Crónica de una joven trans: "Hija, de alguna manera siempre lo supimos"

ATA - Sylvia Rivera • 10 de febrero de 2020

Acaba de aparecer el segundo libro de la joven poeta y modelo trans Carolina Unrein. Con el tono de diario íntimo cuenta la experiencia de médica, hospitalaria y vital de su vaginoplastía intercalada con sus recuerdos de infancia y adolescencia. Como señala Camila Sosa Villada en el prólogo, esta crónica donde el amor de la familia es un factor distintivo de las historias de generaciones anteriores, marca la gloria de una batalla que travestis y trans vienen dando desde la trinchera contra el odio . SOY presenta, como adelanto algunos fragmentos clave de FATAL. CRONICA TRANS (Planeta) que ya está en librerías.

En el hospital

El viernes, cerca de las diez, llegaron Fidalgo y Bustos a sacarme todo. Mamá y papá salieron. Me empezaron a sacar las vendas mientras yo miraba para el techo. Habían pasado siete días desde que estaba ahí, en esa habitación. Me moría de ganas de pararme, de caminar, de sentir los rayos del sol, de acariciar a mi gata. Pero todavía faltaba para eso. En algún momento me sacaron el tutor y yo no me di ni cuenta, no lo sentí. En eso, Fidalgo me dice: «Te voy a sacar la sonda, esto va a doler, pero es un segundo». ¡Tac! Fue el segundo más espantoso de mi vida. «Está todo sequito, estás cicatrizando muy bien». Me preguntaron si quería verla y dije que no, después dije que sí, pero solo por foto. Me mostraron la foto que habían sacado para su registro y ahí estaba. «No es vagina que vas a tener, ahora parece que te pasó un camión por encima, pero de a poco se va a empezar a deshinchar y va a cicatrizar bien». Yo igual ya estaba curada de espanto, me había asegurado antes de irme a operar de buscar fotos en internet de chicas que habían subido sus procesos de curación para hacerme una idea de lo que me iba a encontrar. Luego me explicaron que, de a poco, a mi ritmo y sin forzar, iba a tener que intentar pararme. Que podía ser que en una hora ya estuviera regia caminando, como podía ser que me tomara todo el día. Había estado acostada durante siete días, así que lo más seguro era que me mareara, probablemente me desmayara, pero la idea era prevenir que eso pasara. Esa fue la parte más difícil. Volver a levantarse, renacer de una muerte, es lo más difícil de todo. Me levantaba para sentarme y me mareaba. Me acostaba, esperaba un ratito, lo volvía a intentar y pasaba lo mismo. Me podía la situación, lloraba sin parar, quería levantarme de una vez e irme. «Tranquila, Caro, tranquila, sé fuerte, ya vas a poder», me decía mamá. Le escribí a Fer, mi psicóloga, que me había estado acompañando en todo este proceso y le dije que no estaba pudiendo levantarme.

Cuando nos levantamos, le pedí a mamá que me ayudara a bañarme, era lo que más anhelaba. Tuvimos que tener cuidado de no mojar nada entre el ombligo y la rodilla, a pedido del doctor también. Me lavé el pelo como pudimos, las axilas, la cara, los pies. Y enjuagamos el Pervinox que me había quedado en todo el muslo y que me daba un terrible asco, obvio que con total cuidado para no mojar el área operada. Me mareé un poquito porque la ducha caliente te sube la presión, y creo que me volvió la sangre a un montón de lugares a los que hacía casi una semana que no llegaba. Después, también a pedido del doctor, con un secador de pelo echamos aire ahí por unos segundos para que no quedara tan húmedo. Luego me sequé el pelo con la ayuda de uno de esos cepillos cilíndricos de peluquería que mamá había comprado una vez pero no había usado nunca. Me maquillé los labios de color rojo y me puse un pulovercito lindo. «Pero, Caro, ¿para qué te maquillás tanto si no vamos a salir a ningún lado?». No sé por qué no entendía mi necesidad de sentirme limpia y bella en este nuevo cuerpo, creí que era obvio. Ahora leyendo esto capaz sabés, mami.

El segundo o tercer día vinieron los docs al departamento para ver si me estaba curando bien y presentarme al señor dilatador pequeño y sus hermanos, el señor mediano y el señor grande. Ah, porque el laburo que tenemos que hacer las mujeres trans que nos operamos es ese: dilatarnos la vagina para mantenerla abierta. El primer mes, según las indicaciones de Fidalgo y si mal no recuerdo, tenía que dilatarla tres veces por día con el dilatador pequeño y el mediano, diez minutos con cada uno. Después, más adelante, incorporaría el grande y reduciría la frecuencia. De tres veces por día pasaría a dos veces, luego una vez por día, luego cada dos por tres y por último una vez por semana. Todo eso me lo indicaría bien él. Pero en ese momento me dijo que empezara con el más chico los días que estuviera ahí, para familiarizarme con la sensación y con todo el proceso que era presionar un miniconsolador y mantenerlo firme, sin moverlo, en una vagina recién operada.

Familiarizarme con eso fue, en parte, conocer lo que le pasaba a mi cuerpo. Era necesario estar relajada y respirar hondo para no causar dolor y tensión innecesaria en la cavidad vaginal. Ponía un preservativo en el dilatador, por una cuestión higiénica, y un poco de lubricante. Con la ayuda de un espejo, al menos las primeras veces, medía dónde estaba el agujero (porque hay chicas que por error lo ponen en la uretra) y, sin mirar (porque me impresionaba), lo mandaba. No sentía dolor. Es una operación que, en general, se vive sin mucho dolor. La parte dolorosa y angustiante pasa por otro lado, es psicológica. Te hacés de hierro por todo lo que tenés que pasar emocionalmente. Y así fue. Con una jeringa y un poco de Furacín dos veces al día, comiditas ricas, una pequeña salida a un Burguer King, un poco de tele, un par de partidas de chinchón y algunas películas los tres juntitos, los días se pasaron volando. Volvieron Bustos y Fidalgo para chequear que estuviera todo ok y como vieron que sí, nos devolvieron para Entre Ríos. Nunca sentí tanta cercanía con papá y mamá. Nunca los amé tanto. Nunca estuve tan segura de una decisión que había tomado. Nunca tanto nada. Fue la experiencia más intensa, más dolorosa y más feliz de toda mi vida. La repetiría una y mil veces, me iba convencida de eso. No por una cuestión sadomasoquista de querer volver a pasarla mal por los días de internación, sino por todo lo bello que fue. (...)

15 años antes

Las infancias son complicadas, pero más lo son para nosotras, las travas, y mis hermanas maricas. Yo fui ambas. Fui una niña marica y llegué a ser una pequeña trava. Tuve distintas etapas durante mi infancia. En un principio no me concebía como otra cosa que no fuera una nena. Me pensaba como una, me portaba como una, me identificaba como una. Un par de años más tarde, en los juegos con mis amigas todavía no intervenidas por el espanto paterno, me llamé Jennifer, y era la hermana, la estilista, la diseñadora o la famosa de lo que fuera que estuviéramos jugando. No sé de dónde saqué ese nombre, pero me gustaba. Era estúpido y fantasiosamente yanqui y creo que me sentaba muy bien, porque creo también que, para ese entonces, ya me había convencido de lo que todo el mundo parecía estar más que convencido: de que yo no era, en efecto, una nena. No sé por qué no era una nena. No tenía el pelo largo como las demás, pero porque no me dejaban. No usaba el guardapolvito rosado, pero porque no estaba permitido. No me llamaba ni Caro ni Sofía ni Serafina legalmente, pero en mi corazón era nada más y nada menos que Jennifer. Lo del pelo era un plato. Recuerdo el horror que le tenía a la maquinita para el pelo. Una vez me raparon la cabeza y se sintió como si me estuvieran mutilando, como si me arrancaran las plumas con pinzas o las alas que usaba para volar. «Tiene como un trauma con la maquinita», decía mi mamá en las peluquerías, y recurríamos, por descarte, a las tijeras. Aun así, no me gustaba para nada. Tiempo después aprendí lo que era un desmechado y una tijera para desmechar, y a pesar de que me dejaba el pelo más corto, sin entender muy bien la diferencia, iba a la peluquería y pedía un desmechado porque había algo de anestesia en la idea de pedir algo parecido a lo que pide la señora de al lado, y está bueno no sentir tanto dolor todo el tiempo. Recuerdo también que una vez en el colegio levanté con la mano uno de los mechones que tenía cerca de la coronilla, entre los dos remolinos que tengo ahí arriba, porque era de los mechoncitos más largos que tenía y me regocijaba agarrar una porción de pelo y estirar un poco el brazo teniendo todavía en la mano dos o tres pelitos, que cuidaba como si fueran oro o espuma. Había algo en esa falsa longitud capilar que por momentos me hacía sentir un poco mejor, como si fuera otro mundo el que podía encontrar ahí; una fracción de paz, un poco de tranquilidad frente a tanto entorno basura. Por lo general, solía hacerlo frente al espejo para no solo sentirlo, sino además verlo. La cuestión es que ese día lo hice en el aula y Lisandro, un compañero, me dijo: «Wow, Agus, qué largo que tenés el pelo. Casi sos una nena». Creo que no contesté nada, tal vez me reí un poco. Él debe haber pensado que fue por lo ingenioso de su chicana, pero si supiera… Creo que ahora sí sabe. De cualquier manera, creo que todes inconscientemente lo sabían, mal que mal.

El descubrimiento

A los trece, también en internet, gracias a mi bella amiga la computadora, encontré de algún modo la palabra trans. No recuerdo dónde ni cómo, si fue en un video, un texto, una imagen, un tuit, un estado. Pero recuerdo enterarme de que había una ley y de que existían las hormonas. Recuerdo haber leído sobre Jazz Jennings, y en ese momento creo que también estaba pasando lo de Caitlyn Jenner y un clic sucedió en mí. También recuerdo hablar sobre el tema con mis amistades virtuales y pelearme con un par. Y esto de ser trans, si bien traía alivio por un lado, por otro traía mucho estrés y ansiedad. La angustia de zafar o pass como le dicen en inglés, de que no validen mi identidad, de que me maten a golpes en el colegio, o de que no me dejaran estudiar en paz, que al menos hasta ese momento en el aula como estaba sola con mis compañeras mujeres no pasaba nada. A veces, cuando faltaba una profesora, mezclaban nuestra división con alguna o varias de las de electromecánica, las de los varones, y éramos entre ochenta y cien alumnos, todos amontonados en el aula en la misma clase. Me preguntaba, en el medio de estas situaciones, ¿qué podía pasar con una pobre y pequeña trans en un espacio así?

También me daba miedo convertirme en una Leelah Alcorn. Sabía que mis papás no me iban a mandar a terapia de conversión, o a una silla eléctrica, o a exorcizarme, pero, no sé, el miedo de que me dejaran de abrazar, de que me empezaran a hacer a un lado, de que me negaran el amor o incluso que me echaran de casa me aterraba hasta las patas. Tenía un montón de presión en la cabeza. Y más aún para tener apenas trece años. También me cuestionaba si estaba mal lo que sentía, si no estaba enferma, porque toda mi vida me dijeron y me recalcaron que eso era lo que me pasaba. Me lo dijo mi psicóloga de ese entonces, Silvia, quien lamentablemente sigue ejerciendo como profesional. Un día que estaba triste, cansada, resignada, le dije que tal vez no era trans, que tal vez me arrepentía de lo que estaba sintiendo, y su respuesta fue: «¿Viste? Me alegra mucho lo que me contás» y me dio el alta. Pero unos días después la mandé a cagar y me armé de valor para contarle a mi mamá, porque ya no aguantaba más la incertidumbre, no saber, no poder hablarlo, no poder decirle cómo me sentía y tener que ocultarlo. «Mamá, soy trans». Me preguntó qué era. Le expliqué. Entendió. «Bueno, de algún modo siempre lo supimos», y me abrazó. Le conté que no aguantaba más ir a educación física con los varones, le pedí que consiguiéramos un certificado médico falso para presentar en la escuela, y ahí entendió aún más. Ella fue testigo de todas las veces que, con la cara empapada, me ponía la ropa de gimnasia y le suplicaba que me dejara faltar. También le pedí que le contara ella a papá porque a mí me daba miedo su reacción, y que cuando fuéramos a la doctora a buscar el certificado le pidiéramos que nos dijera cómo podíamos hacer para que yo empezara a tomar hormonas. Le hablé del plan que tenía, que era esperar hasta fin de año y el año siguiente volver al colegio con un nuevo nombre y presentarme como quería y sentía. (...)

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Noticias

Por ATA - Sylvia Rivera 20 de junio de 2025
El Tribunal Supremo confirmó el miércoles la prohibición de Tennessee de la atención de afirmación de género para menores trans, en un sorprendente revés para los derechos de las personas trans. La decisión de los jueces por 6-3 en un caso de Tennessee protege efectivamente de los desafíos legales muchos esfuerzos de la administración republicana del presidente Donald Trump y los Gobiernos estatales para revertir las protecciones para las personas trans. Otros 26 estados tienen leyes similares a la de Tennessee. El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, escribió para una mayoría conservadora que la ley no viola la cláusula de igual protección de la Constitución, que exige que el Gobierno trate de la misma manera a las personas en situaciones similares. "Este caso conlleva el peso de intensos debates científicos y políticos sobre la seguridad, la eficacia y la conveniencia de los tratamientos médicos en un campo en evolución. Las voces en estos debates plantean preocupaciones sinceras; las implicaciones para todos son profundas", escribió Roberts. "La Cláusula de Igual Protección no resuelve estos desacuerdos. Tampoco nos da licencia para decidirlos como mejor nos parezca". En una disidencia para los tres jueces liberales del tribunal que resumió en voz alta en la sala, la jueza Sonia Sotomayor escribió: "Al retirarse de una revisión judicial significativa exactamente donde más importa, el tribunal abandona a los niños trans y a sus familias a los caprichos políticos. Con tristeza, disiento". La decisión se produce en medio de una serie de otros esfuerzos federales y estatales para regular la vida de las personas trans, incluidas las competiciones deportivas a las que pueden unirse y los baños que pueden usar. En abril, la administración de Trump demandó a Maine por no cumplir con el impulso del Gobierno para prohibir a atletas trans en los deportes femeninos. El presidente republicano también ha tratado de bloquear el gasto federal en atención médica de afirmación de género para menores de 19 años -en su lugar, promueve la terapia de conversación solo para tratar a jóvenes trans-. Además, el Tribunal Supremo le ha permitido expulsar del Ejército a miembros trans del servicio militar, incluso mientras continúan las luchas judiciales. El presidente también firmó otra orden para definir los sexos sólo como masculino y femenino. Peligroso antecedente para la medicina La presidenta de la Academia Americana de Pediatría, la Dra. Susan Kressly, dijo en un comunicado que la organización es "inquebrantable" en su apoyo a la atención de afirmación de género y "está con los pediatras y las familias que toman decisiones de atención médica juntos y libres de interferencias políticas". Kressly dijo que la decisión del Tribunal Supremo "sienta un peligroso precedente para la interferencia legislativa en la práctica de la medicina y la relación médico-paciente". Los jueces actuaron un mes después de que el máximo tribunal del Reino Unido diera un revés a los derechos de las personas trans, al dictaminar por unanimidad que la Ley de Igualdad significa que las mujeres trans pueden ser excluidas de algunos grupos y espacios de un solo sexo, como vestuarios, albergues para personas sin hogar, zonas de baño y servicios médicos o de asesoramiento prestados sólo a mujeres. Hace cinco años, el Tribunal Supremo de EE.UU. dictaminó que las personas trans, al igual que los gays y lesbianas, están protegidas por una histórica ley federal de derechos civiles que prohíbe la discriminación por razón de sexo en el lugar de trabajo. La sentencia del miércoles no afecta a esa decisión. https://es.euronews.com
Por ATA - Sylvia Rivera 18 de junio de 2025
Una jueza federal de Massachusetts suspendió este martes la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que obligaba a los ciudadanos estadounidenses a declarar únicamente su género asignado al nacer en sus pasaportes. La medida impedía el uso de designaciones distintas a “masculino” o “femenino”, como la opción “X” adoptada previamente bajo la administración Biden. La magistrada Julia Kobick resolvió que el Departamento de Estado debe permitir a los solicitantes de pasaportes seleccionar el género con el que se identifican. “Cualquier persona que necesite renovar su pasaporte porque caduca en el plazo de un año, solicitar un nuevo pasaporte o cambiar su nombre o designación de sexo puede elegir el género con el que se identifica”, declaró, según informó la cadena CBS News. La decisión responde a una demanda presentada en febrero por un grupo de personas trans y no binarias, con el respaldo de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU). En ese momento, la jueza Kobick indicó que la política del Departamento de Estado establecida por la orden de Trump discriminaba a estos colectivos. La normativa, emitida el 20 de enero tras la toma de posesión de Trump, revertía una política del Gobierno de Joe Biden que reconocía identidades de género no binarias mediante la opción “X” en los documentos de viaje. La orden ejecutiva de Trump prohibía expresamente al Departamento de Estado emitir pasaportes que no incluyeran una identificación de género exclusivamente masculina o femenina. En respuesta al fallo judicial, la portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, acusó a la magistrada de actuar con motivaciones políticas. “Es otro intento más de un juez sin escrúpulos de frustrar la agenda del presidente Trump e impulsar una ideología de género radical que desafía la verdad biológica”, declaró. Hasta el momento, el Departamento de Estado no emitió comentarios inmediatos tras conocerse la decisión judicial. Bajo la administración Biden, desde 2021 se permitía la opción “X” en los pasaportes estadounidenses, como parte de un conjunto de medidas dirigidas a ampliar los derechos de las personas transgénero y no binarias. La suspensión de la orden ejecutiva representa un revés legal para el Gobierno de Trump en su intento de restringir políticas de identidad de género en los documentos oficiales. La jueza Kobick no emitió un fallo definitivo sobre la legalidad de la orden, pero su decisión bloquea temporalmente su aplicación mientras se resuelve el litigio de fondo. El litigio continúa en los tribunales mientras se define la legalidad permanente de la medida. La decisión preliminar permite que las personas solicitantes mantengan la posibilidad de declarar el género con el que se identifican en sus pasaportes, al menos de forma temporal. (Con información de Europa Press) https://www.infobae.com
Por ATA - Sylvia Rivera 17 de junio de 2025
La actriz chilena-estadounidense Lux Pascal, conocida por su activismo en favor de los derechos de la comunidad trans, dio un paso significativo en su carrera cinematográfica al protagonizar la película Miss Carbón. La película, dirigida por Agustina Macri, narra la historia real de Carla Antonella Rodríguez, la primera mujer trans en trabajar en las minas de Río Turbio, Argentina, en una región donde las mujeres tenían prohibido acceder a ese tipo de trabajo. El estreno está previsto para el 13 de junio en cines de España y posteriormente en Netflix. Lux Pascal, hermana trans de Pedro Pascal, protagoniza su primera película Lux Pascal, hermana menor del actor Pedro Pascal, nació en 1992 en el Condado de Orange, California. Hija de exiliados chilenos, regresó a Chile con su familia tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet. En 2021, inició su proceso de transición y en 2023 se graduó en la prestigiosa escuela de arte dramático Juilliard de Nueva York. Antes de adoptar su identidad actual, trabajó bajo el nombre de Lucas Balmaceda en producciones chilenas como Los 80 y La Jauría, así como en la serie Narcos de Netflix. Lux Pascal, hermana trans de Pedro Pascal, protagoniza su primera película. En una entrevista reciente, Lux expresó: “La pequeña Lux estaría muy contenta de la adulta Lux, de donde ha llegado”, destacando su satisfacción por su trayectoria profesional y personal. Además de su carrera actoral, Lux Pascal es una defensora activa de los derechos de las personas trans y no binarias, promoviendo la inclusión y la representación en la industria del entretenimiento. ¿De qué trata Miss Carbón? La película Miss Carbón (2025), dirigida por Agustina Macri, narra la historia real de Carla Antonella Rodríguez, conocida como Carlita, la primera mujer trans en trabajar en la minería de Río Turbio, Argentina. En un contexto donde las mujeres tenían prohibido el acceso a las minas debido a supersticiones que las consideraban una amenaza de derrumbe, Carlita desafió estas creencias arraigadas y logró ingresar a la mina, convirtiéndose en un símbolo de lucha y superación. La película, basada en el libro La reina del carbón de Erika Halvorsen, destaca temas de identidad de género, resistencia y derechos laborales. Miss Carbón se presenta como una obra valiente que visibiliza las luchas de las mujeres trans en contextos tradicionalmente masculinos. https://www.quien.com
Por ATA - Sylvia Rivera 16 de junio de 2025
Ante las crecientes presiones por parte del Gobierno de Donald Trump, el Hospital Infantil de Los Ángeles anunció el cierre definitivo de su centro de atención para jóvenes transgénero. La institución informó que también pondrá fin a su programa quirúrgico de reasignación de género. Dicha decisión ha generado gran controversia y desacuerdo, por lo que un grupo de manifestantes se congregó frente a las instalaciones del hospital para expresar su rechazo a la medida. Fuente: FoxNews/Foto: RRSS/atf https://xeu.mx
Por ATA - Sylvia Rivera 13 de junio de 2025
Ciudad de México, 11 jun (EFE).- La suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México amparó a una mujer trans refugiada y obligó al Instituto Nacional de Migración (INM) a reconocer su identidad de género en sus documentos migratorios, informó este miércoles la Universidad Iberoamericana (UIA). En un comunicado, explicó que el martes la SCJN "resolvió un amparo indirecto en favor de una mujer refugiada trans", dicho amparo fue promovido por la Clínica Jurídica Alaide Foppa para Personas Refugiadas de la UIA en contra del INM "por carecer de procedimientos que le permitan expedir documentos migratorios que reflejen la identidad de género de personas trans". Explicó que la víctima del caso "habría padecido reiteradamente violencia transfóbica en Guatemala, lo que la habría forzado a cerrar su negocio y huir a México". Una vez en México, ella solicitó ser reconocida como refugiada ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ya que temía que "de ser deportada podría ser torturada o asesinada" y tras analizar su caso, la Comar habría corroborado este riesgo y la reconocería como refugiada. El comunicado explicó que luego de ser reconocida por la Comar "la víctima se acercó al INM para que le otorgara una residencia migratoria", pero lamentablemente, la tarjeta que le otorgaron "no reflejaba el nombre o el género con el que se identificaba socialmente, lo que hizo que sufriera nuevamente muchos casos de discriminación". También notó que "cada vez que se veía obligada a mostrar sus documentos migratorios para identificarse, era identificada como mujer trans y tratada con rechazo en consecuencia". Ante ello, se acercó a la Clínica Jurídica, que presentó un amparo en su favor reclamando las violaciones a su identidad, reconocimiento de la personalidad jurídica y su derecho a la no discriminación. En la sentencia, la SCJN reconoció que "los documentos migratorios funcionan como documentos de identidad de las personas extranjeras y refugiadas" y observó que las normas que establecen los procedimientos administrativos de expedición de documentos migratorios "excluyen de su regulación las necesidades y derechos de las personas trans extranjeras". Además, la SCJN reconoció que los procedimientos del INM para la expedición de tarjetas "discriminan por excluir a las personas trans y reiteró que personas trans tienen derecho a contar documentos que reflejen su identidad, con independencia de si son nacionales o extranjeras". En consecuencia, ordenó al INM "implementar mecanismos que permitan la modificación de los datos de identidad y la ajusten conforme a la identidad de género de las personas extranjeras". (c) Agencia EFE https://es-us.noticias.yahoo.com
Por ATA - Sylvia Rivera 12 de junio de 2025
La autora de Harry Potter volvió a provocar un intenso debate en redes sociales, luego de ironizar sobre la identidad de género en respuesta a un comentario que la instaba a enfocarse solo en escribir. La escritora británica J.K. Rowling, autora de la saga Harry Potter, volvió a generar controversia en redes sociales luego de responder de manera sarcástica a un usuario que la instó a dejar de opinar sobre temas ajenos a la literatura. Todo comenzó cuando un internauta le escribió: “Cállate la boca y vuelve a escribir libros. A nadie le importa tu opinión sobre nada más que sobre la magia”. Lejos de ignorar el comentario, Rowling respondió con ironía: “Mi opinión sobre la magia es la misma que sobre las mujeres con pene: ninguna es real. Sin embargo, si quieres demostrarme que me equivoco, salta de un tejado en una escoba”. La frase de la autora británica reavivó las críticas que ha recibido en los últimos años por sus posturas sobre identidad de género, calificadas por muchos como transfóbicas. Rowling ha insistido en que sus opiniones responden a preocupaciones sobre los derechos de las mujeres, pero su tono en redes y sus mensajes reiterados en la materia han mantenido un alto nivel de polémica desde hace ya varios años.
Por ATA - Sylvia Rivera 11 de junio de 2025
El gobierno de Donald Trump continúa su batalla contra las Naciones Unidas —por crímenes de guerra, derechos humanos y el tratado climático, entre otros—, mientras también sigue profundamente dividido en cuanto a los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (Lgbti). Estados Unidos ha tomado varias medidas, algunas por decreto ejecutivo, relacionadas con las personas trans, entre ellas la restricción del acceso a la atención sanitaria afirmativa del género, la prohibición del servicio militar a las personas trans, la revocación de las protecciones para los estudiantes trans y el fin de la financiación federal para la ideología de género. Sin embargo, en contraste, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconocen a las personas trans y sus derechos, afirmando el derecho humano de las personas trans al reconocimiento legal de su identidad de género, incluido el derecho a cambiar su género en documentos oficiales como los certificados de nacimiento. La ONU también trabaja para proteger a las personas trans de la discriminación y la violencia, y aboga por su inclusión e igualdad. A medida que se acelera la campaña para que una mujer ocupe el cargo de secretaria general de la ONU, la primera semana de junio circuló por los pasillos de la ONU una propuesta para que se instara a un Estado miembro a presentar una candidata trans simbólica para el cargo. Quizás no sea una realidad política a largo plazo, pero podría ser un acto simbólico de desafío contra la administración Trump, según confió un diplomático asiático a IPS. Un reportaje de la red de televisión informativa por cable CNN de comienzos de junio recordó que junio es el «mes del Orgullo», en el que las comunidades lesbiana, gay, bisexual, transy queer celebran la libertad de ser ellas mismas. «Sin embargo, quienes se identifican como Lgbti, especialmente las personas trans, siguen luchando por el derecho a existir sin prejuicios», planteó la televisora. Por temor a represalias de los clientes de derecha y de la administración Trump, 39 % de las marcas de consumo están reduciendo sus compromisos con el Mes del Orgullo este año. El presidente Trump ha amenazado con recortar los fondos para California porque una atleta trans de secundaria participó en los campeonatos del estado de atletismo durante este mes. El Departamento de Educación ha ordenado a la Universidad de Pensilvania que prohíba a los atletas trans participar en equipos femeninos. El Pentágono está obligando a los miembros trans del ejército a abandonar las fuerzas armadas y les ha prohibido alistarse. Además, el Departamento de Salud y Servicios Humanos ha ordenado a los proveedores de atención médica que dejen de prestar asistencia sanitaria a menores para reafirmar su identidad de género, según la CNN. Mientras tanto, los conflictos entre Estados Unidos y la ONU incluyen la retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Consejo de Derechos Humanos. Igualmente, hay amenazas de hacer lo mismo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa), y es posible que se sumen más. James E. Jennings, presidente de Conscience International, dijo a IPS que «los tiranos, los autócratas y los oligarcas son siempre los que quieren quitar los derechos a las personas, prefiriendo una sociedad estratificada con ellos mismos en la cima a una igualitaria». Sin embargo, los documentos fundacionales de Estados Unidos proclaman lo contrario, afirmando la libertad y la justicia para todos y con la intención de promover el bienestar general protegiendo al individuo en lugar del Estado, afirmó. «Tenemos derecho a preguntarnos: ‘¿Cuál es la verdad? ¿Se van a democratizar realmente los derechos humanos o no?’. Si es así, podemos aprender a gestionar nuestra sociedad de forma equitativa, cuidando de todas y cada una de las personas que la componen», planteó. Jennings reconoció que las cuestiones relacionadas con las costumbres sociales y la sexualidad humana son difíciles de plasmar en un código legal, ya que las actitudes y las prácticas cambian con el tiempo, y la propia ley cambia de generación en generación. Para este experto, el principio de la libertad humana prevalece sobre Trump «y sus secuaces del Maga», la sigla de su lema de campaña «Make America Great Again (Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez)». Mientras tanto, la administración Trump ha tomado varias medidas relacionadas con las personas trans, entre ellas: • Tratamiento de las personas trans en las prisiones federales: Se han establecido políticas para tratar a las personas trans en las prisiones federales según el sexo que se les asignó al nacer, lo que podría dar lugar a condiciones de alojamiento perjudiciales. • Eliminación del género de los sitios web federales: Se ha eliminado de los sitios web federales la información relacionada con la llamada «ideología de género» y, en algunos casos, se ha sustituido el término «género» por «sexo». • Denegación de los indicadores de género en los pasaportes: Se están denegando las solicitudes de pasaportes con indicadores de género distintos de masculino o femenino, así como las solicitudes de cambio de indicador de género entre masculino y femenino. Sin embargo, según informes publicados, muchas de estas políticas se han enfrentado a impugnaciones legales»: • El Tribunal Supremo ha permitido que la prohibición del servicio militar a las personas trans entre en vigor por ahora, pero el litigio sigue en curso. • Las medidas del gobierno han suscitado críticas por parte de los defensores de los derechos Lgbtiq+, que argumentan que son discriminatorias y perjudiciales. Según la ONU, las personas Lgbtiq+ son discriminadas en el mercado laboral, en las escuelas y en los hospitales, maltratadas y repudiadas por sus propias familias. Son objeto de agresiones físicas, como palizas, agresiones sexuales, torturas y asesinatos. La discriminación y la violencia motivada por el odio contra las personas Lgbtiq+ es generalizada, brutal y a menudo impune, y es aún peor para quienes pertenecen a comunidades racializadas. También son víctimas de tortura y malos tratos, incluso bajo custodia, en clínicas y hospitales. En unos 77 países, leyes discriminatorias penalizan las relaciones homosexuales privadas y consentidas, lo que expone a las personas al riesgo de ser detenidas, procesadas, encarceladas e incluso, en al menos cinco países, condenadas a muerte. Desde 2010, según la no gubernamental Comisión Internacional de Gays y Lesbianas de Derechos Humanos (Outright International), las personas trans en Estados Unidos pueden cambiar el indicador de género en sus pasaportes. En 2021, el Departamento de Estado de los Estados Unidos alineó esta política con las mejores prácticas internacionales al eliminar los requisitos de certificación médica para hacerlo, y en 2022 comenzó a ofrecer la opción de un indicador de género «X» en los pasaportes para las personas no binarias. Al revertir estas políticas, la administración Trump socava la capacidad de las personas trans, no binarias e intersexuales de que se reconozca y respete su identidad de género, lo que entra en conflicto directo con los principios de la autodeterminación y la autonomía. Exigir a las personas que lleven documentos de identidad que no reflejen su identidad de género también las expone a un mayor riesgo de violencia y restringe su libertad de circulación, un derecho protegido por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. La política podría suponer un riesgo inmediato para los miembros de las fuerzas armadas y otros funcionarios del gobierno de Estados Unidos que actualmente están desplegados o trabajando en el extranjero con pasaportes que reflejan su identidad de género, según Outright International. https://ipsnoticias.net
Por ATA - Sylvia Rivera 10 de junio de 2025
Durante junio, se conmemora en Chile y el Mundo el Mes del Orgullo, instancia en la cual se busca visibilizar las problemáticas y desafíos con la comunidad LGBTQI+. En ese sentido, uno de los problemas que persiste de forma alarmante en el país es la falta de acceso a servicios de salud mental seguros, afirmativos y culturalmente competentes para la población Las brechas en el sistema sanitario afectan directamente el bienestar emocional y físico de estas comunidades, generando un impacto profundo y, muchas veces, silenciado. Así lo señaló Jaime Méndez, psicólogo clínico Especialista en Diversidad Sexual y de Género en ADIPA. “La discriminación social actúa como una forma estructural de violencia que se inscribe en las corporalidades y subjetividades, afectando profundamente la salud mental”, dijo. “El rechazo familiar, la exclusión escolar, el acoso callejero, la precarización laboral y el discurso de odio mediático configuran un entorno que vulnera cotidianamente el bienestar psíquico y físico de las personas LGBTQIANB+”, agregó. Según la encuesta T de OTD Chile en el año 2017, más del 76% de las personas trans han sido discriminadas por su identidad de género, y más del 50% ha recurrido al auto-daño como forma de respuesta emocional. Ahora bien, según el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), en su último Informe Anual de Derechos Humanos, el 80,9% de las personas LGBTQ+ ha sufrido discriminación a lo largo de su vida, y el 57,7% en el último año. Además, el 38,6% de las personas LGBTQ+ se ha autolesionado al menos una vez en su vida debido a la discriminación, y el 17,7% ha intentado suicidarse. “Este contexto se traduce en una mayor prevalencia de sintomatología ansiosa, depresiva, conductas de aislamiento e incluso ideación suicida. La discriminación social impacta directamente en la salud mental, al generar sentimientos de vergüenza, aislamiento, ansiedad y temor a la violencia. El estigma, tanto en los espacios sanitarios como en la vida cotidiana, puede internalizar y producir sufrimiento subjetivo sostenido”, manifiesta el profesional de ADIPA. Si bien Chile ha dado pasos importantes, como la Ley de Identidad de Género, aprobada en diciembre de 2018, la que reconoce y da protección al derecho a la identidad de género, y algunas iniciativas locales de atención inclusiva, aún persiste una deuda estructural profunda en materia de salud mental. La salud mental no puede seguir siendo un privilegio ni un lugar de exclusión. https://www.adnradio.cl
Por ATA - Sylvia Rivera 6 de junio de 2025
El gobernador republicano de Nebraska, Jim Pillen, firmó este miércoles una ley que prohíbe oficialmente a estudiantes trans participar en deportes femeninos, lo que convierte al estado en el más reciente en impedir que atletas trans puedan competir en equipos de mujeres y niñas. El líder conservador firmó la ley rodeado de atletas femeninas, una docena de legisladores y la exnadadora universitaria Riley Gaines, quien en los últimos meses se ha convertido en una de las más célebres defensoras de la prohibición de atletas trans en deportes femeninos. La medida fue aprobada la semana pasada por la Legislatura de Nebraska en una cerrada votación que se decidió por un solo voto emitido según líneas partidistas. Sin embargo, la ley fue reducida en relación con su versión inicial, la cual buscaba no solo impedir que las atletas trans pudieran competir en equipos de niñas y mujeres, sino también prohibir oficialmente a todas las estudiantes trans usar baños y vestuarios acordes con su identidad de género. Los patrocinadores de la ley aceptaron eliminar esta prohibición después de que el senador republicano de Omaha, Merv Riepe, declarara que, de lo contrario, votaría en contra de la medida. Una prohibición justificada En los últimos meses, al menos otros 24 estados en todo el país han adoptado este tipo de prohibiciones. El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó a principios de año una orden ejecutiva destinada a dictar en qué competiciones deportivas pueden participar atletas trans, e incluso se enfrentó al estado de Maine en tribunales por permitir la participación de atletas trans en deportes femeninos. La ACLU emite una denuncia Tras la nueva ley firmada por Pillen, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Nebraska emitió una denuncia, con su directora, Mindy Rush Chipman, argumentando que esta prohibición cierra las puertas a muchos estudiantes trans para participar plenamente en sus comunidades escolares. “Esta prohibición solo creará problemas, no resolverá ninguno”, dijo Rush Chipman. https://voz.us
Por ATA - Sylvia Rivera 5 de junio de 2025
El XXIII Informe de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género –del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh)– reveló que Chile registró el mayor retroceso en derechos LGBTIQ+ en 2024, desde el retorno de la democracia. En detalle, el documento arroja 2.847 casos y denuncias por discriminación. De ese total, el 39,73% afectó a la población trans, lo que significa un incremento del 462,69% en relación al año previo. Los abusos contra mujeres lesbianas aumentaron a 118, misma cifra a la del año 2023 y concentrando el 4,14% del total nacional. En tanto, los atropellos contra hombres gays registraron 195, un 41% menos que el año anterior, acumulando el 6,85% del total. “Año de la transfobia” “El 2024 pasará a la historia como el “año de la transfobia”, en tanto los derechos humanos de las personas trans, en especial de niños, niñas y adolescentes (NNA), fueron permanentemente vulnerados", señala el informe elaborado por el Movilh. Esto, añade, al “desconocerse el derecho a la identidad de género y poniéndose en jaque las conquistas del pasado que habían contribuido a mermar las desigualdades que les afectan, en particular en el acceso a la salud”. https://www.adnradio.cl
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