El colectivo LGTBI pide que la ley trans no exija revisión médica y evite humillaciones

ATA - Sylvia Rivera • 20 de mayo de 2021

La s piezas del rompecabezas de Carol encajaron a sus 47 años . Cuenta esta sevillana de 61 años que hasta entonces había experimentado una vida muy confusa respecto a su propia identidad. No entendía que pudiese sentirse mujer y que le atrajeran las mujeres. Tampoco tenía un entorno con el que compartir sus dudas. Las amistades, “circunstanciales”, eran pocas debido a su carácter introvertido. Hasta que en internet se topó con un foro de personas trans en el que otras como ella narraban situaciones similares a la suya. “Se sentían mujeres, pero también les gustaban las mujeres —relata—; y pensé que era lo mío. Ahí supe que era trans”.

Lo primero que hizo fue salir a la calle “vestida de mujer”. “Y me gustó tanto que ya solo pensaba en la hormonación”, recuerda. Pero entonces Carol Ferrer se topó con el sistema sanitario del año 2007, previo a la pionera ley integral de transexualidad andaluza de julio de 2014 . Su médico de cabecera la derivó a la Unidad de Transexualidad e Identidad de Género, en el hospital Carlos Haya de Málaga, el centro de referencia al que debían ir todas las personas trans andaluzas como paso previo a su acceso al tratamiento de reemplazo hormonal. Y lo que ocurrió en ese gabinete psiquiátrico todavía escuece a Carol y muchos de los que por allí pasaron.

“La psiquiatra me hacía preguntas escabrosas: que si me bañaba vestida o desnuda, si veía presencias extrañas o fantasmas, si tenía tendencias suicidas o pensaba matar a alguien de mi familia, que cómo exprimía el trapo, si a la derecha o a la izquierda; que si al entrar en un autobús, me sentaba junto a un hombre o junto a una mujer, que si me sentía más cómoda teniendo sexo con hombres que con mujeres, que si me excitaba en caso de oír a mis padres teniendo sexo”, enumera Carol. “Eran preguntas humillantes, porque ponían en entredicho lo que realmente soy” .

Carol no olvida la frialdad de esa consulta situada en la planta sótano del hospital. Pese a los años, recuerda nítidamente la distancia, física y emocional, con su interlocutora, a la que los trans llamaban Juana la Loca . Aún tiene vivo el recuerdo de la tensión de la sala de espera, con tres sillas y gente de pie. Las caras de tensión al entrar y las de desolación al salir. “Parecía una ratonera”, certifica.

La reivindicación de las organizaciones trans se lleva topando décadas con la oposición de la mayoría del arco parlamentario.

Había días en que las consultas duraban 20 minutos. En otras ocasiones, se iban a una hora. Incluso había veces en que la psiquiatra que siempre la atendía estaba acompañada de alumnos de Medicina en prácticas: testigos de las intimidades de quienes allí se desnudaban para obtener el visto bueno que les abriese la puerta del siguiente nivel: la hormonación.

En el caso de Carol, las citas se prolongaron durante más de dos años . “Mis compañeros trans me decían que no dijese que era bisexual, porque se podría alargar el proceso bastante”, recuerda. Pero siempre le negaban la hormonación. Hasta que se cansó de ir, se buscó un médico privado y pudo iniciar su transición.


España sigue sin contar con una ley estatal que dé derechos a las personas trans . La reivindicación de las organizaciones trans se lleva topando décadas con la oposición de la mayoría del arco parlamentario. Una situación que parecía revertirse con el acuerdo de gobierno de las fuerzas progresistas, pero que lejos de concretarse en avances ha tensado la relación entre los socios de gobierno. El Ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero (Unidas Podemos), alcanzó hace meses un consenso con una veintena de organizaciones trans con el objetivo de satisfacer demandas históricas como la autodeterminación de género, que vendría a corregir los agravios que sufrieron Carol y otras personas trans tiempo atrás, y que aún sufren en algunas comunidades autónomas. Pero la férrea oposición de los socialistas ha frenado la aprobación de una ley estatal y a las personas trans no les queda otra que seguir amparándose en las leyes autonómicas, siempre que las haya. Una desigualdad que pesa.

Una ley pionera con efecto dominó

Andalucía aprobó —por unanimidad de PSOE, IU y PP— en julio de 2014 la ley integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas trans, pionera e inspiradora de las aprobadas en otras comunidades autónomas. La autodeterminación está recogida en ocho de ellas.

La OMS sacó la transexualidad de su lista de trastornos mentales en el año 2018.

A nivel estatal, la vigente ley que regula la autodeterminación, que se remonta a 2007, requiere que la persona haya sido diagnosticada con disforia de género, lo que exige un informe médico o psicológico. Además, también se pide que quien lo solicita haya estado sometido a un tratamiento de reemplazo hormonal para acercar sus rasgos físicos al sexo requerido. Algo que debe quedar certificado por otro médico. Esto es, a ojos de las personas trans, patologizar la transexualidad.

Pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sacó la transexualidad de su lista de trastornos mentales y del comportamiento en el año 2018, las organizaciones trans siguen reclamando una ley trans estatal que revierta la de 2007, que “patologiza las identidades trans”, denuncia la presidenta de la Federación Plataforma Trans, Mar Cambrollé. “Sobre esa ley, pesa algo peor: nació con fecha de caducidad y el tiempo nos ha dado la razón”. Y cita l a sentencia del Tribunal Constitucional que permite a menores el cambio de sexo en el Registro Civil, en contra de lo que establece la ley. La activista también se remite a jurisprudencia que advierte de que “la hormonación como requisito para la autodeterminación de género o el diagnóstico de disforia de género podría entrar en colisión con la dignidad de las personas trans”.

“También lo dice la Unión Europea , por activa y por pasiva, en una resolución de 2015 del Consejo de Europa: la identidad legal de las personas trans debe ser a través de un trámite administrativo, rápido, transparente y accesible, sin límite de edad y que no exija peritación médica”, resuelve Cambrollé.

Ángel también pasó por una Unidad de Transexualidad e Identidad de Género (UTIG) como paso previo, y obligatorio, al tratamiento de reemplazo hormonal. “Sigo teniendo pesadillas”, asegura este jerezano de 34 años. “Fue un trato horrible y discriminatorio —sentencia—; a los animales de granja se les trataba mejor”.

Su relato es similar al de otras personas trans. Cita con el médico de cabecera y derivación automática a una UTIG. “No lo entendí, yo no tenía ninguna enfermedad mental, solo quería ir al endocrino”, asegura.

"Que si me excitaba con animales"

Recuerda Ángel que no dejaba que su madre entrase con él en la consulta de aquella psiquiatra. Ya dentro, tenía que soportar una retahíla de incómodas preguntas. “Que si yo practicaba la zoofilia, que si me excitaba con animales, que si había visto tener relaciones sexuales a mis padres, que si cuando era pequeño usaba vestidos, si me masturbaba con la ropa interior del sexo opuesto , que si salía con hombres o mujeres, frecuencia en mis relaciones sexuales, que si, cuando de niño jugaba a papás y mamás, qué rol desempeñaba… Mil chorradas indignantes. Contesté a todas como lo sentía, pero me dijeron que no lo veían claro y que tenía que volver. Yo era gay, salía con hombres, y eso no le encajó a la psiquiatra. ¡Que yo no rechazara el color rosa no le cabía en la cabeza!”, detalla el joven.


Regresó un mes después, y siguieron las preguntas. “Que si oía voces, que si le hablaba a la televisión, que si tenía amigos, que si había intentado suicidarme … Salía llorando de la consulta, con ataques de nervios, pero me amenazaban con que si no respondía no me darían las hormonas”, enumera. Y volvieron a pedirle que volviese. Y en cada cita, más de lo mismo. “Me llegaron a decir que sentía fobia social y que era trans porque tenía problemas con mi madre. Me sacó a Freud del baúl de los recuerdos. Me sentí insultado”, confiesa Ángel.

Dos años y medio estuvo yendo a esa consulta. Hasta que unos amigos le recomendaron que respondiese a la medida del test. Les dijo que tenía novia, se cortó el pelo y empezó a vestir de negro. Y le dieron la hormonación. “Querían que cumpliese un canon, con el estereotipo de un hombre”, valora el joven.

Ángel no lo entendió entonces y sigue sin entenderlo hoy, cuando sigue leyendo en las redes sociales a personas trans denunciando sus encuentros con psicólogos en aquellas comunidades autónomas en las que no existe una ley trans. “Por eso es tan importante aprobar una ley trans estatal que nos dé seguridad jurídica”, insiste.

Críticas al PSOE por un documento "tránsfobo"

“Ahora mismo, los derechos fundamentales de las personas trans se están pisoteando”, advierte Ángel, que señala a la vicepresidenta Carmen Calvo y a otros ministros socialistas . “No me decepciona el PSOE porque ya los conozco —sigue—, ya sé de qué van. Y Calvo o Ávalos han firmado un documento tránsfobo y patologizante. En vez de pedir disculpas, o dimitir, siguen insistiendo en la misma idea de la seguridad jurídica para las mujeres. ¿Y la nuestra? Porque desde hace dos años se nos ha puesto en el centro de la diana. Ya tenemos problemas solo por decir que somos trans. Se están levantando odio y violencia. Es horrible, tanto en redes sociales como en la calle. ¿Qué quieren? ¿Que nos maten?”.

Critican las organizaciones trans que España ha pasado de la cabeza a la cola en comparación con otros países de la Unión Europea. Bélgica, Francia, Grecia, Luxemburgo y Portugal han aprobado leyes que no medicalizan ni patologizan los procesos de cambio de marcador de género. “Los políticos miran a Europa para los asuntos económicos, pero en lo que se refiere a las personas trans, se mira más para Hungría o Polonia, países que siendo de la Unión Europea no respetan a los colectivos LGTBI ”, lamenta Mar Cambrollé.

Pero insiste: “Habrá ley trans, con toda seguridad”. “Es un proceso irreversible que no lo va a frenar nadie. El principio de autodeterminación es una herramienta legal que devuelve a las personas trans la capacidad de ser sujetos de derecho”, defiende Cambrollé. “Es un escándalo internacional; y hay padres, madres, abuelos y abuelas dispuestos a todo por defender la igualdad”, sentencia la presidenta de la Federación Plataforma Trans.

El último capítulo de este tenso debate tiene como protagonista a la propuesta de fusión entre las leyes trans y la LGTBI, una idea impulsada por varias organizaciones LGTBI y que desbloquearía las negociaciones entre los socios de gobierno. Pero la solución no convence a todas las partes, sobre todo al colectivo trans, que ve en la unificación un insulto a sus años de reivindicaciones. “Nos invisibilizaría como sujetos políticos ”, critica Cambrollé, que advierte de que seguirán las acciones de presión para que la ley trans estatal se convierta en una realidad.

40 años de una lucha sin fin

La amenaza de la 'furia trans' no es nueva. El colectivo ha protagonizado desde hace décadas una ardiente defensa de los derechos LGTBIQ+ . Se enfrentó a la dictadura de Franco y a los gobiernos democráticos con posterioridad. Sus cuerpos tienen memoria. Han soportado insultos, agresiones y todo tipo de agravios. Pero siguen en una lucha que ha terminado para gais y lesbianas, pero que sigue siendo una realidad para las personas trans.


Lenna Guzmán , Lorena, sigue plantando batalla. Lo hace ahora, pidiendo que las personas trans tengan en sus propias manos “las llaves de su transición”; y lo hizo cuando se negó a contestar los test en aquella UTIG de Málaga. “Les respondí que tenía claro lo que era y me negué a contestar”, recuerda. “No tenía ni tengo ninguna enfermedad mental”, argumenta esta veterana.

Cuenta Lorena que llegó un día en su vida en que puso punto y final a su “autorrepresión”, que se cansó de pensar en los problemas que hacer la transición podía generarle en el entorno laboral, o en las agresiones a las que se exponía. “Ya no podía más. O me suicidaba o daba el paso. Y elegí darlo”.

De la UTIG de Málaga, como el resto, no guarda buenos recuerdos. En los dos años que estuvo yendo, escuchó todo tipo de rumores. “De suicidios de gente que no aguantaba que les negasen una y otra vez las hormonas”, apunta. “La del suicidio es una respuesta que está ahí, porque acumulas mucho sufrimiento . Te cuestionan. Niegan tu identidad una y otra vez. Te aburren. Porque ellos tienen la llave del cambio, por eso llevamos 40 años luchando, por eso es tan importante la ley que nos niegan: para que lo que viví nadie vuelva a vivirlo, y para que podamos decidir y no sean otros los que lo hagan por nosotras”.

https://www.elconfidencial.com

Noticias

Por ATA - Sylvia Rivera 23 de septiembre de 2025
Las personas galardonadas en esta edición serán:
Por ATA - Sylvia Rivera 23 de septiembre de 2025
A pesar de que el nombre de Paris Lee sea muy poco conocido en España, la realidad es que ha sido una de las figuras más importantes dentro del colectivo LGTBI en Reino Unido los últimos años. La activista trans ha sido una de las caras más visibles de la lucha por los derechos de las personas trans en el país anglosajón, algo a lo que ha contribuido a través de artículos, trabajos con ONG y con sus memorias, What It Feels Like for a Girl, que ahora han sido adaptadas por la BBC. La serie se estrenó este verano en BBC Three, y consta de ocho episodios de unos cincuenta minutos. Ha sido creada, producida y parcialmente escrita por la propia Paris Lee, mientras que Ellis Howard (Catalina la Grande) ha sido el encargado de dar vida a la periodista y activista en el proyecto. Tres meses después de ver la luz en Reino Unido, What It Feels Like for a Girl llega a España de la mano de una plataforma de streaming.
Por ATA - Sylvia Rivera 22 de septiembre de 2025
La estadounidense Midori Monet ha ganado este sábado el título de Miss Reina Internacional (Miss International Queen), el mayor certamen de belleza de este tipo, que ha celebrado su edición número 21 en la ciudad de Pattaya, Tailandia. La joven agradeció el título y lanzó un dardo a Donald Trump: "Las personas trans estamos aquí, hemos estado aquí desde antes de Trump y estaremos aquí después", sostuvo. Tailandia, un referente mundial en las cirugías de reasignación de sexo, acoge esta competición un mes antes de que se celebre en el país uno de los mayores concursos de belleza femenina, el Miss Grand Internacional, que no acepta mujeres trans. Además, el país será en noviembre la sede del Miss Universo, cuya primera edición con una participante trans tuvo lugar en Bangkok en 2018, cuando la española Ángela Ponce se convirtió en la primera mujer trans en competir en este certamen, que desde entonces ha flexibilizado reglas, admitiendo ahora a mujeres casadas o divorciadas y sin límites de edad. Aunque Tailandia protege más que la mayoría de países vecinos los derechos del colectivo LGTBI+ y en enero de este año se convirtió en el tercer lugar de Asia y la primera nación del Sudeste Asiático en permitir el matrimonio igualitario, los activistas advierten que aún queda mucho camino para acabar con todas las discriminaciones. https://www.telecinco.es
Por ATA - Sylvia Rivera 19 de septiembre de 2025
El 42% de las personas intersexuales en España ha sufrido violencia física o sexual por ser una personaLGTBIQ+, el segundo porcentaje más alto entre los 30 países analizados en un informe que presentó este miércoles la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la Unión Europea (UE). Sólo en Austria, con un 45%, hay más personas que han sufrido episodios de violencia, según ese informe basado en entrevistas a 1.920 personas intersexuales. La media en la UE es del 32%. El elevado desconocimiento social sobre las personas intersexuales las convierte en un grupo muy vulnerable, objeto de un odio creciente y a menudo sometidas sin su consentimiento informado a cirugías y terapias de ‘conversión’, según alerta la UE. Las personas intersexuales nacen con variaciones que ocurren de manera natural en las características sexuales -como los genitales, la anatomía, los niveles de hormonas o los cromosomas- que no se ajustan al binarismo dominante. La FRA estima que el 0,02% de la población de la UE tienen esas variaciones innatas, aproximadamente unas 90.000 personas. Aumento de la intolerancia contra las personas LGTBIQ+ En su reporte, la FRA indica que España está entre los países con las legislaciones más avanzadas contra la elevada discriminación y violencia que sufren las personas intersexuales, la más alta entre todo el colectivo LGTBIQ+. Es uno de los cinco países de la UE que prohíben las modificaciones médicas genitales no consentidas a menores, y está entre los siete que incluye las protección de las características sexuales en su legislación antidiscriminación. También es uno de los ocho que prohíbe las terapias de conversión que buscan modificar la orientación sexual o la identidad de género. Pese a esas leyes, el 51% de las personas intersexuales encuestadas en España opinaron que la intolerancia y los prejuicios contra las personas LGTBIQ+ han aumentado en el país en los últimos cinco años, frente al 35% de media comunitaria. El principal motivo para ese aumento en España radica, según el 86% de las personas encuestados, en los discursos negativos de políticos y partidos, frente al 69% que así lo opina en el conjunto de los 27. Sólo el 24 % opina que se debe a cambios legales negativos (en contraste con el 37 % de media en la UE). Menos denuncias
Por ATA - Sylvia Rivera 17 de septiembre de 2025
La Cámara Contencioso Administrativo Federal N°5 ordenó la reincorporación de cinco trabajadorxs trans que habían sido despedidos del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y exigió al Gobierno cumplir con la Ley de Cupo laboral Travesti Trans (27.636). La decisión judicial había sido firmada a mediados de mayo, pero fue necesario que exigir su cumplimiento e intimar al presidente del INCAA, Carlos Pirovano, para que dé cumplimiento al fallo judicial. Con ese objetivo, el viernes pasado sectores de estatales, referentes de la cultura y del cine, acompañaron a los trabajadores con un "abrazo colectivo" al edificio del instituto del cine. "En el INCAA el ajuste del Gobierno y Carlos Pirovano dejaron tierra arrasada con los despidos masivos", denunciaron desde la Asociación de Trabajadores del Estado. Desde el inicio del gobierno de Javier Milei, el colectivo trans-travesti representó el 10 por ciento de los trabajadores estatales despedidos por la administración nacional, a pesar de la vigencia de la Ley 27.636. Por su parte, el colectivo de documentalistas argentinos DOCA denunció que el Poder Ejecutivo está desviando los fondos del Fondo de Fomento Cinematográfico a inversiones especulativas y pidió la destitución del presidente del INCAA, Carlos Pirovano. En un breve video, los documentalistas recuperaron las declaraciones del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en su exposición ante la Cámara de Diputados en la que confirmó que el fondo del INCAA tiene superávit y que un total de 37 mil millones de pesos fueron colocados en bonos y plazos fijos. https://www.pagina12.com.ar
Por ATA - Sylvia Rivera 16 de septiembre de 2025
Vivian Wilson, la hija de Elon Musk, ha debutado en la Semana de la Moda de Nueva York. La joven de 21 años no solo desfiló, sino que también aprovechó la pasarela para criticar las políticas agresivas de la administración Trump, especialmente aquellas que limitan los derechos de la comunidad trans. Debut Tras aparecer en varias portadas, Vivian debutó en la Semana de la Moda de Nueva York. Para el desfile de Alexis Bittar, lució un vestido rojo acompañado de una cinta brillante con la inscripción “Miss South Carolina”. El desfile El diseñador recuperó el estilo de los concursos de belleza de los años noventa, incorporando un giro surrealista y una crítica a los estereotipos de género. Inspirado en películas como Terciopelo azul, Carrie y Las vírgenes suicidas, el desfile buscaba criticar la misoginia, los depredadores descontrolados y la cosificación, al mismo tiempo que defendía los derechos de las personas transgéneros, según explicó el diseñador en Instagram. Además de Carolina del Norte, el desfile incluyó representaciones de Virginia Occidental, Florida, Utah, Tennessee, Alabama y Luisiana. «Elegí deliberadamente a cada candidata para representar a un estado norteamericano en el que los derechos de las personas trans están amenazados», dijo el diseñador. Vivian Wilson La estudiante neoyorquina, ya había expresado su interés por incursionar en el mundo de la moda. “Me ponía muy nerviosa que me malinterpretaran o que pensaran que no valía para esto”, declaró a The Cut tras su sesión de fotos para Teen Vogue. En junio, cumplió otro de sus sueños al participar en el espectáculo drag benéfico de Pattie Gonia bajo el nombre artístico de Vivllainous. Desde 2022, cuando solicitó legalmente su cambio de nombre e identidad de género tras iniciar su transición a los 16 años con el apoyo de su madre, Vivian se ha distanciado de su padre. Actualmente, vive en Los Ángeles, en un piso compartido y asegura no recibir ayuda económica del empresario. Con su debut en la Semana de la Moda de Nueva York, Vivian Wilson reafirma su compromiso con la moda y los derechos de la comunidad trans, demostrando que su camino va más allá de su apellido. https://www.elliberal.cat
Por ATA - Sylvia Rivera 15 de septiembre de 2025
Psicólogo, análisis de sangre, visitas al endocrino, hormonas, pruebas y cirugías. Estos son todos los pasos por los que tienen que pasar las personas trans que opten por completar su cambio físico en la sanidad pública española. Este colectivo tiene que superar una serie de barreras hasta lograr su transición deseada debido a que soportan amplias listas de espera. Aunque los tiempos varían mucho entre comunidades autónomas, los relatos de varias personas trans a este periódico arrojan que de media esperan para una cirugía de vaginoplastia o una faloplastia hasta tres años. Y la hormonación no se queda atrás. Desde que una persona solicita una cita hasta que consigue los medicamentos puede pasar hasta un año. De hecho, en algunos casos sólo conseguir una cita con el endocrino puede llevarles un tiempo de espera de hasta más de un año. Antón (Galicia) tiene 20 años y ha vivido las eternas listas de espera para completar su transición. De hecho, aún lo vive. Con 18 decidió dar el paso y empezar el cambio. Lo primero fue el registro civil, donde, con la nueva ley, tardó ocho meses en hacer todo el proceso y cambiar su documento nacional de identidad (DNI). Después de eso, solicitó el cambio de nombre en los centros de estudio, la seguridad social, el banco o la tarjeta de médico. Y aunque no fue fácil, explica a este periódico que todo lo peor vino después. Ha estado hasta dos años esperando para poder recibir la hormonación. Una depresión, causada por no sentirse bien consigo mismo, hizo que se retrasara aún más ese proceso. Además, aclara que ve al endocrino sólo una vez al año. Cuando debería ser necesario, al menos una, cada tres meses. "Fui varias veces al médico a insistir si podían ponerme la cita, pero se ve que las personas trans no somos prioridad. Estamos al fondo en las listas", cuenta. La primera cita con el endocrino llegó con 19 años, es decir, esperó 365 días para ver por primera vez a este especialista. Luego, se hizo los primeros análisis de sangre y hasta un año después no volvió a verlo para conseguir la hormonación. Retraso en la hormonación Unas pruebas que no sirvieron de nada, ya que tras retrasar el tiempo de hormomación tuvo que volver a repetirlas. "No me querían dar las hormonas porque afectaban a la depresión y a mis cambios de humor. Pero yo repetí y repetí que tenía esa enfermedad mental causada por no verme bien a mí mismo. Y quería cuanto antes tomar la medicación", relata el momento. Así que hasta que no pasó un tiempo no pudo. Ya con 20, tuvo la segunda cita con el endocrino. "Esto ha sido en marzo de este 2025, porque tuve que volver a hacerme otros análisis de sangre y esperar cinco meses hasta que empecé al fin a hormonarme", cuenta. Como relata a este periódico, una vez que una persona trans empieza tomar la medicación para comenzar con su cambio, debe visitar al endocrino, al menos, cada dos o tres meses para ver si tu cuerpo está aceptando correctamente las hormonas. Sin embargo, desde que Antón las recibió no ha vuelto a pisar el endocrino desde entonces. "Se supone que estoy en lista de espera, sólo para que me den la cita, es decir, llevo desde abril con hormonas y siguen sin dármela". Para completar su cambio le gustaría hacerse la mastectomía, pero ya se da por vencido para hacerse la cirugía por la sanidad pública. Optará por el área privada, porque no quiere esperar cinco años (el tiempo de espera medio que hay en su zona) para sentirse bien consigo mismo. Años para la cirugía Amanda (nombre ficticio) tiene también 20 años y está en lista de espera para realizarse una vaginoplastia. Su camino tampoco ha sido fácil. Ella vive en Madrid y en la capital, las listas de espera para cambiarse el nombre y hacer una simple visita al endocrino son todo un calvario. En un primer momento, para visitar el endocrino le dieron cita para un año. "Quieren estar seguros de si quieres hacer el cambio, por eso no eres la prioridad. Pero mis padres insistieron y, en lugar del año que me daban, tuve que esperar tres meses para ver por primera al endocrino", cuenta. Y cuando llegó al endocrino, al igual que Antón, tuvo que esperar para luego tener que volver a esperar, ya que primero se tenía que hacer unos análisis de sangre. "En total tardé un año y medio hasta recibir por primera vez la medicación", añade. Ahora, se encuentra en lista de espera para poder hacerse una vaginoplastia. Y es necesario pasar por varios procesos para la cirugía. Entre ellos, hay varias fases en la que los especialistas se ponen en contacto con la persona para que confirme si está segura de realizarse esta operación. "Cuando llevas un año con hormonas, te derivan a una cita para hacerte las operaciones. En mi caso, he tenido que hacerme previamente una colonoscopia antes de la cirugía. Para esto pasaron seis meses y ahora me han dicho que tengo que esperar, al menos, tres años más", relata. Aunque está siendo un proceso lento, Amanda cuenta que uno de los procesos más duros fue el cambio de nombre. Empezó con la anterior ley y, cuando ya estaba casi todo listo en el registro civil, entró la nueva norma (en marzo de 2023). El proceso se ralentizó. "Me dijeron que tenían que volver a empezar y al final tardé más de ocho meses sólo en hacer el cambio", termina. Por otro lado, la joven denuncia a este medio el desconocimiento que hay por parte de la sanidad pública del colectivo trans. "Cuando le conté todo por primera vez a mi médica de cabecera, me dijo que no sabía qué hacer: 'Me leeré unos papeles y te digo algo la semana que viene'. Es increíble". Transición con 57 años Juana empezó su transición con 57. Y aunque el tiempo de espera también ha sido largo, reconoce que por su edad se ha acelerado el proceso. Tardó unos cinco meses para visitar por primera vez el endocrino. Ella vive en Canarias, y allí las revisiones con el especialista las hace cada seis meses. "Al principio, solicité sólo una extirpación de testículos porque creía que con eso ya me iba a ver bien. Pero luego, al mirarme al espejo por las mañanas, me di cuenta de que no: necesitaba la vaginoplastia completa. Ahora, estoy en lista de espera para ella y me han dicho que como mínimo tengo que estar tres años de espera porque aquí en Canarias no se hace esta cirugía", cuenta. Para ella, lo más duro de su transición ha sido que tuvo que dejar, por un tiempo, el tratamiento de hormonación debido a que le encontraron un bulto en una de sus mamas. "Al final, todo se quedó en un susto. Fue una ginecomastia (crecen los pechos) por el aumento de fármacos hormonales. Pero para mí esos meses fueron una montaña rusa de emociones. Porque yo tenía antecedentes en la familia de cáncer y pensaba que tenía que dejarlo definitivamente", continúa. Después de todo lo que ha pasado y, aunque, la espera no está siendo fácil. Reconoce que para ella fue mucho más duro tener que estar 57 años atrapada en una identidad que no le correspondía. "No era yo. Después de tanto, ahora estoy empezando a disfrutar de mí misma", concluye. https://www.elespanol.com
Por ATA - Sylvia Rivera 12 de septiembre de 2025
La árbitra israelí Sapir Berman sonríe radiante al recordar el momento en el que su "sueño se hizo realidad", cuando se convirtió este año en la primera mujer trans en dirigir un partido de fútbol internacional. "Siempre quise ser una mujer y siempre quise ser árbitra de fútbol, y ambas cosas llegaron juntas y se fusionaron en un solo sueño que detonó con alegría", confesó a la AFP la mujer de 31 años. "Es una sensación inspiradora y poderosa: sentir que estoy haciendo lo correcto, que me estoy eligiendo a mí misma, que estoy mostrando al mundo que es posible". "Desde que tenía cinco años recuerdo que quería ser mujer, que quería ser una niña. Y cuando empecé a jugar a fútbol me di cuenta de que el sueño de ser mujer y jugar a fútbol no iban de la mano", relata. "Así que decidí esconder quien era y seguir jugando a fútbol. Me escondí a mí misma durante casi 26 años". Berman creció en medio de una familia amante del fútbol. Jugó como defensa en su infancia y juventud, pero cuando se dio cuenta de que nunca llegaría a ser profesional, se unió a la asociación de árbitros y trabajó hasta oficiar en partidos de la Premier League masculina de Israel. Pero Berman sentía que estaba ocultando su secreto más íntimo. Fue durante la pandemia de covid-19, en medio del confinamiento, cuando Berman comenzó a reflexionar sobre su futuro. "Me pregunté: ¿esto es vida? ¿es éste el camino?", recuerda. "Decidí revelarme a mi misma". Berman temió inicialmente que su carrera hubiese concluido, pero su hermano le convenció para que tratase de continuar. La inglesa Lucy Clark se convirtió en la primera mujer trans en el mundo en arbitrar un partido, en 2018 en la semiprofesional English league, pero nunca dirigió un partido internacional. Cuando Berman arbitró el partido de clasificación para la Eurocopa femenina sub-17 entre Irlanda del Norte y Montenegro en Belfast en marzo de este año, fue un hecho inédito, según la UEFA. Berman asegura que el camino no siempre fue fácil a pesar del gran apoyo que recibió de la asociación de árbitros de Israel. "Hubo muchas preguntas y muchos momentos en los que me decían que no sabían qué hacer. Yo tampoco sabía qué esperar o cómo acabaría el proceso". Berman comentó que cuando comenzó con la terapia hormonal como parte de su transición, al principio se sintió frustrada y resentida con su cuerpo. "Fuera del terreno de juego me sentía fantástica, dentro sentía que había destruido mi carrera". No pasó las pruebas físicas y descendió de categoría, pero con la ayuda de un psicólogo deportivo y con muchos "intentos y errores", logró regresar. Berman se convirtió en árbitra internacional a comienzos de este año y sueña con dirigir un partido de Liga de Campeones, de la Eurocopa o del Mundial. Apoyo de jugadores y aficionados La participación de las personas trans se ha convertido en un tema de actualidad a medida que los diferentes deportes tratan de conjugar la inclusión con la equidad competitiva. A comienzos de este año, la Federación Inglesa (FA) anunció que las mujeres trans no pueden jugar en el fútbol femenino. Berman espera que las instancias deportivas encuentren la manera de "integrar, unir, diversificar" y recordó que el rendimiento de un deportista también puede verse afectado por factores emocionales, económicos, geográficos o familiares. Berman afirma haber recibido muestras de apoyo tanto de jugadores como de aficionados. "Los aficionados siguen insultándome, sólo que ahora lo hacen en femenino", sonríe, añadiendo que para ella supone "un sello de aprobación, de que me ven exactamente como soy". Y en la calle, jóvenes le han contado que su historia les ha dado esperanza. "Eso me llena, me da muchísima fuerza para seguir adelante y hacer lo que hago, porque a fin de cuentas, me elegí a mí misma". https://www.t13.cl
Por ATA - Sylvia Rivera 11 de septiembre de 2025
En la primera mitad del año se registraron 102 delitos de odio, un 70% más que en 2024. Hubo 17 personas que murieron a causa de su orientación sexual o identidad y 85 sufrieron lesiones a su integridad física. Durante el primer semestre de 2025 se registraron 102 crímenes de odio contra personas LGBT+. Es un indicador preocupante ya que implica un 70% más que los delitos cometidos durante el 2024 (60 casos) y muestra un aumento de actos homofóbicos, lesbofóbicos y transfóbicos, según el informe semestral 2025, del Observatorio de Crímenes de Odio LGBT+, motivados por discriminación, orientación sexual, expresión e identidad de género. “Esta cifra es alarmante no solo por su magnitud, sino por su carácter histórico: representa un aumento del 70% en comparación con el mismo período del año anterior, en el que se habían contabilizado 60 casos. Pero, además, en tan solo seis meses, se alcanzó el 72% del total registrado durante todo el año 2024, que cerró con 140 casos. La evolución histórica refuerza esta tendencia: en todo 2023 se registraron 133 casos, en 2022 la cifra fue similar, y en 2021 se habían contabilizado 129”, enmarca el Observatorio.
Por ATA - Sylvia Rivera 9 de septiembre de 2025
La polémica comenzó cuando una trabajadora trans de una tienda Marks & Spencer (M&S) en el Reino Unido ofreció ayudar a una chica de 14 años en la sección de lencería. Un gesto cotidiano que, según la madre de la menor, resultó molesto para su hija. M&S respondió con una disculpa y ofreció que fuera atendida por una empleada cis si lo preferían. La situación fue corregida. Un portavoz de Marks & Spencer en una entrevista para un medio de comunicación explicó que: «Queremos que nuestras tiendas sean lugares inclusivos y acogedores para nuestros colegas y clientes». La marca defiende la inclusividad y asegura que los clientes pueden elegir ser atendidos por el empleado que deseen. El boicot impulsado por una ideología excluyente J.K. Rowling, conocida por su postura TERF (feminismo radical excluyente), aprovechó el episodio para llamar a un boicot público contra M&S. En su mensaje en redes escribió: “Es hora de que las mujeres voten con su cartera” y sugirió que boicotear a la empresa era “apropiado” si continuaba permitiendo que mujeres trans accedieran a espacios para mujeres. La respuesta de M&S