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Furia travesti: el diccionario vivo de Marlene Wayar

ATA - Sylvia Rivera • dic 27, 2021

La activista editó su libro Furia Travesti. Diccionario de la T a la T donde parte de su propia biografía para trazar un recorrido por las violencias, las luchas y las conquistas de la comunidad travesti trans.

“¿Quieren saber qué es ser travesti?”, pregunta Marlene Wayar, pensadora y referente fundamental del activismo trans y travesti latinoamericano, en la primera entrada de su libro Furia Travesti. Diccionario de la T a la T (Paidós, 2021), versión aumentada y corregida de Diccionario travesti de la T a la T publicado por primera vez en 2019.

A lo largo de la obra, “Travesti” será una palabra imposible de definir. Un punto de partida para preguntarnos sobre la historia, la fuerza, la fragilidad, la lucha y el amor. 

Si el diccionario clásico, como lo conocemos, es un lugar seguro, expone Camila Sosa Villada en el prólogo a esta edición, el diccionario de Marlene es todo lo contrario. “Es un terreno inseguro donde todo lo sabido se refuta o al menos se pone en duda”, escribe Camila.

Esto se debe a que no encontraremos, en este diccionario, una definición absoluta de ninguna de las palabras que contiene. Incluso el método para armar las descripciones de estos conceptos será diferente.

Para poder definir, Marlene recurre a recuerdos, a comentarios al pasar, a su propia biografía y a la biografía colectiva de antiguas y nuevas amigas.

Y es que, como propone Liliana Viola en el epílogo, este diccionario, de algún modo, no le pertenece solo a Marlene.

Sus ensayos de definiciones, sus preguntas abiertas, sus pensamientos que son más colectivos que individuales, “se vienen gestando desde las primeras luchas travas del siglo pasado para llegar hasta hoy, cuando la identidad sexual es ley y cuando el reclamo de trabajo y dignidad humana atraviesa generaciones e identidades”. 

-¿Qué significa, para vos, ser una travesti en Latinoamérica hoy?

-Significa una lucha permanente por no ser la opción más pobre. Que la sociedad no nos eleve con ánimo de pinkwashing porque piensan que caemos bien a todo el mundo y que nunca vamos a decir algo que incomode. Significa seguir reivindicando la palabra travesti, seguir exigiendo a este mundo que nos piense desde nuestra mirada.

Es un lugar de síntesis porque no puedo decir que sea de representación. Somos una comunidad tan pobre, sin instituciones propias, que si nos erguimos por algo no es porque nuestras compañeras nos hayan votado y llevado hasta ahí.

La idea de ser una síntesis tiene que ver con tener en la cabeza esa polifonía de voces que son las compañeras que ya no están, las que vienen, y les niñes que nos exigen responsabilidad respecto del mundo que vamos a dejarles.

Es una síntesis sumamente extraña. No creo tener la capacidad para expresarlo y para tener una respuesta cerrada. Eso lo van a poder ver otras generaciones, que verán lo que ha significado ser travesti en esta época. Veremos, también, si seguimos existiendo o si somos las últimas. 

-¿Cómo debe ser, para vos, un intento de diccionario que rompa con el diccionario clásico?

-No me parece mal la idea de diccionario clásico, pero sí considero que hay que hacer un trabajo permanente que lo convierta en una herramienta viva. Es decir, que podamos hacer uso del lenguaje, que nos guíe el diccionario como herramienta, para eliminar los ruidos en la comunicación.

En algunas situaciones es necesario hablar de manera concreta y dejar de usar metáforas fallidas que en algunos ámbitos se vuelven sumamente inoperantes y contrarias a los derechos de las personas.

Este diccionario persigue el otro objetivo que es adueñarnos del mismo lenguaje. O quizás, el de reivindicar el derecho que tenemos a crear ese lenguaje en una mesa de diálogo político al que nunca hemos sido invitadas.

Es el poder de definir por nosotras y darles a conocer qué entendemos por muchos de los términos que vimos bastardeados, empobrecidos por el mismo uso. Pensemos, por ejemplo, en la palabra mamá, una palabra rota por las hijas, por el feminismo, y también por nosotras que podemos romperla, aumentarla y profundizarla.

Este ejercicio de ruptura lleva siempre consigo una construcción. 

-Hablando de madres, en el libro explicas lo que es el maternaje travesti. ¿Podrías profundizar esta idea?

-Hay un maternaje estrictamente comunitario que tiene que ver con el ejercicio del maternaje respecto de las adultas hacia las más niñas.

Esta idea tiene su génesis en la propia sensación que llevamos todas las travestis de desamparo, de estar solas, de no saber cómo manejarnos en un mundo adulto y desconocido. Las adultas te van mostrando cómo es y cuáles fueron sus experiencias, qué les dio resultado y qué no.

Esto, lejos de ser siempre una imagen romántica, puede estar absolutamente desvirtuado porque somos personas que han mamado de este sistema, así que tenemos la misma impronta que cualquier otra maternidad.

Maternidades que, hasta con buenos fundamentos, pueden generar violencia, una golpiza porque llegaste borracha y estás desperdiciando tu tiempo, tu juventud, tu dinero. O al revés, que te pongan en mayor desprotección porque no sos nadie, porque “tenés que pagar derecho de piso y esta esquina es mía y yo tengo el arreglo con la policía o el hotel”, y ahí se pagan peajes. No es todo estrictamente romántico.

Pero también hay un maternaje mucho más concreto, podríamos evaluar que es materno-paternidad, como la de la inmensa mayoría que mantiene sobrinxs, hermanitxs más chiquitxs, a quienes mandan dinero, a quienes dan el ejemplo, otorgan gestos, regalos, posibilidades de educación. Nadie piensa que cuando una travesti existe, detrás hay una familia que depende de ella.

También sucede que esas madres, que tienen buenas intenciones, sufren de ignorancia, desesperación, miedo. Todo lo que te va introyectando esta sociedad respecto del éxito para subsistir. Y entonces no son ajenos a nuestra comunidad los discursos gordofóbicos que nos llevan a la bulimia y la anorexia.

Si una generación veía a las otras como monumento a la belleza y deseaba eso, pasado el tiempo nos pudieron decir el costo que tuvo esa belleza. Silicona inyectada, muertes, amputaciones, dolores. No poder poner esto en diálogo comunitariamente es un problema porque aparecen los discursos que miran juzgando de manera muy banal, quedándose en la superficie y sin profundizar en que estas madres ofrecen las herramientas que tienen.

No se puede dar lo que no tenés. O al revés, se romantiza y se piensa que todo es bello, y nos quedamos sin la posibilidad de una mirada crítica que permita problematizarnos y cuestionarnos para incorporar herramientas que nos fueron históricamente negadas.



Marlene Wayar fue nombrada en 2020, fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad Nacional de Rosario.

-¿Se puede hacer teoría desde la autobiografía?

-Radicalmente sí. Desde la biografía como un recorrido propio y personal, unida y enredada con otras biografías, y desde esa red de biografías como historia colectiva. Creo que el contexto, incluso con muy buenas intenciones, ha hecho que vayamos perdiendo nuestra historia. No le debemos a la heterosexualidad la Ley de identidad de género. La heterosexualidad la reconoce, pero esa ley es nuestra, como también son nuestras las críticas que tenemos a esa ley.

Y dentro de todo, nosotras estamos hablando del contexto argentino, que por suerte ha sido un contexto de firmeza y autonomía política respecto de lo foráneo. En el resto de Latinoamérica, los condicionamientos son mucho más grandes y los discursos son los que se imponen desde las academias europea y norteamericana, y desde los organismos internacionales. Ahí no se nos permite tener un pensamiento, construir nuestra historia y apropiarnos de los conocimientos.

Cuando hago teoría, puedo citar a Hannah Arendt y pararme desde la idea de “lo paria”, pero para ponerla al lado de Lohana (Berkins) con las identidades cloacalizadas. Y de Cristina, una amiga anónima de mi infancia cordobesa que decía “me bañaron de oprobio Marlene”.

Nunca voy a rechazar de plano cualquier cosa solo porque venga de la academia, o de la teoría queer, sino que voy a preguntarme cómo las paso por mi propio cuerpo, por la biografía que somos, y eso es lo que creo que nos tienen que dejar hacer. Es lo que venimos reclamando cuando decimos que necesitamos un tiempo de paz.

-¿A qué te referís cuando hablás de “un tiempo de paz”?

-Nos ponen en guerra constantemente. Si somos abolicionistas o reglamentaristas, si nuestros cuerpos pueden defender el derecho al aborto o no, entre otras cuestiones. Y esto, en lugar de hacer un campo de paz para que tengamos la posibilidad de conversar, dialogar, meternos en nuestra historia y empezar a hurgar los conocimientos que hemos ido gestando para sobrevivir, en primera instancia, nos dificulta el diálogo y nos pone en su lugar ciertos discursos fáciles.

Nosotras venimos defendiendo la palabra travesti, pero no tiene por qué ser la única. Sabemos que no es la única. Si vamos a atender, para el diálogo, a consensos que propongan palabras, no sé si es operativo pensar que porque nosotras somos trans y entonces todo lo otro es cis.

Hay cierta potencia en el concepto “adgénero” (ad, como proximidad) que parecería ofrecernos una alternativa al binarismo trans/cis, ¿podrías explicar un poco más este término?

Este es un concepto que uso para alejarme de lo cis como lo que está “de este lado”, porque me parece incorrecto pensar, por más hegemonía que haya, que se pueda estar inmersxs por completo en un lado en particular. No pienso que haya un lado y otro. La humanidad es una sola.

En algún momento, yo estaba conviviendo con compañeras que tenían niñes y veía que elles crecían cómodes en el lugar de varón y de mujer. En esa comodidad, aún así, uno de los niños, Federico, dibujaba la bandera argentina y me ponía a mí en el lugar del sol porque decía que era la persona más inteligente que conocía.

Cómo puedo estar en confrontación con eso, más allá de que mi mamá, mi papá, mis hermanos o muchas de mis amigas feministas realicen prácticas heterosexuales.

No es intrínseca la heterosexualidad del odio. Cuando el odio no es una pedagogía de cuentagotas que se va haciendo, existe el abrazo. Tenemos el compromiso de mirar al futuro y la responsabilidad de construirles a los niños, las niñas, les niñes, un mundo para que no se tengan que montar en nuestras ruinas. No pretendo hacer conocimiento o hacer política desde mi mirada egocéntrica y de lo que necesito yo por las condiciones en las que he vivido.

A partir de las condiciones que he vivido, intento transformarlas por fuera del odio. Sospecho de términos como cisgénero o cissexo porque obturan el diálogo e invisibilizan otros ejes interseccionales en las diferencias y por eso propongo el de adgénero.

Furia Travesti, diccionario de la T a la T es el último libro de Wayar

-La teoría travesti es una teoría en construcción. ¿Qué queda por construir?

Lo que nos falta es tomar distancia de las exigencias para separar qué es urgente y qué no. Urgente son el hambre, la intemperie y la soledad que han pasado las compañeras en la pandemia. Esas son cuestiones urgentes y necesitamos tener reacción rápida no solo para salir a exigir, por ejemplo, que la justicia busque a Tehuel, sino para tener la autonomía y salir nosotras, nosotros, nosotres si la justicia no lo hace.

Salvo eso, nada es tan urgente para no poder tomarnos el tiempo antes de repensar ciertas frases o propuestas armadas, vacías, generalizantes, que impiden ver qué necesitamos. 

-¿Y qué es lo que necesitan?

-Necesitamos trabajo, pero en qué condiciones. Necesitamos el reconocimiento de nuestra identidad, pero cómo, cuándo, en qué sentido. Hay muchas posibilidades de caer en lugares cómodos. Somos un proceso.

Yo, por ejemplo, no quiero cambiar mi partida de nacimiento porque no le estoy pasando factura a mi papá y a mi mamá porque un médico les dijo “tuvieron un varoncito”. Elles me pusieron un nombre y no creo que hubiera ahí mala intención porque sus gestos durante toda mi infancia y adolescencia han sido de amor. Lo vieron así, esas eran sus herramientas, y cuando hice un planteamiento, fue escuchado.

Yo me identifico como Marlene pero no desconozco el nombre que me intentaron poner con el cariño con el que intentaron ponerlo en ese momento y con el cariño que implicó dejarlo archivado después. Esa es la historia travesti. Sino, pasamos a ser experiencias efímeras en donde esos documentos no cuentan nuestra historia. Así no vamos a romper el binarismo, las posibilidades de que los varones y las niñas se piensen con total autonomía, o se piensen con un rol netamente sumiso o dominante, cuando se trata de prácticas sistematizadas que no son autónomas y que siempre ubica a unos cuerpos en el lugar de la sumisión.

Nos cuesta muchísimo salir de esos lugares y empoderarnos, por decirlo de algún modo. Esas matrices están marcadas a fuego en nosotras. Debemos hacernos preguntas más allá de la corrección política.

En algún punto hay que hacer las paces con el sistema (o hacer la revolución, que no pareciera que esté cerca). En este sentido, ¿qué posibilidades otorga trabajando en una institución como el Palais de Glace desde tu trayectoria en el activismo travesti?

Por suerte, permite mucho y permite poco. El Palais de Glace es un organismo descentralizado y no se mueve en las políticas generales, por las que todo el mundo se pelea internamente en toda gestión para ver quién tiene el presupuesto más grande.

A la vez, es un lugar muy interesante porque precisamente es donde el Estado guarda su patrimonio cultural.

Tiene ese relato que hasta ahora ha sido súper elitista, racista y demás, en donde determinados cuerpos no estamos y otros cuerpos siempre estamos como objeto de estudio, o con una visión estética romantizada, pero nunca como creadoras y creadores.

En el último concurso que se organizó y cuyo patrimonio nos pertenece, que es el 8M, por primera vez una persona travesti ganó el premio entre les concursantes, de forma anónima y por evaluación de la obra. Se van abriendo posibilidades en el campo de la educación, donde históricamente el museo se limitó a la muestra, a la exhibición.

Permite virar hacia nuevas acciones para convertir el espacio museal en un espacio de educación informal en donde intentaremos que les jóvenes, les niñes, lo sientan como un lugar al que recurrir.

En principio, un espacio en donde puedan venir a reunirse, ocupar su tiempo y estar con la plena seguridad de que no hay un mundo adulto que les vaya a violentar, sino que les va a abrir la puerta para que lo recorran desde sus propias lógicas.

No tenemos todas las respuestas, pero tenemos las formas de buscar esas respuestas y de pensarlas en conjunto.

Es eso, estar en lo chiquito y que se pueda tener un impacto grande porque todavía no es un territorio tironeado por los intereses de la política general. No ser tan miradas nos permite eso, invitar a nuevos cuerpos a que indaguen sobre qué es el arte, y si les interesa comunicar desde ahí, que lo puedan hacer. 

-Entonces, ¿cómo se hacen las paces?

-Aprendiendo a transitar el dolor. Resistiendo a lo inmediato, que es lo evasivo. Esta sociedad, antes de seguir haciendo leyes de cupo con tendencias a la incorporación de la comunidad travesti-trans, tiene que ser puesta en juicio sobre el genocidio que se configuró para con nosotras y el resto de las disidencias.

Tiene que escuchar los relatos, guardar las memorias, hacer institutos de memoria, hacernos monumentos, gestar una cultura que trabaje permanentemente e íntimamente con la educación para recordar quiénes fuimos y qué hicimos de manera concreta.

A partir de ahí, y solo a partir de ahí, vamos a poder resguardar las conquistas que fuimos haciendo: escuelas inclusivas, centros de salud inclusivos que piensen en la salud trans como salud integral, compleja, como la de cualquier otro ser humano.

Y que la forma de abordarnos cuando tenemos un pie quebrado, cuando se nos caen los dientes o nos falla el hígado, implique una manera de acercarse que sea humana, respetuosa, sin cara de horror y desprecio.

Tenemos, por ejemplo, una familia que no es sanguínea pero con la que podríamos compartir la obra social, y esa familia no está reconocida. Podríamos preguntarnos cómo hacer para legalizar y legitimar a la amistad como un vínculo de dependencia tan válido y en equidad como el matrimonio, la maternidad, la hermandad.

Por qué nuestra forma de relación primera y más valiosa no tiene una categoría legal y legítima. De lo contrario, la salud o cualquier otro ámbito se vuelve una cajita muy pequeña, inaccesible, llena de privilegios. 


Wayar es la coordinadora del área de Educación del Palacio Nacional de las artes, Palais de Glace.

https://agenciapresentes.org

Noticias

Por ATA-Sylvia Rivera 16 may, 2024
Govinda Martínez, de 15 años, con una bandera de la comunidad trans, junto a su casa en Rosarito (Baja California, México), este 1 de marzo Poder nombrarte es poder ser. Govinda Martínez lo tiene claro. Se sienta sonriente en un rincón de un restaurante con muchas mesas y sillas oscuras, y a sus 15 años, sus palabras irradian seguridad. Tras sus gafas y su pelo oscuro, va enlazando un discurso que parece construido con la solidez de las opiniones bien reflexionadas. Pese a las bofetadas de una sociedad abusiva y cruel con las personas de la diversidad sexual, él avanza con fuerza, empujado por una familia que lo apoya de manera incondicional. Una madre, un padre y cuatro hermanos que son su lugar seguro. “Si me reconocen como trans, siento que me asocian a que tuve que pasar de mi sexo biológico a lo contrario, y no quiero. Me gusta que me vean solo como uno más. Me hubiera gustado que me llamaran por mi nombre para ser uno más”, dice. Se refiere a la vida en general. Y también, más en concreto, a su época escolar. Al tiempo que pasó en una secundaria pública de Rosarito, su municipio, en el Estado mexicano de Baja California, en el noroeste del país, una localidad de playa, de población trabajadora, surfistas, bares, algunas discotecas, y a ratos bastantes turistas estadounidenses, que cruzan desde la frontera en California. En el colegio, la prefecta me dijo que no podía llevar el pantalón y me empezó a preguntar sobre mi periodo. Yo creo que no debía de preguntarme eso - Govinda Martínez Esa etapa escolar no fue nada fácil para Govinda, nombre que aparece en la novela Siddartha, de Herman Hesse, y que eligió porque le pareció neutro: parece femenino, pero lo llevaba un personaje masculino. Entró en segundo, en el último trimestre, por la covid-19, porque entonces las clases se hacían desde casa. Pero no pudo terminar el primer trimestre de tercero. El entorno era demasiado hostil. Brisa Ríos, su madre, sentada junto a él en una esquina tranquila de este restaurante de Playas de Rosarito, dice: “No quiero seguir exponiéndolo a más situaciones. Teniendo ya su acta de nacimiento con el nombre cambiado, podrá ingresar a la escuela como quien es”. En la partida de nacimiento todavía aparece su nombre anterior, pero en la escuela pidió que lo cambiaran en las listas. O por lo menos que lo llamaran solo por su apellido. No todos los profesores hicieron caso. “Las primeras clases, decían mi nombre anterior. A veces me quedaba sentado, sin decir nada, para que me tacharan. O iba enfrente y tenía que decirle al profesor, y ya todos me miraban. Así que la primera impresión de mis compañeros fue de alguien con un nombre que no le correspondía. Y aun así, había tenido que empezar el curso más tarde para que les dieran capacitación a los profesores”, lamenta. También pidió poder ir al baño de chicos y llevar el uniforme masculino. “Tenía que ir al baño de dirección, y sobre el uniforme, la prefecta me dijo que no podía llevar el pantalón y me empezó a preguntar sobre mi periodo. Yo creo que no debía de preguntarme eso”, opina. Las dificultades no venían solo por ese tema. La adolescencia es el momento de querer pertenecer y de sufrir, a veces, mucha soledad. En ocasiones, Martínez se sentía mal entre clases o dentro de ellas. Se ponía nervioso, lloraba, le dolía la cabeza, tenía náuseas… Los profesores llamaban a sus padres para que lo fueran a buscar. Ellos trabajaban bastante lejos, pero siempre acudían lo más pronto posible, aunque tuvieran que pasarse horas atrapados en el tráfico entre Tijuana y Rosarito. “Todo lo relacionaban con eso: no es que no se acepta, a lo mejor se está arrepintiendo, ya no le hagan caso, solo quiere llamar la atención”, recuerda Ríos. El informe Cinco años de #infanciatrans 2018-2023, publicado en enero por la Asociación por las Infancias Transgénero, explica que de las familias que atienden, el 84% aseguran que el personal de sus centros educativos ”no cuenta con información suficiente sobre diversidad sexo-genérica”; y el 57% tuvieron impedimentos en los “procesos de reconocimiento de identidad de género en la escuela”. Por eso es tan importante para las infancias y las adolescencias trans poder cambiar el nombre en el acta de nacimiento. A la madre de Govinda Martínez le frustra: “Me pesa el estar viendo su nombre anterior. Siento como que le están humillando. No es lo que él es, no es lo que le representa”. Pero en este país, para conseguir ese cambio, todavía se están teniendo que librar muchas batallas. Un laberinto legal México está compuesto por 32 Estados, cada uno con su propio código civil. Todos ellos deben acatar lo que dicte la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero como son soberanos, en este caso, la SCJN tiene que ir invalidando normas Estado por Estado para garantizar el derecho al cambio de nombre en el acta de nacimiento de niños trans. Una vez invalidadas, los Estados tienen que cambiar su código civil para adecuarlo a lo que pide la Suprema Corte. Muchos pasos farragosos que a veces se encallan. Esas sentencias suelen basarse en el respeto a los derechos humanos y a la Constitución. Como describe una de ellas, de 2017, las personas tienen derecho a definir su identidad sexual y de género, y a que “los datos que figuran en los registros, así como en los documentos de identidad, correspondan a la definición que tienen de sí mismos”, porque se les tiene que garantizar “el libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la privacidad, el reconocimiento de la personalidad jurídica y el derecho al nombre”. Meritxell Calderón, abogada especialista en derechos humanos, lo completa con una idea clave: “El Estado es una estructura social que está ahí para garantizar los derechos humanos, si no, no tiene sentido de ser. Tiene que garantizar que tú puedas hacer esos trámites, no limitarlos”. Según el informe de la Asociación por las Infancias Transgénero, en 21 Estados mexicanos ya es posible ir al Registro Civil y hacer el cambio de nombre. Pero solo en cinco se permite a menores: Sinaloa, Jalisco y los consulados de México en el mundo pueden llevar a cabo el trámite sin límite de edad y Oaxaca, Ciudad de México y Morelos lo permiten, pero a mayores de 12 años. En Jalisco y Ciudad de México se puede hacer, además, sin la “la presencia obligatoria de dos progenitores”. Es muy importante, porque como explica Teresa Díaz, la activista que ha estado acompañando a Govinda Martínez y a su familia en todo este proceso, hay muchas personas que no cuentan con el apoyo de sus padres. Por eso, pide que se cree una institución que ayude a estas personas que aún no han cumplido la mayoría de edad, para que puedan acceder a su derecho. Atrapados en el limbo burocrático En junio de 2023, la Suprema Corte emitió fallos en esa misma línea para Sonora, Baja California Sur, y Baja California, donde vive Govinda. Esos tres Estados, en el plazo de un año, deben modificar sus leyes para adecuarlas a lo que pide la SCJN, pero no está siendo sencillo. En ese limbo se han visto atrapados Martínez, su familia y Díaz, que está llevando todas las gestiones y que fue una de las impulsoras de esa sentencia. Junto con otros colectivos, presentó una acción de inconstitucionalidad ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que esta, a su vez, la llevara a la Suprema Corte y se pronunciara ante las supuestas vulneraciones de Baja California. Después, recogieron 800 firmas para presentar una iniciativa de ley para las infancias tran. Junto con eso, tenían el caso de Govinda Martínez, que probaba la necesidad de la ley. El combo perfecto para el cambio. En paralelo, ya hace aproximadamente un año que empezaron con los trámites para que el nombre de Govinda pudiera aparecer en sus documentos oficiales, amparándose en la no discriminación que promueve la Constitución mexicana y en el respeto a los derechos humanos de varias convenciones internacionales. Fueron al Registro Civil de Playas de Rosarito y solicitaron el cambio. La primera vez se lo negaron, argumentando que no era legal porque debía “tener al menos 18 años cumplidos”. Unos meses más tarde de la sentencia de junio de 2023 de la Suprema Corte para Baja California, Díaz cuenta que volvió con Martínez y sus padres al Registro Civil. La persona que los atendió, dice la abogada, ni siquiera conocía el reciente fallo de la SCJN. Cuando la activista le mostró la sentencia, el funcionario aceptó la petición, pero el 30 de diciembre, el Registro Civil volvió a declarar la rectificación improcedente, porque el Código Civil de Baja California aún no se había modificado para adecuarse a lo que establecía la SCJN. Aunque según afirma Díaz, a ellas no se lo notificaron hasta el 7 de marzo. La activista ha acudido a instancias mayores a poner quejas y reclamar derechos. A lugares como la Comisión de Derechos Humanos, pero todavía no han conseguido salir de ese laberinto. FUENTE: https://elpais.com/planeta-futuro/2024-05-16/cuando-cambiar-de-nombre-es-todo-un-reto-la-lucha-de-las-infancias-trans-en-mexico.html#
Por ATA-Sylvia Rivera 15 may, 2024
Como NuesTrans madres, Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson, que se levantaron contra las opresiones, vejaciones y persecución hacia la población LGTBI y han sido referentes para seguir luchando por la igualdad hasta nuestros días. Hoy, 55 años después de los disturbios de stonewall, las personas trans estamos viviendo la mayor campaña criminal contra nuestras vidas. Mujeres trans odiantes, junto a la ultraderecha, llevan 4 años difundiendo bulos y prejuicios contra las personas trans, que niegan nuestra existencia como parte de la diversidad humana y nos señalan como un "peligro social", desempolvando de los peores tiempos del franquismo, los mismos argumentos. Todo ello, esta provocando: 🚨 Agresiones brutales hacia la juventud trans. 🚨 Bullying en las redes sociales con total impunidad. 🚨 Medios de comunicación que dan altavoz a los prejuicios y bulos contra las personas trans 🚨 Violencia institucional, poniendo al frente de instituciones a activistas anti derechos trans y difusoras del odio. 🚨 Una atención sanitaria que de facto nos niegan el derecho a la salud. Listas de espera interminables, trato irrespetuoso, retraso en las citas 🚨 Falta de recursos y apoyo al asociacionismo trans 🚨 Desprotección del Estado ante los discursos y delitos de odio. Desde la Asociación Trans de Andalucía-Sylvia Rivera, 𝗖𝗢𝗡𝗩𝗢𝗖𝗔𝗠𝗢𝗦 a todas las personas trans binarias y no binarias, lesbianas, gays, bis, familiares, amistades y a toda las personas y organizaciones comprometidas con la igualdad y la diversidad, el próximo 𝟮𝟴 𝗱𝗲 𝗷𝘂𝗻𝗶𝗼 a las 𝟭𝟵,𝟯𝟬𝗵, a la 𝗠𝗔𝗥𝗖𝗛𝗔 𝗧𝗥𝗔𝗡𝗦 en Sevilla. 🏳‍⚧ TODAS, TODES Y TODOS....Paremos la TRANSFOBIA y defendamos la DEMOCRACIA !! 💪
Por ATA-Sylvia Rivera 14 may, 2024
Agredida brutalmente al grito de “eres un maricón de mierda, tienes picha, eres un travelo, te voy a matar”. Así consta en la denuncia interpuesta por los padres de una menor de 13 años en la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Fe, en Granada y remitida por estos a la Asociación Trans de Andalucía (ATA Sylvia Rivera), según informa la asociación este martes. Patadas, golpes y tirones de pelo hasta perder el conocimiento fue lo que sufrió la menor trans. Los hechos se produjeron en la tarde del domingo en Santa Fe cuando la menor estaba con un grupo de amigas y se le acercó otro grupo de menores de la misma edad, comenzando una de ellas a agredir, entre risas del grupo de la agresora mientras lo grababan. Los padres de la menor trans agredida han solicitado una orden de alejamiento de la menor que ha perpetrado la agresión. La joven trans fue atendida después en el centro médico de la localidad, cuyos profesionales certificaron en el parte médico múltiples lesiones. Los hechos no han sido un episodio aislado ya que, según la denuncia, la menor trans también ha sido víctima de bullying y agresiones por parte de las mismos menores de edad en el centro donde estudiaba y que tuvo que abandonar, trasladándose a otro donde, según relatan sus padres, se siente mucho más respetada y desarrolla una vida académica normal. ATA Sylvia Rivera, que se suma a la petición de la familia de la víctima de establecer una orden de alejamiento de la agresora y su familia para preservar la integridad física y moral de la víctima, ha trasladado a la familia de la menor brutalmente agredida “todo nuestro apoyo, cariño y soporte, así como nuestra más absoluta repulsa y condena”, declara Mar Cambrollé, presidenta de ATA Sylvia Rivera. “Es alarmante que esto haya sido un episodio más de un acoso constante que la menor trans lleva recibiendo por parte de las mismas personas y que la han llevado a tener que abandonar su centro de estudios para poder desarrollar una vida académica como las demás personas, sin que se haya actuado mucho antes, por parte de las instituciones y del propio colegio. ¿Hasta cuándo las víctimas van a tener que ser quienes se tengan que ir? Las personas trans no podemos seguir soportando esta desprotección y esta impunidad”, continúa Cambrollé. “Llevamos tiempo soportando una campaña de demonización y estigmatización sobre nuestras vidas sin que se estén poniendo en marcha los mecanismos que el Estado de Derecho tiene para protegernos. Es una prioridad por parte del Gobierno autonómico y central la puesta en marcha de medidas como la educación en la diversidad sexogenérica en las escuelas, la rápida activación de los protocolos antiacoso en los centros educativos. Es urgente acabar con los bulos y el discurso de odio en redes sociales, medios de comunicación y foros públicos que se traduce en agresiones y merma de la calidad de vida de las personas trans, incidiendo especialmente en sus partes más vulnerables, como son las infancias, adolescencias y juventud trans”, concluye Cambrollé. FUENTE: https://www.eldiario.es/andalucia/granada/brutal-agresion-menor-trans-santa-fe-granada-grito-travelo-mierda_1_11364533.html
Por ATA-Sylvia Rivera 14 may, 2024
Por Noemí López Trujillo Aura Pacheco estaba estudiando para la EBAU cuando recibió la noticia: una resolución del Comité de Justicia Deportiva (CJD) de La Mancha le daba la razón, poniendo fin a la situación discriminatoria a la que la había abocado la Federación de Baloncesto manchega al negarse a expedirle una licencia para competir en categoría femenina por ser una chica trans. Apenas tiene 18 años y ya se ha enfrentado a la administración pública. Su próximo reto es sacar una buena nota en la prueba de acceso a la universidad para entrar en el grado de Psicología. Además, está cursando una FP de entrenadora: “El baloncesto es parte esencial de mi vida. Si no es de forma profesional para siempre, me gustaría enseñar a niños pequeños, inculcarles los valores de un deporte que a mí me ha ayudado tanto”, cuenta a Newtral.es. Precisamente fue una niña de siete años quien la impulsó a seguir adelante con el proceso administrativo contra la Federación de Baloncesto de La Mancha: “Conocí a Lola, que también jugaba a baloncesto, a la que no le permitían federarse por no tener el DNI cambiado. Quiero ser ejemplo para otras niñas como ella, como yo”, explica Aura Pacheco. En su caso, sí había modificado tanto su sexo legal como el carné de identidad. Sin embargo, la Federación de Baloncesto manchega aseguraba haberse dirigido a la Federación Española de Baloncesto y que esta le habría transmitido que “no se tomará decisión alguna en la posible participación de los jugadores transgénero hasta que haya un pronunciamiento expreso por parte de Federación Internacional de Baloncesto que sea aplicable a las federaciones nacionales y por extensión a sus correspondientes federaciones autonómicas”. En su resolución, el CJD manchego recalca que el DNI cambiado debería haber bastado para conceder la licencia a Aura, ya que, en el momento en el que lo obtiene, “la identidad de la recurrente a todos los efectos jurídicos pasó a ser la de mujer”. Para el comité, la inexistencia de reglamentos no exime a las federaciones de procurar un acceso igualitario en el ámbito deportivo. En el caso de que opten por excluir a jugadoras trans, deben acreditar “evidencias científicas sólidas de la existencia de una ventaja competitiva desproporcionada”. Si no, debe primar el principio de inclusión y no discriminación. El CJD descarta cualquier presunta superioridad física o ventaja de Aura Pacheco Aura Pacheco, que practica baloncesto desde pequeña y que milita en el Club Baloncesto Albacete, inició su transición de género en 2020, con 15 años. Comenzó, como señala la resolución, con “bloqueadores hormonales de testosterona bajo supervisión y seguimiento de la Unidad de Identidad de Género del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete” y dos años después inició el “tratamiento hormonal feminizante con estrógenos”. Finalmente, en julio de 2023, tras la aprobación de la ley trans y LGTBI, consiguió cambiar su sexo legal en el Registro Civil. En octubre le llegó su nuevo DNI. Sobre esta supuesta ventaja, el comité se detiene en su resolución al analizar el perfil médico y hormonal de Aura. Expone que su concentración de testosterona “no solo es netamente inferior al límite fijado por el COI para la participación de mujeres trans en competiciones femeninas, sino que se encuentra incluso por debajo de la media para mujeres cisgénero”. Descarta cualquier diferencia significativa y una presunta superioridad física. “A ello se suma la inexistencia de evidencias sólidas que respalden una relación directa entre los niveles de testosterona y el rendimiento deportivo”, añade el comité, para concluir que la exclusión de la jugadora trans por parte de la Federación de Baloncesto manchega “resulta completamente injustificada desde un punto de vista médico y discriminatoria desde una perspectiva legal y de derechos fundamentales”. “Se ha dejado de lado la importancia que este deporte tiene para mi salud mental” “Siempre digo que yo no destaco físicamente. Se ha centrado todo en la supuesta ventaja física y se ha dejado de lado la importancia que este deporte tiene para mi salud mental. El baloncesto lo fue todo durante mi depresión, me hacía sentir menos rara. Empecé haciendo atletismo y kung fu, pero no me acababan de convencer, quería algo de equipo. Y el fútbol me parece que tiene un clima más violento y hostil. El baloncesto es dinámico, tienes que estar atenta a tu defensor, a la canasta… Salía a la cancha y las cosas que se me pasaban por mi cabeza sobre mí misma desaparecían porque solo importaba el balón”, explica la baloncestista. Carlos Pacheco, padre de Aura, destaca el espíritu de equipo de su hija. Incluso los meses en los que no podía competir por los impedimentos de la Federación de Baloncesto manchega, Aura “iba a todos los partidos a animar, se sentaba en el banquillo, calentaba como una más aunque luego no jugase…”, relata. “En los medios solo aparecen retratos deshumanizantes de las personas trans. Mi hija es maravillosa y le han hecho perder un tiempo muy preciado de un deporte que ama”, prosigue Carlos Pacheco. En este sentido, Aura reconoce que los últimos meses los ha vivido con “angustia”. En marzo le expidieron una licencia provisional que ahora, tras la resolución del CJD, pasa a ser definitiva. Pero como explica la jugadora: “No sabíamos qué iba a pasar. El escenario en el que a mí me retiraban esa licencia provisional y yo tenía que dejar el baloncesto estaba muy presente”. Tanto Aura como su padre esperan que esto sirva como punta de lanza para crear protocolos de actuación. “No puede haber un limbo y que los derechos de las personas trans dependan de la arbitrariedad de un comité o de una federación”, apunta Carlos. Por lo pronto, como señala Saúl Castro, el abogado que ha llevado el caso de la mano de la Asociación ADI, la resolución del CJD manchego “sienta un precedente muy importante que otras deportistas trans discriminadas van a poder usar”. FUENTE: https://www.eldiario.es/andalucia/granada/brutal-agresion-menor-trans-santa-fe-granada-grito-travelo-mierda_1_11364533.html
Por ATA-Sylvia Rivera 09 may, 2024
Manifestación contra la transfobia en marzo de 2024. Colectivos de activistas, cargos electos de izquierda, sindicalistas, jóvenes: varios miles de personas se manifestaron el domingo en Francia, donde estaban previstas unas cincuenta manifestaciones para denunciar la “ofensiva transfóbica” en marcha contra los derechos de las personas trans. En París, varios miles de personas se reunieron en la Place de la République a primera hora de la tarde, según los organizadores. El Ministerio del Interior contó con 10.880 manifestantes en Francia, de los cuales 2.500 en París. “¡Antipatriarcado, anticapitalista, solidaridad con las personas trans en todas partes! » corearon los participantes, mientras carteles exigían “Recursos sanitarios para las transiciones” . Otros encuentros tuvieron lugar durante el fin de semana en cuarenta y nueve ciudades de Francia, en particular en Lyon, Marsella y Montpellier, pero también en Bélgica, Bruselas y Lieja, según los organizadores. En Montpellier, la manifestación reunió a entre 550 personas, según los organizadores, y 400, según la prefectura. Sentadas, pancartas que decían “Respuesta trans y feminista” y discursos marcaron la manifestación. Durante el evento, dos personas cercanas arrojaron pequeñas piedras a algunos participantes, constató un corresponsal de la Agencia France-Presse (AFP). “Así es nuestra vida diaria ”, dicen Elsa y Anaïs, dos organizadoras, que prefieren no revelar su apellido por miedo a represalias. « Hoy, existe una necesidad urgente de defender los derechos de todos, en un contexto en el que funcionarios electos de derecha y extrema derecha atacan los derechos de las personas trans y divulgan información falsa sobre niños en situación de transidentidad”, insisten - ellas. La convocatoria de movilización fue lanzada por más de 800 colectivos y personalidades (Annie Ernaux, Vanessa Springora, Act Up Paris, Family Planning, etc.) en una columna publicada el martes en Politis . Francia Insumisa y el Partido Socialista también habían convocado a la gente a unirse a las manifestaciones. Hasta la fecha, 1.900 personas han firmado este llamamiento para "responder urgentemente al clima atroz" que pesa sobre las personas trans en Francia y en otros países, afirmó durante una rueda de prensa organizada antes del encuentro la parisina Sasha Yaropolskaya, activista del colectivo Du Pain. et des roses. En su punto de mira y en el de los manifestantes, un informe sobre la transidentificación de menores elaborado por el grupo Les Républicains au Sénate . Las asociaciones ven en este texto, que dio lugar a un proyecto de ley que será examinado el 28 de mayo en sesión pública, un retorno a la terapia de conversión, que sus autores niegan. Informe del Senado considerado transfóbico Las asociaciones denuncian también la publicación y la promoción del libro Transmania , que se presenta como una "investigación sobre los abusos de la identidad transgénero", y una propuesta de ley de la diputada del Rally Nacional Joëlle Mélin destinada a "proteger a los menores contra determinadas prácticas médicas y quirúrgicas". en materia de transición de género. Un “contexto reaccionario” , lamenta Laura Menge, abogada y activista LGBT. "Los mensajes de los dos autores [del libro Transmania ] son ​​peligrosos, encontramos la retórica que teníamos en los años 1980 contra los homosexuales y que hoy vuelve con fuerza contra las personas transgénero ", denuncia Maxime Haes, portavoz de Stop Homophobia. FUENTE: https://www.lemonde.fr/societe/article/2024/05/05/transphobie-plus-de-10-000-personnes-ont-manifeste-en-france-pour-denoncer-les-discriminations-contre-les-personnes-trans_6231704_3225.html
Por ATA-Sylvia Rivera 08 may, 2024
Como NuesTrans madres, Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson, que se levantaron contra las opresiones, vejaciones y persecución hacia la población LGTBI y han sido referentes para seguir luchando por la igualdad hasta nuestros días. Hoy, 55 años después de los disturbios de stonewall, las personas trans estamos viviendo la mayor campaña criminal contra nuestras vidas. Mujeres trans odiantes, junto a la ultraderecha, llevan 4 años difundiendo bulos y prejuicios contra las personas trans, que niegan nuestra existencia como parte de la diversidad humana y nos señalan como un "peligro social", desempolvando de los peores tiempos del franquismo, los mismos argumentos. Todo ello, esta provocando: 🚨 Agresiones brutales hacia la juventud trans. 🚨 Bullying en las redes sociales con total impunidad. 🚨 Medios de comunicación que dan altavoz a los prejuicios y bulos contra las personas trans 🚨 Violencia institucional, poniendo al frente de instituciones a activistas anti derechos trans y difusoras del odio. 🚨 Una atención sanitaria que de facto nos niegan el derecho a la salud. Listas de espera interminables, trato irrespetuoso, retraso en las citas 🚨 Falta de recursos y apoyo al asociacionismo trans 🚨 Desprotección del Estado ante los discursos y delitos de odio. Desde la Asociación Trans de Andalucía-Sylvia Rivera, 𝗖𝗢𝗡𝗩𝗢𝗖𝗔𝗠𝗢𝗦 a todas las personas trans binarias y no binarias, lesbianas, gays, bis, familiares, amistades y a toda las personas y organizaciones comprometidas con la igualdad y la diversidad, el próximo 𝟮𝟴 𝗱𝗲 𝗷𝘂𝗻𝗶𝗼 a las 𝟭𝟵,𝟯𝟬𝗵, a la 𝗠𝗔𝗥𝗖𝗛𝗔 𝗧𝗥𝗔𝗡𝗦 en Sevilla. 🏳‍⚧ TODAS, TODES Y TODOS....Paremos la TRANSFOBIA y defendamos la DEMOCRACIA !! 💪
Por ATA-Sylvia Rivera 08 may, 2024
El activista y artista Leo Kenai apuesta con su ejemplo por la visibilidad trans masc. Malagueño afincado actualmente en València, Leo Kenai, de 26 años, está cada día más comprometido con su visibilidad como hombre trans, consciente de lo importante que es para el colectivo trans masc que cada vez existan más referentes. Nacido en Fuengirola, Leo Kenai comparte aquí en primera persona, con total sinceridad, sus experiencias como persona del colectivo LGTBIQ+. La importancia que para él ha tenido siempre la visibilidad, y también, en su caso, la ausencia de referentes trans masc con que creció, le han llevado a estar cada día más comprometido con el activismo. Por eso piensa seguir apostando en todo momento por mostrarse tal cual es, y por defender una normalidad que, desgraciadamente, no todas las personas del colectivo LGTBIQ+ pueden disfrutar a día de hoy. «Tuve una infancia bastante aburrida en un barrio de Fuengirola, lo único que hacía era ir al colegio y nadar. Mi madre es holandesa, algo importante de destacar, porque es de la escuela germánica de la disciplina. Me presionaba para que fuera una nadadora muy femenina, que no ensanchara demasiado. Pero yo era una niña muy masculina, que siempre se juntaba con los chicos en el colegio para jugar al fútbol en los recreos, y así encajar en el grupo. Fue a los 12 años cuando me di cuenta de que era un poco diferente, no me gustaba mi cuerpo, y además descubrí que me sentía atraída por chicas. Era el bicho raro». «A los 13 me eché novia, ella era incluso más masculina de aspecto que yo. Mis padres no me dijeron nada, no hubo ningún gran drama. Y en el instituto fui superguerrero; fuimos la primera pareja abiertamente LGTBIQ+ del instituto, e incluso nos agradecieron algunos profesores nuestra visibilidad. Siempre estuve muy orgullosa de ser lesbiana [risas], siento que lo hice muy bien. Cuando empecé a transicionar fui también la primera persona trans que muchos compañeros conocían. Ahí sí tuve algún problema, como cuando algunos profesores se negaban a usar mi nombre, incluso sufrí un trastorno alimentario. A base de hablar con mi terapeuta, por fin, tras ver en YouTube vídeos de un hombre trans llamado Leo Mulió, que es psicólogo, le dije que lo que él contaba era como yo me sentía. Conocí a una chica trans que estaba en la Fundación Daniela y me ayudó a la hora de hablar el tema con mis padres». «Cuando empecé a presentarme como Leo, comencé a redireccionar mi vida. Tuve la suerte de tener un círculo de amigos trans en el barrio, y como ellos, me eché novia. Me sentía superapoyado. A mi madre le costó un pelín aceptarlo; mi ‘momento lesbiana’ lo llevó bien, pero ser trans implicaba muchas más cosas. Con mi padre dejé de hablarme durante años; rechazaba la idea de que no fuera su hija. Cuando acabé el instituto ya estaba en hormonas, y me metí a Historia del Arte. Me entró mucha ansiedad por operarme, lo hablé con mis padres, y lo hice. Perdí muchas clases y decidí pasarme a Bellas Artes. Allí ya fui Leo sin más. Al tiempo, decidí decir delante de todos mis compañeros que era un chico trans. Al principio de mi transición, yo era el primero que no buscaba ser visible (y eso que en mi barrio me movía con otros chicos trans). Quería ser un chico y ya está. Pero llegó un punto en que dije ‘o hablo de esto o voy a explotar’. ¡Porque hay tanto desconocimiento sobre la realidad de los hombres trans!. Por eso, a partir de ahí empecé a orientar mi arte y mi activismo hacia la visibilidad del colectivo trans». «A mí me costó mucho encontrar referentes. Es que antes, ponías ‘hombre trans’ en Google y apenas te salía nada. Ahora la cosa ha cambiado, pero, igualmente, yo llego a un sitio pregunto si alguien conoce a algún hombre trans que pueda nombrar y lo habitual es que nadie tenga ni idea. No es que yo pretenda convertirme en un referente, pero sí he decido hacer todo lo posible por allanar el camino para otras personas que se encuentran completamente invisibilizadas. Porque, al final, a muchos hombres trans puede darnos miedo hablar por las consecuencias. Como los hombres trans tenemos mucho cispassing, si no dices nada no tiene por qué saberse. Pero si no nos visibilizamos, nos juega en contra. Porque no es bonito ser invisible. Por eso empecé a ser más activista, colaborando con asociaciones como Apoyo Positivo. Algo que también algo con los fanzines que creo, porque esa información llega también camuflada a través de mi arte, que aun así lo siento como un hobby». «Ahora estoy estudiando Integración social, por si no tenía bastante con haber hecho Bellas Artes [risas]. He estado como voluntario en asociaciones, pero realmente es a lo que me quiero dedicar, y para eso me faltaba un título, y me puse a ello. Así puedo empezar a combinar el activismo dentro del arte y una parte más técnica. A nivel personal, he tenido parejas bastante duraderas. El principio de mi transición lo pasé con una chica, con ese primer amor adolescente; en aquel momento era un chico hetero. Es verdad que siento que la testosterona nos vuelve un poco maricones [risas]. Conozco muy pocos hombres trans hetero… Fue explorando muchas cosas con personas que fui conociendo, y cuando empecé a ir regularmente a Madrid se me abrió un mundo muy grande. Aprendí a relacionarme de otras maneras, a descubrir relaciones que no tenían que ser monógamas cerradas supernormativas. Y me di cuenta de que no tenía que ir con un cartel avisando a las personas con las que me iba a liar de que era trans. Eso sí, me he encontrado con más gais falocentristas y chasers de lo que me gustaría admitir… Tras vivir un tiempo en Madrid, me fui a València, donde vivo ahora. Allí descubrí un círculo LGTBI muy bonito, contenía amigas que me hacen sentir súper bien y respetan el 100% de mi realidad. Y conocí a mi pareja actual, Pam Demia, que además, es una persona no binaria. Llevamos cerca de un año, tenemos mucho en común, y podemos hablar de todo, porque en ocasiones vivimos situaciones parecidas. Yo es que ya no quiero estar con peña cis, porque al final siento siempre una condescendencia por su parte. Dentro de mi masculinidad, y de ser una persona binaria, he aceptado que no tengo que ser más queer de lo que soy por encajar en ningún sitio. No hay por qué ser la más rara o la supermegadisidente. Si quiero ponerme camisa y corbata para salir a pasear, lo voy a hacer. Y a quien no le guste, que no mire». FUENTE: https://shangay.com/2024/05/07/leo-kenai-hombre-trans-lgtbi-entrevista/
Por ATA-Sylvia Rivera 06 may, 2024
En septiembre de 2023, las estudiantes del máster de género de la Universitat de València, Paula Gorrias y Noelia Arias, impugnaron el tribunal que valoraba sus Trabajos de Fin de Máster (TFM). “Fueron ridiculizadas e infantilizadas, fue violencia epistémica”, explica uno de los comunicados emitidos esta semana por parte del estudiantado del máster. Además, se habría cuestionado el uso de la variedad dialectal mallorquina del catalán que empleó una de ellas, aludiendo que “no es un idioma concreto”. Las dos estudiantes recibieron apoyo de las coordinadoras del máster, Lucía Gómez y Clara Arbiol, que defienden que fueron testigos “de actitudes de incomprensión y desprecio al trabajo exploratorio de las estudiantes”. Gorrias asegura que el tribunal desconocía las metodologías propuestas, “la elección teórica y epistemológica cuestionaba el colonialismo del sur global y contaba con el visto bueno de mi tutora y profesora externa, Yanira Hermida, dado que son ideas incluidas en los objetivos de pluralidad epistémica del máster”. Las estudiantes aseguran que sintieron mucha impotencia al comprender que la polémica iba mucho más allá de sus TFM al ver como fueron tratadas las profesoras que las habían apoyado. Se ha destituido a las dos coordinadoras del máster y a una de las profesoras de la coordinación académica por haber apoyado las quejas de las estudiantes Estas últimas semanas, han visto la luz varios comunicados firmados por alumnado actual y exalumnado del máster que apuntan a que no se trataría de un caso aislado. “Es una dinámica que sucede desde hace años, y la dirección del máster es consciente porque durante algunos cursos les hemos hecho llegar internamente encuestas de retroalimentación y evaluación”, explica el texto. Denuncian públicamente que en el máster habría censura, pobreza académica marcada por un pensamiento único y una bibliografía impuesta que solo representaría realidades eurocéntricas, cisheteronormativas y que “no admite ni la más mínima crítica”. En este contexto se ha destituido a las dos coordinadoras del máster y a una de las profesoras de la coordinación académica por haber apoyado las quejas de las estudiantes. El estudiantado remarca que las personas racializadas estarían claramente infravaloradas, “se desprecia todo lo que sea de fuera del Estado español”. La Directa ha recogido varios testimonios que afirman que habría parte del profesorado que establecería relaciones de forma colonial, haría comentarios clasistas y desacreditaría a las personas trans, intersex y no-binarias, sin que haya ningún tipo de consecuencia. “Consideran que las mujeres trans no son mujeres y que no tienen derechos”, subraya Sergi Senabre, representante de estudiantes en el Máster y en el Consejo del Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres (IUED). Una alumna de segundo presentó en primer curso una queja formal al Sindic Universitari de Greuges (equivalente a la defensoría universitaria) por el trato y comportamiento de la profesora Teresa Yeves, “es irrespetuosa con el alumnado, en especial con las personas no-binarias o que no están de acuerdo con lo que ella opina. Aprovecha la relación de poder para decir su opinión sobre el colectivo trans”, detalla. Una decena de testigos presenciales explican que Yeves, en una clase, habría hecho una intervención de por qué estaba en contra del feminismo transincluyente y se burló de la denominación TERF (acrónimo inglés de trans-exclusionary radical feminist) diciendo: “yo soy terf, turf, tirf” y cuestionando la posibilidad de ser una mujer lesbiana y trans. En la comunicación a la Síndica, la alumna también señala que no se han revisado ni actualizado los contenidos de algunas asignaturas, como por ejemplo la de Relaciones del género en la historia y la de Grupos, redes y movimientos de mujeres, “lo que supone que baja la asistencia y el nivel de las clases; el máster es muy caro y nosotras muy precarias para asumir la incompetencia del personal universitario”. A los comentarios tránsfobos, se sumarían los racistas. Dentro del aula se habrían escuchado afirmaciones que han compartido varias alumnas que prefieren mantenerse en el anonimato por miedo a represalias: ”es un oxímoron que una mujer musulmana sea feminista“, o ”que defender que el velo es una elección de las mujeres es como decir que a mi bisabuela valenciana la obligaban a bañarse con ropa y esto era libre elección“ o que ”la decolonialidad, y estas tonterías que ahora se quieren tratar, son una moda“. Otras voces coinciden que habría profesoras que exotizan los contenidos, por ejemplo refiriéndose a África como si fuera un único país y mostrándola cómo si fuera una jungla FUENTE: https://www.elsaltodiario.com/feminismos/estudiantes-denuncian-racismo-transfobia-clasismo-master-genero-universitat-valencia
Por ATA-Sylvia Rivera 02 may, 2024
Varias personas con una bandera trans La Federación Plataforma Trans ha pedido a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, "medidas concretas y efectivas" que promuevan el acceso al empleo del colectivo, con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, que se celebra este miércoles 1 de mayo. "Exhortamos una urgente respuesta a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para que tome medidas concretas y efectivas que promuevan el acceso al empleo de las personas trans. Es imperativo que se implementen políticas públicas que aborden la discriminación y exclusión que enfrenta este colectivo, así como programas de sensibilización y capacitación para fomentar una cultura laboral inclusiva y respetuosa de la diversidad de género", indica. En esta línea, asegura que una de las herramientas clave para abordar esta "inequidad" es la implementación del cupo laboral trans, una medida que, según apunta la Plataforma Trans, establece cuotas mínimas de contratación para personas pertenecientes a grupos minoritarios o en situación de exclusión, como es el caso de las personas trans. "Estos cupos no solo son una cuestión de justicia social, sino también una forma efectiva de fomentar la diversidad e inclusión en el ámbito laboral, lo que a su vez contribuye al enriquecimiento de las empresas y la sociedad en su conjunto", afirma. Sin embargo, destaca que la implementación "efectiva" de los cupos "requiere no solo voluntad política, sino también la adopción de políticas públicas integrales que aborden las barreras estructurales y sociales que enfrentan las personas trans en el mercado laboral". En este sentido, la plataforma insta a Díaz a que "demuestre su compromiso con la igualdad de oportunidades laborales para todas las personas, incluyendo a las personas trans". Así, reconoce que la implementación del cupo laboral es una medida "concreta y efectiva" para avanzar hacia este objetivo, pero considera que también es necesario adoptar otras "acciones complementarias", como la promoción de políticas de no discriminación y la creación de redes de apoyo y recursos para las personas trans en el ámbito laboral. "En este Día Internacional de los y las Trabajadoras, reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de un mercado laboral más inclusivo y equitativo, donde todas las personas, independientemente de su identidad de género, tengan la oportunidad de desarrollarse profesionalmente y contribuir al progreso social y económico de la sociedad. Es hora de actuar con determinación y solidaridad para garantizar que el derecho al trabajo sea una realidad para todos todas y todes, sin excepción", subraya la presidenta de la Federación Plataforma Trans, Mar Cambrollé. FUENTE: https://www.huffingtonpost.es/politica/el-movimiento-trans-pide-yolanda-diaz-medidas-concretas-favorecer-acceso-empleo.html
Por ATA-Sylvia Rivera 30 abr, 2024
En lo que va del 2024, se han registrado 12 asesinatos contra mujeres trans en Colombia. Siete asesinatos de mujeres transgénero han ocurrido en menos de un mes en Colombia. Así lo confirma Valeria Bonilla, una activista que, el viernes 26 de abril, decidió hacer un plantón en frente de la Fiscalía junto a otras personas de la población LGBTIQ+, para exigir justicia ante la ola de “homicidios sistemáticos que viene azotando a las mujeres trans que ejercen el trabajo sexual”. Los primeros casos se dieron en Cali, Luisa Mome fue encontrada sin vida el 28 de febrero; Paulina Smith, el 29 de febrero; y Macarena y Sharon Muñoz, ambas el 21 de abril; ese mismo domingo, pero en Pasto, encontraron a Valentina Barrera y en Bogotá a Verónica Dantez. Un día antes del plantón, también apareció sin vida Luciana Román. Todas eran trabajadoras sexuales y fueron encontradas en distintos moteles con signos de violencia. En lo que va del 2024, se han registrado 12 asesinatos contra mujeres trans en Colombia. Siete asesinatos de mujeres transgénero han ocurrido en menos de un mes en Colombia. Así lo confirma Valeria Bonilla, una activista que, el viernes 26 de abril, decidió hacer un plantón en frente de la Fiscalía junto a otras personas de la población LGBTIQ+, para exigir justicia ante la ola de “homicidios sistemáticos que viene azotando a las mujeres trans que ejercen el trabajo sexual”. Los primeros casos se dieron en Cali, Luisa Mome fue encontrada sin vida el 28 de febrero; Paulina Smith, el 29 de febrero; y Macarena y Sharon Muñoz, ambas el 21 de abril; ese mismo domingo, pero en Pasto, encontraron a Valentina Barrera y en Bogotá a Verónica Dantez. Un día antes del plantón, también apareció sin vida Luciana Román. Todas eran trabajadoras sexuales y fueron encontradas en distintos moteles con signos de violencia. La coyuntura motivó a Valeria a hacer un plantón frente a la Fiscalía, para que se tomen medidas y se garantice la protección a la población con identidad de género diversa. “Nos están matando y el Estado no hace nada, ejercemos el trabajo sexual porque es la única alternativa para sobrevivir, pero las instituciones no nos garantizan una vida digna y la única opción es cuidarnos entre nosotras mismas”, dijo Valeria, a este diario. Por su parte, la Fiscalía a través de sus redes dijo: “Lamentamos estos actos de crueldad y se reafirma el compromiso en la investigación de los casos de violencia por prejuicio, así como su deber de judicialización de las afectaciones en contra de personas LGBTIQ+”. Sin embargo, para Valeria estos comunicados son una labor mínima ante la situación de riesgo que están enfrentando las mujeres trans en Colombia. La activista recalca que una de las mayores barreras ha sido la falta de justicia ante los homicidios sistemáticos. “Han sido asesinadas siete hermanas en menos de un mes y sus casos permanecen en completa impunidad”, dice. Cada mujer trans que ha perdido la vida, representa para la población LGBTIQ+, el abandono estatal y la falta de políticas públicas que proteja sus vidas. “Para nadie es un secreto que las mujeres trans, en su mayoría, ejercemos la prostitución. Cuando alguna va a cubrir algún servicio, nos compartimos ubicación en tiempo real y si es necesario nos esperamos afuera del hotel para saber con quién entramos y así poder salir seguras”, afirma Yuri, una mujer trans del barrio Santa Fe, que ante lel aumento de homicidios, teme por su vida. Yuri desde los 19 años ejerce el trabajo sexual y cuenta que esa ha sido la única opción que ha encontrado para sobrevivir, ante la indiferencia y el estigma que conlleva ser una mujer de género no normativo. El mayor temor para Yuri es no saber si mañana estará viva y no es para menos, pues solo en 2022, la organización Colombia Diversa registró 426 casos de violencia homicida, abuso policial y amenazas contra población LGBTIQ+. De esos casos, 148 resultaron en homicidios y 35 de ellos eran contra mujeres trans. Valeria, junto a otras personas de la población LGBTIQ+, hace un llamado al Ministerio de Igualdad y a la Fiscalía para convocar una mesa de trabajo que permita construir acciones para garantizar la vida e integridad de las mujeres trans que actualmente ejercen el trabajo sexual y se han visto amenazadas. Asimismo, exige que se activen las investigaciones pertinentes para hallar a los responsables de estos homicidios. Al único acuerdo al que pudieron llegar el 26 de abril durante el plantón, según cuenta Valeria, es tener una reunión el 30 de abril en el búnker de la Fiscalía, junto a otras lideresas de la población trans, para conocer cuáles serán las medidas de protección que tome la entidad para salvaguardar sus vidas. Por su parte, la organización Caribe Afirmativo, hizo un llamado a las instituciones para generar acciones inmediatas de la Directiva 006 de 2023, que plantea lineamientos en la investigación y judicialización de violencias contra personas LGBTIQ+, y generar avances en un grupo de investigación de fiscales con enfoque diferencial para el esclarecimiento de los hechos. FUENTE: https://www.elespectador.com/justicia-inclusiva/en-la-fiscalia-poblacion-trans-exige-justicia-por-siete-asesinatos-en-una-semana/?utm_source=interno&utm_medium=boton&utm_campaign=share_notas&utm_content=boton_twitter_share_notas
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