Crónica de una joven trans: "Hija, de alguna manera siempre lo supimos"

ATA - Sylvia Rivera • 10 de febrero de 2020

Acaba de aparecer el segundo libro de la joven poeta y modelo trans Carolina Unrein. Con el tono de diario íntimo cuenta la experiencia de médica, hospitalaria y vital de su vaginoplastía intercalada con sus recuerdos de infancia y adolescencia. Como señala Camila Sosa Villada en el prólogo, esta crónica donde el amor de la familia es un factor distintivo de las historias de generaciones anteriores, marca la gloria de una batalla que travestis y trans vienen dando desde la trinchera contra el odio . SOY presenta, como adelanto algunos fragmentos clave de FATAL. CRONICA TRANS (Planeta) que ya está en librerías.

En el hospital

El viernes, cerca de las diez, llegaron Fidalgo y Bustos a sacarme todo. Mamá y papá salieron. Me empezaron a sacar las vendas mientras yo miraba para el techo. Habían pasado siete días desde que estaba ahí, en esa habitación. Me moría de ganas de pararme, de caminar, de sentir los rayos del sol, de acariciar a mi gata. Pero todavía faltaba para eso. En algún momento me sacaron el tutor y yo no me di ni cuenta, no lo sentí. En eso, Fidalgo me dice: «Te voy a sacar la sonda, esto va a doler, pero es un segundo». ¡Tac! Fue el segundo más espantoso de mi vida. «Está todo sequito, estás cicatrizando muy bien». Me preguntaron si quería verla y dije que no, después dije que sí, pero solo por foto. Me mostraron la foto que habían sacado para su registro y ahí estaba. «No es vagina que vas a tener, ahora parece que te pasó un camión por encima, pero de a poco se va a empezar a deshinchar y va a cicatrizar bien». Yo igual ya estaba curada de espanto, me había asegurado antes de irme a operar de buscar fotos en internet de chicas que habían subido sus procesos de curación para hacerme una idea de lo que me iba a encontrar. Luego me explicaron que, de a poco, a mi ritmo y sin forzar, iba a tener que intentar pararme. Que podía ser que en una hora ya estuviera regia caminando, como podía ser que me tomara todo el día. Había estado acostada durante siete días, así que lo más seguro era que me mareara, probablemente me desmayara, pero la idea era prevenir que eso pasara. Esa fue la parte más difícil. Volver a levantarse, renacer de una muerte, es lo más difícil de todo. Me levantaba para sentarme y me mareaba. Me acostaba, esperaba un ratito, lo volvía a intentar y pasaba lo mismo. Me podía la situación, lloraba sin parar, quería levantarme de una vez e irme. «Tranquila, Caro, tranquila, sé fuerte, ya vas a poder», me decía mamá. Le escribí a Fer, mi psicóloga, que me había estado acompañando en todo este proceso y le dije que no estaba pudiendo levantarme.

Cuando nos levantamos, le pedí a mamá que me ayudara a bañarme, era lo que más anhelaba. Tuvimos que tener cuidado de no mojar nada entre el ombligo y la rodilla, a pedido del doctor también. Me lavé el pelo como pudimos, las axilas, la cara, los pies. Y enjuagamos el Pervinox que me había quedado en todo el muslo y que me daba un terrible asco, obvio que con total cuidado para no mojar el área operada. Me mareé un poquito porque la ducha caliente te sube la presión, y creo que me volvió la sangre a un montón de lugares a los que hacía casi una semana que no llegaba. Después, también a pedido del doctor, con un secador de pelo echamos aire ahí por unos segundos para que no quedara tan húmedo. Luego me sequé el pelo con la ayuda de uno de esos cepillos cilíndricos de peluquería que mamá había comprado una vez pero no había usado nunca. Me maquillé los labios de color rojo y me puse un pulovercito lindo. «Pero, Caro, ¿para qué te maquillás tanto si no vamos a salir a ningún lado?». No sé por qué no entendía mi necesidad de sentirme limpia y bella en este nuevo cuerpo, creí que era obvio. Ahora leyendo esto capaz sabés, mami.

El segundo o tercer día vinieron los docs al departamento para ver si me estaba curando bien y presentarme al señor dilatador pequeño y sus hermanos, el señor mediano y el señor grande. Ah, porque el laburo que tenemos que hacer las mujeres trans que nos operamos es ese: dilatarnos la vagina para mantenerla abierta. El primer mes, según las indicaciones de Fidalgo y si mal no recuerdo, tenía que dilatarla tres veces por día con el dilatador pequeño y el mediano, diez minutos con cada uno. Después, más adelante, incorporaría el grande y reduciría la frecuencia. De tres veces por día pasaría a dos veces, luego una vez por día, luego cada dos por tres y por último una vez por semana. Todo eso me lo indicaría bien él. Pero en ese momento me dijo que empezara con el más chico los días que estuviera ahí, para familiarizarme con la sensación y con todo el proceso que era presionar un miniconsolador y mantenerlo firme, sin moverlo, en una vagina recién operada.

Familiarizarme con eso fue, en parte, conocer lo que le pasaba a mi cuerpo. Era necesario estar relajada y respirar hondo para no causar dolor y tensión innecesaria en la cavidad vaginal. Ponía un preservativo en el dilatador, por una cuestión higiénica, y un poco de lubricante. Con la ayuda de un espejo, al menos las primeras veces, medía dónde estaba el agujero (porque hay chicas que por error lo ponen en la uretra) y, sin mirar (porque me impresionaba), lo mandaba. No sentía dolor. Es una operación que, en general, se vive sin mucho dolor. La parte dolorosa y angustiante pasa por otro lado, es psicológica. Te hacés de hierro por todo lo que tenés que pasar emocionalmente. Y así fue. Con una jeringa y un poco de Furacín dos veces al día, comiditas ricas, una pequeña salida a un Burguer King, un poco de tele, un par de partidas de chinchón y algunas películas los tres juntitos, los días se pasaron volando. Volvieron Bustos y Fidalgo para chequear que estuviera todo ok y como vieron que sí, nos devolvieron para Entre Ríos. Nunca sentí tanta cercanía con papá y mamá. Nunca los amé tanto. Nunca estuve tan segura de una decisión que había tomado. Nunca tanto nada. Fue la experiencia más intensa, más dolorosa y más feliz de toda mi vida. La repetiría una y mil veces, me iba convencida de eso. No por una cuestión sadomasoquista de querer volver a pasarla mal por los días de internación, sino por todo lo bello que fue. (...)

15 años antes

Las infancias son complicadas, pero más lo son para nosotras, las travas, y mis hermanas maricas. Yo fui ambas. Fui una niña marica y llegué a ser una pequeña trava. Tuve distintas etapas durante mi infancia. En un principio no me concebía como otra cosa que no fuera una nena. Me pensaba como una, me portaba como una, me identificaba como una. Un par de años más tarde, en los juegos con mis amigas todavía no intervenidas por el espanto paterno, me llamé Jennifer, y era la hermana, la estilista, la diseñadora o la famosa de lo que fuera que estuviéramos jugando. No sé de dónde saqué ese nombre, pero me gustaba. Era estúpido y fantasiosamente yanqui y creo que me sentaba muy bien, porque creo también que, para ese entonces, ya me había convencido de lo que todo el mundo parecía estar más que convencido: de que yo no era, en efecto, una nena. No sé por qué no era una nena. No tenía el pelo largo como las demás, pero porque no me dejaban. No usaba el guardapolvito rosado, pero porque no estaba permitido. No me llamaba ni Caro ni Sofía ni Serafina legalmente, pero en mi corazón era nada más y nada menos que Jennifer. Lo del pelo era un plato. Recuerdo el horror que le tenía a la maquinita para el pelo. Una vez me raparon la cabeza y se sintió como si me estuvieran mutilando, como si me arrancaran las plumas con pinzas o las alas que usaba para volar. «Tiene como un trauma con la maquinita», decía mi mamá en las peluquerías, y recurríamos, por descarte, a las tijeras. Aun así, no me gustaba para nada. Tiempo después aprendí lo que era un desmechado y una tijera para desmechar, y a pesar de que me dejaba el pelo más corto, sin entender muy bien la diferencia, iba a la peluquería y pedía un desmechado porque había algo de anestesia en la idea de pedir algo parecido a lo que pide la señora de al lado, y está bueno no sentir tanto dolor todo el tiempo. Recuerdo también que una vez en el colegio levanté con la mano uno de los mechones que tenía cerca de la coronilla, entre los dos remolinos que tengo ahí arriba, porque era de los mechoncitos más largos que tenía y me regocijaba agarrar una porción de pelo y estirar un poco el brazo teniendo todavía en la mano dos o tres pelitos, que cuidaba como si fueran oro o espuma. Había algo en esa falsa longitud capilar que por momentos me hacía sentir un poco mejor, como si fuera otro mundo el que podía encontrar ahí; una fracción de paz, un poco de tranquilidad frente a tanto entorno basura. Por lo general, solía hacerlo frente al espejo para no solo sentirlo, sino además verlo. La cuestión es que ese día lo hice en el aula y Lisandro, un compañero, me dijo: «Wow, Agus, qué largo que tenés el pelo. Casi sos una nena». Creo que no contesté nada, tal vez me reí un poco. Él debe haber pensado que fue por lo ingenioso de su chicana, pero si supiera… Creo que ahora sí sabe. De cualquier manera, creo que todes inconscientemente lo sabían, mal que mal.

El descubrimiento

A los trece, también en internet, gracias a mi bella amiga la computadora, encontré de algún modo la palabra trans. No recuerdo dónde ni cómo, si fue en un video, un texto, una imagen, un tuit, un estado. Pero recuerdo enterarme de que había una ley y de que existían las hormonas. Recuerdo haber leído sobre Jazz Jennings, y en ese momento creo que también estaba pasando lo de Caitlyn Jenner y un clic sucedió en mí. También recuerdo hablar sobre el tema con mis amistades virtuales y pelearme con un par. Y esto de ser trans, si bien traía alivio por un lado, por otro traía mucho estrés y ansiedad. La angustia de zafar o pass como le dicen en inglés, de que no validen mi identidad, de que me maten a golpes en el colegio, o de que no me dejaran estudiar en paz, que al menos hasta ese momento en el aula como estaba sola con mis compañeras mujeres no pasaba nada. A veces, cuando faltaba una profesora, mezclaban nuestra división con alguna o varias de las de electromecánica, las de los varones, y éramos entre ochenta y cien alumnos, todos amontonados en el aula en la misma clase. Me preguntaba, en el medio de estas situaciones, ¿qué podía pasar con una pobre y pequeña trans en un espacio así?

También me daba miedo convertirme en una Leelah Alcorn. Sabía que mis papás no me iban a mandar a terapia de conversión, o a una silla eléctrica, o a exorcizarme, pero, no sé, el miedo de que me dejaran de abrazar, de que me empezaran a hacer a un lado, de que me negaran el amor o incluso que me echaran de casa me aterraba hasta las patas. Tenía un montón de presión en la cabeza. Y más aún para tener apenas trece años. También me cuestionaba si estaba mal lo que sentía, si no estaba enferma, porque toda mi vida me dijeron y me recalcaron que eso era lo que me pasaba. Me lo dijo mi psicóloga de ese entonces, Silvia, quien lamentablemente sigue ejerciendo como profesional. Un día que estaba triste, cansada, resignada, le dije que tal vez no era trans, que tal vez me arrepentía de lo que estaba sintiendo, y su respuesta fue: «¿Viste? Me alegra mucho lo que me contás» y me dio el alta. Pero unos días después la mandé a cagar y me armé de valor para contarle a mi mamá, porque ya no aguantaba más la incertidumbre, no saber, no poder hablarlo, no poder decirle cómo me sentía y tener que ocultarlo. «Mamá, soy trans». Me preguntó qué era. Le expliqué. Entendió. «Bueno, de algún modo siempre lo supimos», y me abrazó. Le conté que no aguantaba más ir a educación física con los varones, le pedí que consiguiéramos un certificado médico falso para presentar en la escuela, y ahí entendió aún más. Ella fue testigo de todas las veces que, con la cara empapada, me ponía la ropa de gimnasia y le suplicaba que me dejara faltar. También le pedí que le contara ella a papá porque a mí me daba miedo su reacción, y que cuando fuéramos a la doctora a buscar el certificado le pidiéramos que nos dijera cómo podíamos hacer para que yo empezara a tomar hormonas. Le hablé del plan que tenía, que era esperar hasta fin de año y el año siguiente volver al colegio con un nuevo nombre y presentarme como quería y sentía. (...)

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Noticias

Por ATA-Sylvia Rivera 7 de agosto de 2025
La apertura del refugio Ace’s Place, en Long Island City, Nueva York, representa un paso histórico muy importante para la comunidad trans estadounidense.
Por ATA-Sylvia Rivera 6 de agosto de 2025
Un estudio llevado a cabo desde el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER-ISCIII), ha analizado los conocimientos y el uso entre personas trans y/o no binarias de dos de las principales estrategias de prevención del VIH: la profilaxis pre-exposición (PrEP) y la profilaxis post-exposición (PEP). Los resultados del estudio, liderado desde la Escuela Nacional de Sanidad (ENS) del ISCIII y publicado en la revista International Journal for Equity in Health, revelan que las personas trans tienen un bajo conocimiento y hacen un uso anecdótico de ambas herramientas (PrEP y PEP), pese a ser una población prioritaria en la respuesta a la epidemia de VIH y a que están disponibles de forma gratuita en el sistema público de salud. Tanto la PrEP como la PEP son estrategias de prevención altamente efectivas en disminuir la transmisión de VIH. La PrEP consiste en la toma de medicamentos antirretrovirales en personas con alto riesgo de contraer el VIH, mientras que la PEP es un tratamiento con antirretrovirales que se toma después de una posible exposición al VIH para prevenir la infección. La investigación se ha basado en los datos obtenidos en el Estudio Transaludes, el primer estudio a nivel nacional de la salud de una muestra amplia y diversa de personas trans y/o no binarias residentes en España, presentado el año pasado por el ISCIII. El estudio, recientemente publicado, ha analizado la información de 1.468 personas mayores de 15 años, reclutadas entre octubre de 2023 y marzo de 2024, a través de métodos mixtos de captación online y presencial, incluyendo redes sociales, organizaciones comunitarias y unidades de identidad de género. Los resultados globales de la investigación muestran que solo la mitad de las personas participantes conocía la PrEP, que apenas un 15 % sabía cómo acceder a ella, y que tan sólo un 2,8 % la había utilizado alguna vez. En el caso de la PEP, los niveles eran aún más bajos: apenas un tercio había oído hablar de ella, un 13 % sabía cómo solicitarla y sólo un 1,6 % la había utilizado alguna vez, generalmente en una sola ocasión. Estas cifras contrastan con el hecho de que ambas estrategias están disponibles desde hace años en el sistema sanitario público: la PrEP se financia en España desde 2019 para personas con prácticas de riesgo para la adquisición del VIH, y la PEP está disponible desde hace más de dos décadas en servicios de urgencias y unidades de enfermedades infecciosas. Los resultados del estudio revelan desigualdades en salud y un amplio margen de mejora en la implementación de estas medidas preventivas, teniendo en cuenta los determinantes sociales y estructurales de la salud, para incorporar de forma inclusiva a una población que, según ONUSIDA, constituye un grupo clave en la respuesta frente al VIH. También evidencia inequidades que deben ser abordadas para cumplir los objetivos 95-95-95 de cara a 2030. Principales conclusiones del estudio La investigación también ha analizado los factores asociados al conocimiento y uso de estas estrategias preventivas. El conocimiento de ambas estrategias fue mayor entre mujeres trans y personas no binarias, entre quienes tienen estudios universitarios, y también entre las personas que han realizado algún proceso médico relacionado con la transición o que refirieron prácticas sexuales de riesgo. En cuanto al uso, fue más frecuente entre personas mayores de 30 años, residentes en grandes ciudades y con prácticas sexuales consideradas de mayor riesgo para la adquisición del VIH. Estos patrones sugieren la existencia de desigualdades estructurales en el acceso a la información y al uso de estas estrategias preventivas dentro de la población trans y/o no binaria. Los autores y autoras del estudio subrayan la necesidad de reforzar las acciones de prevención del VIH especialmente en los hombres trans, las personas más jóvenes, con menor nivel educativo, residentes en municipios más pequeños o con prácticas sexuales de más riesgo. A pesar de que las personas trans son unas de las poblaciones prioritarias en la respuesta a la epidemia del VIH, la estigmatización estructural y la discriminación siguen traduciéndose en desigualdades en salud. Además de los factores estructurales anteriormente mencionados, en el estudio Transaludes se han identificado potenciales barreras en el acceso a los servicios sanitarios como el miedo a visibilizarse como persona trans en consulta, la experiencia previa de discriminación en el acceso al sistema sanitario y la falta de competencias culturales en los servicios sanitarios, entre otros. El estudio subraya además la necesidad de repensar las estrategias de prevención del VIH desde una perspectiva más inclusiva. Frente a modelos tradicionales de prevención, los datos del trabajo revelan una amplia diversidad de identidades, orientaciones y prácticas sexuales entre las personas trans y/o no binarias. Este hallazgo refuerza la importancia de diseñar intervenciones de prevención que se adapten de forma realista y culturalmente adecuada a las necesidades de esta población. Finalmente, el equipo señala que los hallazgos ponen de relieve la necesidad de abordar los determinantes sociales y estructurales que generan desigualdades en salud, incluyendo aquellos relacionados con la falta de reconocimiento de la identidad de género. Para ello, resulta fundamental implementar políticas públicas que combatan la discriminación y estigmatización hacia las personas trans y/o no binarias, y que promuevan entornos más inclusivos y equitativos para esta población. El trabajo ha sido realizado por un equipo multidisciplinar compuesto por personal investigador del Centro Nacional de Epidemiología y la Escuela Nacional de Sanidad (ISCIII), las áreas de Epidemiología e Infecciosas del CIBER-ISCIII (CIBERESP y CIBERINFEC), el Hospital Universitario Severo Ochoa, la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA), El Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y el Sida de Cataluña (CEEISCAT), y el Programa de Doctorado en Ciencias Biomédicas y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid. Firman el artículo Sara Moreno-García, Paule González-Recio, Marta Donat, Cinta Folch, Carlos Iniesta, María Alonso-Colón, Juan Miguel Guerras y María José Belza. https://www.isciii.es
Por ATA-Sylvia Rivera 5 de agosto de 2025
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos anunció el lunes que ha actualizado su política de inmigración para restringir la concesión de visados a las mujeres trans que quieran competir en deportes femeninos. Bajo la actualización de la política, el USCIS considerará "el hecho de que un atleta masculino haya estado compitiendo contra mujeres" como un factor negativo al evaluar las peticiones de visado en categorías como O-1A para habilidades extraordinarias, tarjetas verdes EB-1 y EB-2 para trabajadores altamente cualificados y exenciones de interés nacional. "USCIS está cerrando la laguna jurídica para los atletas masculinos extranjeros cuya única oportunidad de ganar deportes de élite es cambiar su identidad de género y aprovechar sus ventajas biológicas contra las mujeres", dijo el portavoz del USCIS Matthew Tragesser. "Es una cuestión de seguridad, justicia, respeto y verdad que sólo las mujeres atletas reciban un visado para venir a EU a participar en deportes femeninos". La medida se alinea con esfuerzos del Gobierno de Donald Trump para regular la participación de personas trans en el atletismo y sigue políticas similares promulgadas a nivel estatal en todo el país. El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos actualizó el mes pasado su política para alinearla con un decreto firmada a principios de este año por Trump que prohíbe a las mujeres trans competir en deportes femeninos. Trump firmó en febrero una directiva que, según sus partidarios, restablecerá la equidad, pero que, de acuerdo a los críticos, vulnera los derechos de una pequeña minoría de atletas. https://es-us.noticias.yahoo.com
Por ATA-Sylvia Rivera 4 de agosto de 2025
Una coalición de estados gobernados por demócratas en Estados Unidos anunció este viernes una demanda contra el gobierno de Donald Trump por una orden que impide que las clínicas brinden atención de afirmación de género a menores. La demanda, presentada por funcionarios de California y otros 15 estados, así como del Distrito de Columbia, impugna una orden ejecutiva que denuncia el tratamiento como "mutilación química y quirúrgica". La orden, firmada por el mandatario republicano en enero, insta al Departamento de Justicia a investigar a los proveedores que ofrecen ese tratamiento, incluso en los estados donde es legal. "Los incesantes ataques del presidente y su administración a la atención de afirmación de género ponen en peligro la salud y el bienestar de adolescentes ya vulnerables", declaró el fiscal general de California, Rob Bonta. "Sus exigencias de que nuestros proveedores de atención médica discriminen a las personas trans y les nieguen el acceso a la atención necesaria son crueles e irresponsables". El Departamento de Justicia señaló el mes pasado que había emitido más de 20 citaciones a médicos y clínicas que brindan tratamiento a adolescentes. La Fiscal General de Estados Unidos, Pam Bondi, declaró entonces que "los profesionales médicos y las organizaciones que mutilaron a niños al servicio de una ideología distorsionada rendirán cuentas". La demanda, presentada ante un Tribunal de Distrito en Massachusetts, argumenta que las acciones del gobierno federal carecen de fundamento legal y deberían ser declaradas ilegales. "Estas acciones han creado un efecto disuasorio, ya que los proveedores se ven presionados a reducir su atención por temor a ser procesados, dejando a innumerables personas sin la atención crítica que necesitan y a la que tienen derecho por ley", declaró Bonta. Los derechos LGBTQ+ se han convertido en un tema de debate en Estados Unidos, donde Trump se benefició de un gran apoyo público a su cruzada contra la llamada "ideología woke". En sus primeros días en el cargo, el presidente declaró que el gobierno federal solo reconocería dos géneros, hombres y mujeres, y ha atacado a las personas trans a través de una serie de decisiones. En febrero, emitió una orden ejecutiva destinada a prohibir la participación de atletas trans, lo que permite a las agencias federales suspender la financiación a cualquier institución que no considere el género asignado al nacer para determinar el sexo. La demanda presentada este viernes reúne a los estados de California, Nueva York, Massachusetts, Illinois, Connecticut, Delaware, Hawái, Maine, Maryland, Míchigan, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Rhode Island, Wisconsin, Pensilvania y el Distrito de Columbia. Se trata de la última iniciativa legal de una coalición de estados gobernados por los demócratas para contrarrestar lo que consideran como una extralimitación de la presidencia de Trump. https://es-us.noticias.yahoo.com
Por ATA-Sylvia Rivera 1 de agosto de 2025
El director de 'Adela' y 'La Casita Blanca' ha fallecido a los 76 años y deja una profunda huella en el cine catalán por su compromiso con la diversidad, la memoria histórica y el cine de autor.
Por ATA - Sylvia Rivera 31 de julio de 2025
La comunidad LGTBI+ de Barcelona está de luto. Venus Hartman, artista drag, activista incansable y una de las figuras más queridas de la escena queer catalana, ha fallecido este martes de forma inesperada, según informó el Observatorio contra la LGTBI-fobia a través de redes sociales. El organismo compartió un emotivo mensaje en su cuenta oficial de X (antes Twitter): “Su legado y su lucha por la visibilidad y los derechos del colectivo LGTBI+ continuarán inspirándonos. Todo nuestro calor a las personas que le amaban. Gracias por tanto, Venus.” Homenajes desde toda la escena drag La noticia ha generado una profunda conmoción entre artistas, seguidores y compañeros del circuito drag nacional, especialmente en Barcelona, donde Venus Hartman era reconocida no solo por su talento escénico, sino también por su compromiso con los derechos del colectivo. Una de las primeras en despedirse públicamente fue Estrella Xtravaganza, participante de la segunda edición de Drag Race España. Su mensaje fue tan sentido como desgarrador: “Hoy me cogía un tren para poder darte el último abrazo, pero tú siempre has sido muy de ir a la tuya, y no nos has esperado... Solo el recuerdo al que aferrarme. Guapísima, irascible, atrevida, divertida, la reina del playback. Con miedo, pero valiente.” También se pronunció Le Cocó, ganadora de la última edición del programa: “Me abriste las puertas de Barcelona y estabas a mi lado en cada show. Me vienen tantos recuerdos… camerinos, escenarios y muchas risas… Vuela alto, mi amor. Descansa en paz. Te quiero.” Una pérdida irreparable para el colectivo La repercusión de su partida también alcanzó a otras figuras del panorama drag como Charlotte Bish, Sagittaria, Sorny o Victoria Monique, quienes dedicaron palabras cargadas de cariño, respeto y admiración. Venus Hartman no era solo una reina del espectáculo, sino también una voz visible y valiente dentro de la comunidad. Su activismo, su entrega en cada show, y su autenticidad dejan una huella imborrable en quienes la conocieron. Hoy, la noche barcelonesa se tiñe de luto, pero también de gratitud. Porque Venus Hartman fue mucho más que una artista: fue símbolo de resistencia, libertad y amor por lo diverso. https://www.lagaceta.com.ar
Por ATA - Sylvia Rivera 31 de julio de 2025
La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba aprobó el pasado 18 de julio una profunda reforma de la Ley del Registro Civil que permitirá a las personas trans modificar su género legal en documentos oficiales sin necesidad de someterse a cirugía de reasignación genital. La reforma fue aprobada por unanimidad por el Parlamento cubano y se alinea con lo establecido en la Constitución de 2019 y el Código de las Familias , aprobado en referéndum en 2022. Además del cambio de género legal, la nueva ley reconoce legalmente las uniones afectivas entre personas no casadas y permite a los progenitores elegir el orden de los apellidos de sus hijos; lo que abre la puerta a prácticas más igualitarias y menos normativas en la constitución de familias. La norma también prohíbe la inscripción de nombres que puedan vulnerar la dignidad humana o coincidir con marcas comerciales, buscando preservar la identidad de los niños desde su nacimiento. Nuevo Registro Civil en Cuba El ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, quien presentó la norma; destacó que el Registro Civil es una actividad estratégica del sistema de justicia cubano y la única que mantiene su vitalidad en situaciones excepcionales. Subrayó que la transformación busca «garantizar derechos, ordenar las políticas públicas y proteger la historia personal y colectiva del pueblo cubano». Un elemento crucial de la reforma es la digitalización integral del Registro Civil, reemplazando progresivamente el uso del papel por bases de datos electrónicas. En este sentido, se creará un Registro Civil Central con una base de datos nacional digital, y se implementará un folio único por persona que concentrará los actos registrales de forma cronológica; lo que mejorará la localización y control de la información. El principio rector es que «por las oficinas estatales circule la información y no las personas»; lo que busca reducir trámites para los ciudadanos. La nueva legislación es resultado de años de demandas de activistas, juristas y organizaciones de derechos humanos.
Por ATA - Sylvia Rivera 30 de julio de 2025
Algunos países han empezado a modificar sus marcos legales para reconocer derechos a personas trans en contextos históricamente conservadores, donde los avances habían sido limitados. Esto representa un progreso significativo en materia legal para brindar derechos a la identidad, la protección y el acceso igualitario a la justicia para esta población. Sin embargo, estos progresos coexisten mientras que en otras partes del mundo avanza una ola de discursos y acciones políticas que amenazan décadas de conquistas de los movimientos LGBTIQ+. Por ejemplo, en América, las personas LGBTIQ+ siguen viendo cómo sus derechos son negados en algunos países, cuestionados en otros e incluso recortados en lugares como Estados Unidos y Argentina, que, desde el norte y el sur del continente, encabezan una ofensiva contra la diversidad sexual y de género. Bajo este escenario global contradictorio, donde los marcos legales para las personas disidentes avanzan en unos territorios y retrocede en otros, resulta especialmente significativo el caso de Cuba. El pasado 13 de julio, el parlamento aprobó la nueva Ley del Registro Civil. Esta normativa permite a las personas modificar el marcador de sexo en sus documentos de identidad sin necesidad de una operación de reafirmación de género ni de una orden judicial que lo permita. Aunque en Cuba ya se había legalizado el matrimonio igualitario y la adopción homoparental en 2022, las personas trans habían quedado excluidas de ese marco normativo. Por primera vez, la isla incorpora el derecho a la autodeterminación de género. La normativa también establece que el registrador debe revisar la solicitud presentada por la persona y emitir una resolución. El texto aclara que “en ningún caso esta solicitud está condicionada a la previa modificación de la apariencia o función corporal de la persona, ni a procedimiento quirúrgico de reasignación genital”, eliminando así cualquier barrera que limite estas decisiones y asegurando que el cambio registral se base únicamente en la voluntad de la persona. Antes de la reforma, las personas trans en Cuba solo podían cambiar su nombre en los documentos oficiales, mientras el marcador de sexo permanecía sin modificación. Esta discrepancia entre nombre y sexo reflejaba un reconocimiento parcial, sin contemplar plenamente la identidad de las personas con identidades de género diversas. Pese a que es un gran avance en la isla, organizaciones sociales señalan que sustituir la categoría de “sexo” en los documentos oficiales, en lugar de “género”, sigue vinculando la identidad al cuerpo y la genitalidad, y reproduce un enfoque binario que excluye a quienes no se identifican dentro de esas categorías. De forma paralela a lo ocurrido en Cuba, otro avance se produjo en India. El Tribunal Superior del estado de Andhra Pradesh reconoció legalmente a las mujeres trans, permitiéndoles el ejercicio pleno de sus derechos dentro del sistema legal del país. En el fallo, el tribunal sostuvo que reducir el concepto de mujer a criterios exclusivamente biológicos contradice los artículos 14, 15 y 21 de la Constitución india, que garantizan la igualdad ante la ley, la no discriminación y el derecho a la dignidad y la libertad personal. El caso se originó a partir de la demanda de Pokala Shabana, una mujer trans que acudió a la justicia para exigir protección bajo un artículo del Código Penal que ampara a las mujeres frente a la violencia doméstica y el abuso relacionado con la dote. Su petición fue rechazada inicialmente con el argumento de que la categoría legal de mujer estaba reservada solo para quienes podían tener hijos. En la reciente resolución, el juez Venkata Jyothirmai Pratapa afirmó que “la capacidad reproductiva no puede ser un criterio para definir a una mujer” y calificó esa interpretación como “legalmente insostenible”. Con esta decisión, el tribunal abrió la puerta para que puedan ser nombradas legalmente como mujeres en todo el país. Este fallo se inscribe en un proceso más amplio de transformación jurídica y social en India, iniciado en 2014, cuando la Corte Suprema reconoció oficialmente a las personas trans como un “tercer género”. Desde entonces, distintos tribunales han ampliado sus derechos, como el acceso a documentos oficiales con su identidad de género, así como la aceptación legal de una mujer trans como “novia” bajo la Ley de Matrimonio Hindú. Estas decisiones han contribuido a establecer precedentes importantes para las mujeres trans en un país cuya historia cultural y espiritual incluye desde hace siglos a las “hijras”, mujeres tradicionalmente asociadas a deidades que trascienden el binarismo de género, como Shiva o Ardhanarishvara, divinidad que encarna simultáneamente lo masculino y lo femenino. Así mismo, otro país que se une al listado de coyunturas recientes que brindan garantías legales a las personas trans es Hong Kong. El pasado 23 de julio, a través del juez Russell Coleman, se anularon dos disposiciones que penalizaban el acceso a baños públicos según la identidad de género, declarando que las personas trans tienen derecho a utilizarlos conforme a su identidad. Sin embargo, no es una medida permanente, pues la suspensión de la normativa solo tendrá vigencia de un año. Esto mientras que le da tiempo al gobierno para ajustar nuevamente la ley que dictamina esta separación de baños por género. Localmente se restringía el acceso a baños públicos en función del sexo asignado al nacer, lo que impedía a las personas trans utilizar los baños que correspondieran con su identidad de género, en especial las mujeres. La excepción eran los niños menores de cinco años acompañados por una familiar mujer o una enfermera. La decisión judicial se suma a una serie de cambios recientes en Hong Kong en materia de reconocimiento de derechos para las personas trans. En febrero de 2023, el Tribunal de Apelación Final falló por unanimidad a favor de activistas que impugnaban la exigencia de someterse a una cirugía de reasignación de género para poder cambiar los documentos de identidad. El tribunal consideró que esa restricción vulneraba derechos fundamentales. Como respuesta, el gobierno revisó la política en abril de 2024 y permitió que personas trans puedan realizar dichos cambios en sus documentos oficiales, aunque se mantuvieron ciertos requisitos médicos. https://www.elespectador.com
Por ATA - Sylvia Rivera 29 de julio de 2025
La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a seis meses de prisión y al pago de una indemnización de 2.000 euros a una mujer por insultar, amenazar y agredir durante meses a la que era la pareja sentimental de su hija por su identidad, persona trans, a la que llegó a definir como "feto mal hecho" o "demonio". La sentencia la considera responsable de un delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas reconocidos en la Constitución en su modalidad de lesión de la dignidad por motivos discriminatorios. Además de la pena de cárcel, le impone el pago de una multa de 1.100 euros, inhabilitación especial para profesión u oficio educativos en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre durante el plazo de tres años y medio y la prohibición de aproximarse a menos de 250 metros a dicha persona o comunicarse con ella por un periodo de dos años. Asimismo, la condena por un delito de amenazas al pago de 360 euros, que se unen a los 2.000 que deberá abonar por responsabilidad civil en concepto de daño moral. Se le concede el beneficio de la suspensión de la pena de cárcel por dos años condicionada a que no vuelva a delinquir durante el plazo de suspensión fijado y a que abone la responsabilidad civil, así como a la realización de un programa formativo en materia de igualdad de trato y no discriminación. Se considera probado que la acusada, entre el año 2021 y marzo de 2023, actuando con ánimo intimidatorio y con el deliberado propósito de menoscabar la integridad moral ajena motivada por la identidad, persona trans, de la pareja sentimental de su hija, se dirigió a él a través de llamadas telefónicas, de forma reiterada, en las que lo insultaba y lo amenazaba. Asimismo en una ocasión, la acusada, actuando con ánimo de menoscabar la integridad física ajena y con el mismo propósito discriminatorio anterior, tras proferirle de nuevo insultos y amenazas, le propinó una bofetada en la cara. Los insultos y calificativos peyorativos también se los realizó a la madre de esta persona. Según la sentencia, la acusada utilizaba todos los términos para referirse a la pareja de su hija con carácter peyorativo por razón de su identidad sexual o de género, siendo ese sentimiento de rechazo el que le impulsó a protagonizar episodios de manera sistemática y continuada de dirigirse con burla y despectivamente a la víctima. El fallo judicial señala que la extensión temporal de esta manera de proceder hirió a la víctima "en el amor propio, menoscabando su dignidad". https://www.huelvainformacion.es
Por ATA - Sylvia Rivera 28 de julio de 2025
El certamen Miss Universo Ecuador 2025 ya está en marcha y, entre las candidatas oficiales, destaca una figura que marca un hito en la historia del concurso: Kenia Bonilla, la primera mujer trans en competir por la corona nacional. Un hito para el Ecuador Nacida en Santo Domingo de los Tsáchilas y de padres esmeraldeños, Kenia tiene 29 años y es modelo profesional. En 2024 representó a Ecuador en el Miss International Queen en Tailandia, uno de los certámenes más importantes para mujeres trans en el mundo. Ahora, su presencia en esta edición de Miss Universo fue celebrada como un acto de valentía y transformación social, abriendo espacio para nuevas formas de representación en escenarios donde históricamente se han impuesto estándares rígidos. Kenia es una mujer trans, su inclusión no solo visibiliza las diversidades sexuales y de género, sino que inspira a muchas personas a vivir con autenticidad y orgullo. Este paso hacia la inclusión ha sido posible gracias a los cambios impulsados por el Concurso Nacional de Belleza (CNB Ecuador), que desde 2024 eliminó restricciones de edad, estado civil o maternidad, permitiendo una mayor amplitud de perfiles entre las candidatas. Estos ajustes han enriquecido el certamen, sin disminuir las exigencias de preparación, disciplina y vocación social, como lo demostró Mara Topic, la actual Miss Ecuador, quien destacó en Miss Universo 2024. https://www.ecuavisa.com