtémoc. https://www.elimparcial.com