Definirme como chico trans me permitió dejar de llorar por tristeza y empezar a hacerlo por felicidad

ATA - Sylvia Rivera • 21 de febrero de 2019

Mastectomía. Unos meses atrás se realizó la operación para quitarse las mamas: sintió que se liberaba de algo que le incomodaba. Ya tiene su DNI de varón. Aquí cuenta cómo fue el proceso de darse cuenta.

Días atrás realicé una consulta en el sitio web del Gobierno para averiguar en qué estado se encontraba el trámite de mi nuevo DNI que inicié hace unos meses. Para mi sorpresa, al ingresar mi número de documento, el sistema me dio la bienvenida con el nombre con el que elegí llamarme, Samuel Valentín Zuidwijk. De inmediato, los ojos se me llenaron de lágrimas. Como nunca antes, el 2018 fue un año en el que sentí las emociones a flor de piel. Así, me encontré llorando de felicidad cuando finalmente conté con el apoyo de mi familia en el camino que había decidido emprender, cuando tuve entre mis manos la autorización médica para que pudiesen realizarme la mastectomía , y, treinta días más tarde, cuando volví a salir al mundo sin llevar puesta la faja que me había acompañado durante todo el período de recuperación. A mi modo de ver, la emoción es consecuencia directa de un profundo sentimiento de realización. Es cierto, auto conocerme me demandó muchísimo tiempo.

Comencé a derramar lágrimas –pero de tristeza– desde chico. Según me cuentan, me arrancaba las hebillitas del pelo cuando me las ponían y estallaba en llanto cada vez que pretendían que usara un vestido. Desde aquel entonces resultaba evidente mi incomodidad frente a la imposición de un uso determinado del cabello o de una vestimenta diferente a la que mi hermano mayor tenía permitido usar. Por fortuna, él jamás me juzgó y me trató siempre como a un par . Pero, pese a llevarnos como iguales, ambos entendíamos que el mundo buscaba diferenciarnos el uno del otro. Juntos crecimos jugando a los detectives, siempre a la espera de que él diese su próximo estirón para que yo pudiera heredar su “ropa de nene”.

Sin embargo, el tiempo pasó y mi forma de vestir y de expresarme se volvieron cada vez más disruptivas ante la mirada de los demás, especialmente una vez llegados mis años de adolescente. Para entonces, mi cabello era corto y mi atuendo y actitudes marcadamente varoniles. Mis viejos me respetaban, pero no perdían las esperanzas de que me “encarrilase”.

Recuerdo que durante la época de las fiestas de quince –que, por supuesto, no quise celebrar– intentaron convencerme de que usara un poco de rímel o de maquillaje para que luciera algo más femenino, ya que daban por sentado que verme con vestido era completamente imposible. Pero las negociaciones con mis padres no eran nada en comparación con el sufrimiento que me producía tener que usar falda en el colegio. Al igual que me ocurría en mi infancia, era tal la angustia que me invadía en esos días que sólo podía llorar. Mi autoestima se desplomaba y no salía al patio para que nadie me viese. Curiosamente, jamás me cuestioné el origen de aquellos sentimientos, aunque los comprendía muy bien: no me sentía identificado con el modo en que, por estereotipo, las mujeres debían verse.

Mis compañeros de curso tampoco me pusieron las cosas fáciles. La disidencia en mi forma de ser me valió un pasaje directo a la tierra del bullying. Como castigo por ser distinto, me trataban de “lesbiana”. Pero lo que más me afectaba era que se refiriesen a mí con pronombres masculinos. Paradójicamente, como todavía me identificaba como una chica, el ser tratado de esa manera me hacía sentir inferior al resto.

La discriminación fue uno de los motivos por los cuales tomé la decisión de salir del clóset por primera vez. Entendí que para satisfacer las exigencias y la curiosidad de los demás lo mejor que podía hacer era rotularme de alguna manera. En un primer término dije que era bisexual y, tiempo después, lesbiana. Disipadas las dudas –para los demás–, las agresiones en la escuela fueron cesando poco a poco. Sin embargo, mis declaraciones no sólo tuvieron que ver con una demanda del afuera, sino y principalmente con las pequeñas certezas que yo mismo fui encontrando para poder acercarme hacia mi verdadera identidad. Y no fueron inocuas: me valieron el alejamiento de varios compañeros de curso con los cuales formábamos un grupo de “amigos”, que no lo aceptaron.

Comprendí que la etiqueta de lesbiana que me había auto impuesto no me representaba. Con el abanico de opciones volviéndose cada vez más estrecho, empecé a sospechar que en verdad me sentía identificado con el género masculino. En ese momento, ante la posibilidad real de que mi identidad fuese la de un chico trans, me vi invadido por fuertes sentimientos de confusión y de temor .

Al mismo tiempo, me parecía preocupante el bajísimo cupo laboral disponible para los miembros de esta comunidad. En pocas palabras, temía que, de asumirme como tal, mi vida fuese a cambiar drásticamente. Sin embargo y en menor medida, también rememoro el pesar que me ocasionaba tener que darle la razón a todos los compañeros de curso que se habían mofado de mí. Me dolía en el orgullo admitir que no se habían equivocado.

Pero tapar el sol con las manos me resultó imposible; para el final del secundario había dejado de representarme por completo con el género femenino. Contrariamente, cuanto más masculino se veía mi reflejo en el espejo, más a gusto conmigo mismo me sentía. Por fin, decidí evaporar toda duda y comencé a contactar a través de las redes sociales a gente trans y “no binaria”, término que me definió durante ese período de mi vida y que hace referencia a aquellas personas que no logran identificarse con ningún género en particular. Así fue como comencé a formar parte de una nueva comunidad y como conocí a Mariano, un chico trans con quien hicimos amistad y cuyas palabras me darían el empujón que me estaba haciendo falta: “ Si tu familia o tus amigos no te aceptan, tienes toda una comunidad detrás tuyo que lo va a hacer y que te va a contener”.

En aquel contexto conocí a mi actual novia, una chica cis con quien nos pusimos en contacto a través de un grupo de amigos que compartíamos.

Según me contó tiempo después, ella se dio cuenta de que yo era un varón trans desde la primera vez que me vio. Desde luego, al frecuentar entornos LGBT en ambos casos, eso le pareció de lo más normal. Al hablar de nuestra historia, la mayoría de las personas cis siente curiosidad por la forma en la que una chica y un chico trans se relacionan en el campo de lo sexual .

Esto jamás me generó ningún tipo de preocupación, ni tampoco a ella. En nuestro caso, al igual que en cualquier otro de este tipo, todo depende de los gustos de cada integrante y de cada pareja en particular.

La compañía y ayuda de mi novia resultaron indispensables para mi auto conocimiento. Un buen día apareció con un regalo, un libro llamado Infancia Trans , que relata la historia de una nena que comenzó a expresar su identidad de género desde muy temprana edad. El interés por Luana, su protagonista, me motivó a adquirir un segundo libro sobre ella, titulado Yo Nena, Yo Princesa , y escrito a modo de diario íntimo por su propia madre. Vi mi historia completamente representada en la de aquella niña y también en las palabras de su mamá, quien, al igual que la mía, había intentado disuadirla de la identidad que manifestaba tan abiertamente; conducta de la que decía estar arrepentida. Lloré a mares, pero, en aquella ocasión, las lágrimas fueron de felicidad. Había conseguido comprender y aceptar mi realidad. No sólo eso. A su vez, sabía que ese libro constituía la herramienta perfecta para que mi familia fuese capaz de entenderla también. Y así fue.

Con el panorama claro, tuve que elegir un nuevo nombre con el cual pudiera sentirme identificado. Entonces recordé mi infancia, cuando jugábamos a ser detectives con mi hermano mayor. Nos llamábamos Jimmy y Sam, y aunque este último era el nombre del personaje que mi hermano interpretaba, siempre fue el que más me había gustado de los dos. Como “Sam” me parecía muy corto, decidí que me llamaría Samuel , en honor a aquel niño que había expresado su identidad desde siempre; y que mi segundo nombre lo definiría la fecha de mi nacimiento, el día de San Valentín, que también hace alusión a la cualidad de “valentía”.

Mi nombre anterior no lo recuerdo con enojo, acaso sólo con cierta incomodidad. Lo cierto es que, a excepción de personas de mi confianza, dejé de divulgarlo a partir de entonces, ante todo porque temo que exista gente que, de conocerlo, tendría la sola intención de utilizarlo con el fin de buscar herirme, como me ha sucedido en el pasado y como le pasa a muchos en mi situación.

El “click” definitivo para mis padres se produjo con la fecha de mi operación. El 26 de julio de 2018 logré dar el que para mí fue un gran paso y modificar una parte de mi cuerpo con la que jamás me había sentido a gusto. Decidí realizarme una mastectomía, procedimiento que gracias a la Ley de Identidad de Género fue cubierto al ciento por ciento por mi obra social.

Momentos antes de ingresar al quirófano, mis viejos pudieron ver en mi rostro la alegría que representaba para mí lo que estaba a punto de suceder. Así me lo comunicaron y, de una vez por todas, supe que contaba con su completo apoyo. La intervención estuvo a cargo de la doctora Laura Bramati, una profesional del Hospital Italiano que me recomendaron otras personas trans. La recuperación demoró un mes y fue bastante dolorosa, pero valió la pena. Luego tuve permitido quitarme la faja que me había acompañado durante todo el proceso, justo el día en el que volvían a comenzar las clases en mi facultad. Retorné a las aulas llorando de la alegría. Recuerdo la sensación del contacto de mi piel con la ropa como el signo indiscutible de que, por fin, había concretado mi sueño.

Hoy en día no me considero un “varón hecho y derecho”, sino que me identifico como un chico trans, ya que no nací con ciertas cualidades con las que un hombre cis sí. Además, creo que definirme de esa manera enaltece todo el camino de lucha por mi identidad. Si bien puedo decir que me encuentro conforme y feliz con mi apariencia, mi única asignatura pendiente es la de tener una voz algo más grave. Es por eso que tengo pensado someterme a un tratamiento hormonal, al menos durante un tiempo. Los médicos me informaron que algunos de los cambios que este tipo de terapia pueden traer aparejados son el crecimiento de vello, la redistribución de la grasa corporal y modificaciones de la estructura ósea. Por eso me han remarcado la importancia de la realización de controles periódicos.

Llamativamente, incluso miembros de la comunidad trans caen a veces en la trampa de la intolerancia y juzgan a nuestros pares por estar o no operados o bajo tratamiento hormonal, cuando nuestra expresión de género no tendría por qué definir la forma en la que cada individuo se auto percibe. Pienso que aún nos debemos una gran reflexión sobre estas cuestiones, y conservo la esperanza de que, en algunos años, por ejemplo, se acepte con naturalidad que la profe del colegio de nuestros hijos sea una persona trans. No pierdo la fe en que mi pequeña utopía se vuelva realidad algún día; en que se convierta en un momento más de esos tan felices que desde hace un tiempo he comenzado a vivir.
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Samuel Valentín Zuidwijk nació el 14 de febrero de 1999 en Capital Federal y vive en casa de sus padres junto con su hermano mayor. Empático con las personas que han transitado historias como la suya, se considera un joven privilegiado por haber podido crecer dentro de una familia en la que siempre tuvo garantizado el acceso a la salud y a la educación. Sus pasiones son la edición de video y la fotografía, las mismas que lo llevaron a inscribirse en la Licenciatura en Artes Audiovisuales, carrera que actualmente cursa en la Universidad Nacional de las Artes. Al respecto, proyecta utilizar los recursos y técnicas que está aprendiendo para poder dejar registro de su transición a través del tratamiento hormonal que está próximo a comenzar.

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Noticias

Por ATA-Sylvia Rivera 7 de agosto de 2025
La apertura del refugio Ace’s Place, en Long Island City, Nueva York, representa un paso histórico muy importante para la comunidad trans estadounidense.
Por ATA-Sylvia Rivera 6 de agosto de 2025
Un estudio llevado a cabo desde el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER-ISCIII), ha analizado los conocimientos y el uso entre personas trans y/o no binarias de dos de las principales estrategias de prevención del VIH: la profilaxis pre-exposición (PrEP) y la profilaxis post-exposición (PEP). Los resultados del estudio, liderado desde la Escuela Nacional de Sanidad (ENS) del ISCIII y publicado en la revista International Journal for Equity in Health, revelan que las personas trans tienen un bajo conocimiento y hacen un uso anecdótico de ambas herramientas (PrEP y PEP), pese a ser una población prioritaria en la respuesta a la epidemia de VIH y a que están disponibles de forma gratuita en el sistema público de salud. Tanto la PrEP como la PEP son estrategias de prevención altamente efectivas en disminuir la transmisión de VIH. La PrEP consiste en la toma de medicamentos antirretrovirales en personas con alto riesgo de contraer el VIH, mientras que la PEP es un tratamiento con antirretrovirales que se toma después de una posible exposición al VIH para prevenir la infección. La investigación se ha basado en los datos obtenidos en el Estudio Transaludes, el primer estudio a nivel nacional de la salud de una muestra amplia y diversa de personas trans y/o no binarias residentes en España, presentado el año pasado por el ISCIII. El estudio, recientemente publicado, ha analizado la información de 1.468 personas mayores de 15 años, reclutadas entre octubre de 2023 y marzo de 2024, a través de métodos mixtos de captación online y presencial, incluyendo redes sociales, organizaciones comunitarias y unidades de identidad de género. Los resultados globales de la investigación muestran que solo la mitad de las personas participantes conocía la PrEP, que apenas un 15 % sabía cómo acceder a ella, y que tan sólo un 2,8 % la había utilizado alguna vez. En el caso de la PEP, los niveles eran aún más bajos: apenas un tercio había oído hablar de ella, un 13 % sabía cómo solicitarla y sólo un 1,6 % la había utilizado alguna vez, generalmente en una sola ocasión. Estas cifras contrastan con el hecho de que ambas estrategias están disponibles desde hace años en el sistema sanitario público: la PrEP se financia en España desde 2019 para personas con prácticas de riesgo para la adquisición del VIH, y la PEP está disponible desde hace más de dos décadas en servicios de urgencias y unidades de enfermedades infecciosas. Los resultados del estudio revelan desigualdades en salud y un amplio margen de mejora en la implementación de estas medidas preventivas, teniendo en cuenta los determinantes sociales y estructurales de la salud, para incorporar de forma inclusiva a una población que, según ONUSIDA, constituye un grupo clave en la respuesta frente al VIH. También evidencia inequidades que deben ser abordadas para cumplir los objetivos 95-95-95 de cara a 2030. Principales conclusiones del estudio La investigación también ha analizado los factores asociados al conocimiento y uso de estas estrategias preventivas. El conocimiento de ambas estrategias fue mayor entre mujeres trans y personas no binarias, entre quienes tienen estudios universitarios, y también entre las personas que han realizado algún proceso médico relacionado con la transición o que refirieron prácticas sexuales de riesgo. En cuanto al uso, fue más frecuente entre personas mayores de 30 años, residentes en grandes ciudades y con prácticas sexuales consideradas de mayor riesgo para la adquisición del VIH. Estos patrones sugieren la existencia de desigualdades estructurales en el acceso a la información y al uso de estas estrategias preventivas dentro de la población trans y/o no binaria. Los autores y autoras del estudio subrayan la necesidad de reforzar las acciones de prevención del VIH especialmente en los hombres trans, las personas más jóvenes, con menor nivel educativo, residentes en municipios más pequeños o con prácticas sexuales de más riesgo. A pesar de que las personas trans son unas de las poblaciones prioritarias en la respuesta a la epidemia del VIH, la estigmatización estructural y la discriminación siguen traduciéndose en desigualdades en salud. Además de los factores estructurales anteriormente mencionados, en el estudio Transaludes se han identificado potenciales barreras en el acceso a los servicios sanitarios como el miedo a visibilizarse como persona trans en consulta, la experiencia previa de discriminación en el acceso al sistema sanitario y la falta de competencias culturales en los servicios sanitarios, entre otros. El estudio subraya además la necesidad de repensar las estrategias de prevención del VIH desde una perspectiva más inclusiva. Frente a modelos tradicionales de prevención, los datos del trabajo revelan una amplia diversidad de identidades, orientaciones y prácticas sexuales entre las personas trans y/o no binarias. Este hallazgo refuerza la importancia de diseñar intervenciones de prevención que se adapten de forma realista y culturalmente adecuada a las necesidades de esta población. Finalmente, el equipo señala que los hallazgos ponen de relieve la necesidad de abordar los determinantes sociales y estructurales que generan desigualdades en salud, incluyendo aquellos relacionados con la falta de reconocimiento de la identidad de género. Para ello, resulta fundamental implementar políticas públicas que combatan la discriminación y estigmatización hacia las personas trans y/o no binarias, y que promuevan entornos más inclusivos y equitativos para esta población. El trabajo ha sido realizado por un equipo multidisciplinar compuesto por personal investigador del Centro Nacional de Epidemiología y la Escuela Nacional de Sanidad (ISCIII), las áreas de Epidemiología e Infecciosas del CIBER-ISCIII (CIBERESP y CIBERINFEC), el Hospital Universitario Severo Ochoa, la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA), El Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y el Sida de Cataluña (CEEISCAT), y el Programa de Doctorado en Ciencias Biomédicas y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid. Firman el artículo Sara Moreno-García, Paule González-Recio, Marta Donat, Cinta Folch, Carlos Iniesta, María Alonso-Colón, Juan Miguel Guerras y María José Belza. https://www.isciii.es
Por ATA-Sylvia Rivera 5 de agosto de 2025
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos anunció el lunes que ha actualizado su política de inmigración para restringir la concesión de visados a las mujeres trans que quieran competir en deportes femeninos. Bajo la actualización de la política, el USCIS considerará "el hecho de que un atleta masculino haya estado compitiendo contra mujeres" como un factor negativo al evaluar las peticiones de visado en categorías como O-1A para habilidades extraordinarias, tarjetas verdes EB-1 y EB-2 para trabajadores altamente cualificados y exenciones de interés nacional. "USCIS está cerrando la laguna jurídica para los atletas masculinos extranjeros cuya única oportunidad de ganar deportes de élite es cambiar su identidad de género y aprovechar sus ventajas biológicas contra las mujeres", dijo el portavoz del USCIS Matthew Tragesser. "Es una cuestión de seguridad, justicia, respeto y verdad que sólo las mujeres atletas reciban un visado para venir a EU a participar en deportes femeninos". La medida se alinea con esfuerzos del Gobierno de Donald Trump para regular la participación de personas trans en el atletismo y sigue políticas similares promulgadas a nivel estatal en todo el país. El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos actualizó el mes pasado su política para alinearla con un decreto firmada a principios de este año por Trump que prohíbe a las mujeres trans competir en deportes femeninos. Trump firmó en febrero una directiva que, según sus partidarios, restablecerá la equidad, pero que, de acuerdo a los críticos, vulnera los derechos de una pequeña minoría de atletas. https://es-us.noticias.yahoo.com
Por ATA-Sylvia Rivera 4 de agosto de 2025
Una coalición de estados gobernados por demócratas en Estados Unidos anunció este viernes una demanda contra el gobierno de Donald Trump por una orden que impide que las clínicas brinden atención de afirmación de género a menores. La demanda, presentada por funcionarios de California y otros 15 estados, así como del Distrito de Columbia, impugna una orden ejecutiva que denuncia el tratamiento como "mutilación química y quirúrgica". La orden, firmada por el mandatario republicano en enero, insta al Departamento de Justicia a investigar a los proveedores que ofrecen ese tratamiento, incluso en los estados donde es legal. "Los incesantes ataques del presidente y su administración a la atención de afirmación de género ponen en peligro la salud y el bienestar de adolescentes ya vulnerables", declaró el fiscal general de California, Rob Bonta. "Sus exigencias de que nuestros proveedores de atención médica discriminen a las personas trans y les nieguen el acceso a la atención necesaria son crueles e irresponsables". El Departamento de Justicia señaló el mes pasado que había emitido más de 20 citaciones a médicos y clínicas que brindan tratamiento a adolescentes. La Fiscal General de Estados Unidos, Pam Bondi, declaró entonces que "los profesionales médicos y las organizaciones que mutilaron a niños al servicio de una ideología distorsionada rendirán cuentas". La demanda, presentada ante un Tribunal de Distrito en Massachusetts, argumenta que las acciones del gobierno federal carecen de fundamento legal y deberían ser declaradas ilegales. "Estas acciones han creado un efecto disuasorio, ya que los proveedores se ven presionados a reducir su atención por temor a ser procesados, dejando a innumerables personas sin la atención crítica que necesitan y a la que tienen derecho por ley", declaró Bonta. Los derechos LGBTQ+ se han convertido en un tema de debate en Estados Unidos, donde Trump se benefició de un gran apoyo público a su cruzada contra la llamada "ideología woke". En sus primeros días en el cargo, el presidente declaró que el gobierno federal solo reconocería dos géneros, hombres y mujeres, y ha atacado a las personas trans a través de una serie de decisiones. En febrero, emitió una orden ejecutiva destinada a prohibir la participación de atletas trans, lo que permite a las agencias federales suspender la financiación a cualquier institución que no considere el género asignado al nacer para determinar el sexo. La demanda presentada este viernes reúne a los estados de California, Nueva York, Massachusetts, Illinois, Connecticut, Delaware, Hawái, Maine, Maryland, Míchigan, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Rhode Island, Wisconsin, Pensilvania y el Distrito de Columbia. Se trata de la última iniciativa legal de una coalición de estados gobernados por los demócratas para contrarrestar lo que consideran como una extralimitación de la presidencia de Trump. https://es-us.noticias.yahoo.com
Por ATA-Sylvia Rivera 1 de agosto de 2025
El director de 'Adela' y 'La Casita Blanca' ha fallecido a los 76 años y deja una profunda huella en el cine catalán por su compromiso con la diversidad, la memoria histórica y el cine de autor.
Por ATA - Sylvia Rivera 31 de julio de 2025
La comunidad LGTBI+ de Barcelona está de luto. Venus Hartman, artista drag, activista incansable y una de las figuras más queridas de la escena queer catalana, ha fallecido este martes de forma inesperada, según informó el Observatorio contra la LGTBI-fobia a través de redes sociales. El organismo compartió un emotivo mensaje en su cuenta oficial de X (antes Twitter): “Su legado y su lucha por la visibilidad y los derechos del colectivo LGTBI+ continuarán inspirándonos. Todo nuestro calor a las personas que le amaban. Gracias por tanto, Venus.” Homenajes desde toda la escena drag La noticia ha generado una profunda conmoción entre artistas, seguidores y compañeros del circuito drag nacional, especialmente en Barcelona, donde Venus Hartman era reconocida no solo por su talento escénico, sino también por su compromiso con los derechos del colectivo. Una de las primeras en despedirse públicamente fue Estrella Xtravaganza, participante de la segunda edición de Drag Race España. Su mensaje fue tan sentido como desgarrador: “Hoy me cogía un tren para poder darte el último abrazo, pero tú siempre has sido muy de ir a la tuya, y no nos has esperado... Solo el recuerdo al que aferrarme. Guapísima, irascible, atrevida, divertida, la reina del playback. Con miedo, pero valiente.” También se pronunció Le Cocó, ganadora de la última edición del programa: “Me abriste las puertas de Barcelona y estabas a mi lado en cada show. Me vienen tantos recuerdos… camerinos, escenarios y muchas risas… Vuela alto, mi amor. Descansa en paz. Te quiero.” Una pérdida irreparable para el colectivo La repercusión de su partida también alcanzó a otras figuras del panorama drag como Charlotte Bish, Sagittaria, Sorny o Victoria Monique, quienes dedicaron palabras cargadas de cariño, respeto y admiración. Venus Hartman no era solo una reina del espectáculo, sino también una voz visible y valiente dentro de la comunidad. Su activismo, su entrega en cada show, y su autenticidad dejan una huella imborrable en quienes la conocieron. Hoy, la noche barcelonesa se tiñe de luto, pero también de gratitud. Porque Venus Hartman fue mucho más que una artista: fue símbolo de resistencia, libertad y amor por lo diverso. https://www.lagaceta.com.ar
Por ATA - Sylvia Rivera 31 de julio de 2025
La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba aprobó el pasado 18 de julio una profunda reforma de la Ley del Registro Civil que permitirá a las personas trans modificar su género legal en documentos oficiales sin necesidad de someterse a cirugía de reasignación genital. La reforma fue aprobada por unanimidad por el Parlamento cubano y se alinea con lo establecido en la Constitución de 2019 y el Código de las Familias , aprobado en referéndum en 2022. Además del cambio de género legal, la nueva ley reconoce legalmente las uniones afectivas entre personas no casadas y permite a los progenitores elegir el orden de los apellidos de sus hijos; lo que abre la puerta a prácticas más igualitarias y menos normativas en la constitución de familias. La norma también prohíbe la inscripción de nombres que puedan vulnerar la dignidad humana o coincidir con marcas comerciales, buscando preservar la identidad de los niños desde su nacimiento. Nuevo Registro Civil en Cuba El ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, quien presentó la norma; destacó que el Registro Civil es una actividad estratégica del sistema de justicia cubano y la única que mantiene su vitalidad en situaciones excepcionales. Subrayó que la transformación busca «garantizar derechos, ordenar las políticas públicas y proteger la historia personal y colectiva del pueblo cubano». Un elemento crucial de la reforma es la digitalización integral del Registro Civil, reemplazando progresivamente el uso del papel por bases de datos electrónicas. En este sentido, se creará un Registro Civil Central con una base de datos nacional digital, y se implementará un folio único por persona que concentrará los actos registrales de forma cronológica; lo que mejorará la localización y control de la información. El principio rector es que «por las oficinas estatales circule la información y no las personas»; lo que busca reducir trámites para los ciudadanos. La nueva legislación es resultado de años de demandas de activistas, juristas y organizaciones de derechos humanos.
Por ATA - Sylvia Rivera 30 de julio de 2025
Algunos países han empezado a modificar sus marcos legales para reconocer derechos a personas trans en contextos históricamente conservadores, donde los avances habían sido limitados. Esto representa un progreso significativo en materia legal para brindar derechos a la identidad, la protección y el acceso igualitario a la justicia para esta población. Sin embargo, estos progresos coexisten mientras que en otras partes del mundo avanza una ola de discursos y acciones políticas que amenazan décadas de conquistas de los movimientos LGBTIQ+. Por ejemplo, en América, las personas LGBTIQ+ siguen viendo cómo sus derechos son negados en algunos países, cuestionados en otros e incluso recortados en lugares como Estados Unidos y Argentina, que, desde el norte y el sur del continente, encabezan una ofensiva contra la diversidad sexual y de género. Bajo este escenario global contradictorio, donde los marcos legales para las personas disidentes avanzan en unos territorios y retrocede en otros, resulta especialmente significativo el caso de Cuba. El pasado 13 de julio, el parlamento aprobó la nueva Ley del Registro Civil. Esta normativa permite a las personas modificar el marcador de sexo en sus documentos de identidad sin necesidad de una operación de reafirmación de género ni de una orden judicial que lo permita. Aunque en Cuba ya se había legalizado el matrimonio igualitario y la adopción homoparental en 2022, las personas trans habían quedado excluidas de ese marco normativo. Por primera vez, la isla incorpora el derecho a la autodeterminación de género. La normativa también establece que el registrador debe revisar la solicitud presentada por la persona y emitir una resolución. El texto aclara que “en ningún caso esta solicitud está condicionada a la previa modificación de la apariencia o función corporal de la persona, ni a procedimiento quirúrgico de reasignación genital”, eliminando así cualquier barrera que limite estas decisiones y asegurando que el cambio registral se base únicamente en la voluntad de la persona. Antes de la reforma, las personas trans en Cuba solo podían cambiar su nombre en los documentos oficiales, mientras el marcador de sexo permanecía sin modificación. Esta discrepancia entre nombre y sexo reflejaba un reconocimiento parcial, sin contemplar plenamente la identidad de las personas con identidades de género diversas. Pese a que es un gran avance en la isla, organizaciones sociales señalan que sustituir la categoría de “sexo” en los documentos oficiales, en lugar de “género”, sigue vinculando la identidad al cuerpo y la genitalidad, y reproduce un enfoque binario que excluye a quienes no se identifican dentro de esas categorías. De forma paralela a lo ocurrido en Cuba, otro avance se produjo en India. El Tribunal Superior del estado de Andhra Pradesh reconoció legalmente a las mujeres trans, permitiéndoles el ejercicio pleno de sus derechos dentro del sistema legal del país. En el fallo, el tribunal sostuvo que reducir el concepto de mujer a criterios exclusivamente biológicos contradice los artículos 14, 15 y 21 de la Constitución india, que garantizan la igualdad ante la ley, la no discriminación y el derecho a la dignidad y la libertad personal. El caso se originó a partir de la demanda de Pokala Shabana, una mujer trans que acudió a la justicia para exigir protección bajo un artículo del Código Penal que ampara a las mujeres frente a la violencia doméstica y el abuso relacionado con la dote. Su petición fue rechazada inicialmente con el argumento de que la categoría legal de mujer estaba reservada solo para quienes podían tener hijos. En la reciente resolución, el juez Venkata Jyothirmai Pratapa afirmó que “la capacidad reproductiva no puede ser un criterio para definir a una mujer” y calificó esa interpretación como “legalmente insostenible”. Con esta decisión, el tribunal abrió la puerta para que puedan ser nombradas legalmente como mujeres en todo el país. Este fallo se inscribe en un proceso más amplio de transformación jurídica y social en India, iniciado en 2014, cuando la Corte Suprema reconoció oficialmente a las personas trans como un “tercer género”. Desde entonces, distintos tribunales han ampliado sus derechos, como el acceso a documentos oficiales con su identidad de género, así como la aceptación legal de una mujer trans como “novia” bajo la Ley de Matrimonio Hindú. Estas decisiones han contribuido a establecer precedentes importantes para las mujeres trans en un país cuya historia cultural y espiritual incluye desde hace siglos a las “hijras”, mujeres tradicionalmente asociadas a deidades que trascienden el binarismo de género, como Shiva o Ardhanarishvara, divinidad que encarna simultáneamente lo masculino y lo femenino. Así mismo, otro país que se une al listado de coyunturas recientes que brindan garantías legales a las personas trans es Hong Kong. El pasado 23 de julio, a través del juez Russell Coleman, se anularon dos disposiciones que penalizaban el acceso a baños públicos según la identidad de género, declarando que las personas trans tienen derecho a utilizarlos conforme a su identidad. Sin embargo, no es una medida permanente, pues la suspensión de la normativa solo tendrá vigencia de un año. Esto mientras que le da tiempo al gobierno para ajustar nuevamente la ley que dictamina esta separación de baños por género. Localmente se restringía el acceso a baños públicos en función del sexo asignado al nacer, lo que impedía a las personas trans utilizar los baños que correspondieran con su identidad de género, en especial las mujeres. La excepción eran los niños menores de cinco años acompañados por una familiar mujer o una enfermera. La decisión judicial se suma a una serie de cambios recientes en Hong Kong en materia de reconocimiento de derechos para las personas trans. En febrero de 2023, el Tribunal de Apelación Final falló por unanimidad a favor de activistas que impugnaban la exigencia de someterse a una cirugía de reasignación de género para poder cambiar los documentos de identidad. El tribunal consideró que esa restricción vulneraba derechos fundamentales. Como respuesta, el gobierno revisó la política en abril de 2024 y permitió que personas trans puedan realizar dichos cambios en sus documentos oficiales, aunque se mantuvieron ciertos requisitos médicos. https://www.elespectador.com
Por ATA - Sylvia Rivera 29 de julio de 2025
La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a seis meses de prisión y al pago de una indemnización de 2.000 euros a una mujer por insultar, amenazar y agredir durante meses a la que era la pareja sentimental de su hija por su identidad, persona trans, a la que llegó a definir como "feto mal hecho" o "demonio". La sentencia la considera responsable de un delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas reconocidos en la Constitución en su modalidad de lesión de la dignidad por motivos discriminatorios. Además de la pena de cárcel, le impone el pago de una multa de 1.100 euros, inhabilitación especial para profesión u oficio educativos en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre durante el plazo de tres años y medio y la prohibición de aproximarse a menos de 250 metros a dicha persona o comunicarse con ella por un periodo de dos años. Asimismo, la condena por un delito de amenazas al pago de 360 euros, que se unen a los 2.000 que deberá abonar por responsabilidad civil en concepto de daño moral. Se le concede el beneficio de la suspensión de la pena de cárcel por dos años condicionada a que no vuelva a delinquir durante el plazo de suspensión fijado y a que abone la responsabilidad civil, así como a la realización de un programa formativo en materia de igualdad de trato y no discriminación. Se considera probado que la acusada, entre el año 2021 y marzo de 2023, actuando con ánimo intimidatorio y con el deliberado propósito de menoscabar la integridad moral ajena motivada por la identidad, persona trans, de la pareja sentimental de su hija, se dirigió a él a través de llamadas telefónicas, de forma reiterada, en las que lo insultaba y lo amenazaba. Asimismo en una ocasión, la acusada, actuando con ánimo de menoscabar la integridad física ajena y con el mismo propósito discriminatorio anterior, tras proferirle de nuevo insultos y amenazas, le propinó una bofetada en la cara. Los insultos y calificativos peyorativos también se los realizó a la madre de esta persona. Según la sentencia, la acusada utilizaba todos los términos para referirse a la pareja de su hija con carácter peyorativo por razón de su identidad sexual o de género, siendo ese sentimiento de rechazo el que le impulsó a protagonizar episodios de manera sistemática y continuada de dirigirse con burla y despectivamente a la víctima. El fallo judicial señala que la extensión temporal de esta manera de proceder hirió a la víctima "en el amor propio, menoscabando su dignidad". https://www.huelvainformacion.es
Por ATA - Sylvia Rivera 28 de julio de 2025
El certamen Miss Universo Ecuador 2025 ya está en marcha y, entre las candidatas oficiales, destaca una figura que marca un hito en la historia del concurso: Kenia Bonilla, la primera mujer trans en competir por la corona nacional. Un hito para el Ecuador Nacida en Santo Domingo de los Tsáchilas y de padres esmeraldeños, Kenia tiene 29 años y es modelo profesional. En 2024 representó a Ecuador en el Miss International Queen en Tailandia, uno de los certámenes más importantes para mujeres trans en el mundo. Ahora, su presencia en esta edición de Miss Universo fue celebrada como un acto de valentía y transformación social, abriendo espacio para nuevas formas de representación en escenarios donde históricamente se han impuesto estándares rígidos. Kenia es una mujer trans, su inclusión no solo visibiliza las diversidades sexuales y de género, sino que inspira a muchas personas a vivir con autenticidad y orgullo. Este paso hacia la inclusión ha sido posible gracias a los cambios impulsados por el Concurso Nacional de Belleza (CNB Ecuador), que desde 2024 eliminó restricciones de edad, estado civil o maternidad, permitiendo una mayor amplitud de perfiles entre las candidatas. Estos ajustes han enriquecido el certamen, sin disminuir las exigencias de preparación, disciplina y vocación social, como lo demostró Mara Topic, la actual Miss Ecuador, quien destacó en Miss Universo 2024. https://www.ecuavisa.com