Aceptación es la palabra mágica que salva vidas en niñez y adolescencia trans

ATA - Sylvia Rivera • 21 de enero de 2020

El médico psiquiatra y sexólogo Adrián Helien coordina desde hace 15 años un grupo interdisciplinario de atención a personas trans en el Hospital Durand. En diálogo con Infobae, habló de los chicos que viven su identidad sexual más allá del binario mujer/varón y de la necesidad de que los entornos los escuchen, acepten y respeten su derecho a la autodefinición.

Hablemos de un tema del que se habla poco, ya sea por temor, por falta de información o porque cuestiona un paradigma que es patriarcal, heteronormativo, biologicista y binario. Hablemos de identidad sexual, de la vivencia interna e individual que puede sentirse o percibirse desde la infancia y se desarrolla a lo largo de la vida. Hablemos de infancias trans. Esa es la propuesta que Infobae le planteó al médico psiquiatra y sexólogo Adrián Helien , precursor de la atención integral de las personas trans en la Argentina y Latinoamérica.

De él dirá que es porteño, que nació en el Hospital Alvear, uno de los pocos dedicados a la atención de salud mental en la Ciudad, y que tal vez por eso, gracia de por medio, ya estaba predestinado a estudiar su especialidad como psiquiatra. Contará que se formó en la UBA, que además estudió sexología; y que a sus 64 años contabiliza dos matrimonios y una hija de 34 años. Apuntará que tiene “dos apellidos”, por su doble pertenencia: Durand , por el hospital público de la Ciudad donde ejerce, desarrolló su carrera y pasa la mayor parte del día, y APSA , la Asociación de Psiquiatras Argentinos, donde preside el Capítulo de Sexología y Diversidad Sexual y lucha para que los psiquiatras tengan formación en atención de salud trans.

En 2005, Helien creó el Grupo de Atención a Personas Trans (GAPET) en el Durand, el primer lugar del país donde se empezó a atender salud trans específica, mediante tratamientos hormonales y cirugías, con un equipo interdisciplinario que incluye ginecólogos, urólogos, endocrinólogos, cirujanos plásticos, fonoaudiólogos, psicólogos.

Diez años después, en el mismo hospital, comenzó a coordinar el Grupo de Atención de la Niñez y Adolescencia Trans (GANAT). Desde entonces, registra la atención de casi 2.500 adultos y 100 chicos con sus familias. “El 19 de diciembre hicimos el cierre del año en el hospital con un encuentro de los grupos de apoyo a niños, jóvenes y familiares. Es un grupo hermoso que no lo tiene ningún hospital”, contó orgulloso a Infobae.

“La niñez trans existe”

“No hay una edad del develamiento, pero la mayoría de los adultos trans lo autopercibió en su infancia. La niñez trans existe”, sentenció Helien. “Nuestra estadística muestra que el 88% de las personas trans se dio cuenta cuál es la identidad en la que se reconoce antes de los 10 años : el 67% antes de los 5 y el 21%, entre los 5 y los 10 años. Estos resultados se repiten en estudios realizados en países como Canadá y Holanda, Reino Unido.

- ¿Cómo manifiestan vivencia personal?

-A diferencia de los adultos, no eligen salir del clóset: expresan su identidad con el juego, los juguetes, la ropa, las preferencias de los mundos que son diferentes a los que les imponemos estereotipadamente. Pueden expresar que se sienten disconformes básicamente con muchas situaciones. Pero lo más importante es que lo expresan con sus propias palabras.

-¿Estos procesos se están iniciando cada vez a edades más tempranas?

-Sí. Es un fenómeno que se está viendo a nivel mundial. Algunos lo empiezan a manifestar a partir de los 2 años, cuando comienzan a hablar, algo que por supuesto tiene que ver con la capacidad progresiva de cada niño/a para definirlo y expresarlo. Lo dice con sus palabras, “no quiero ser nena o nene”, o “no me gusta esto”, y lo hace con persistencia y coherencia.

-¿Cómo es esa manera de expresarlo?


-Si hablamos de infancia trans tenemos que hablar de una persistencia y una coherencia en el tiempo. Quiere decir que esas expresiones realizadas con su propia voz, con su propia palabra, se dan de manera persistente, consistente y coherente a través del tiempo. Si lo manifiesta de esta manera, probablemente estemos ante la situación de una persona trans.

Hablemos de género



En 2012, con la sanción de la Ley 26.743 de Identidad de Género , una nueva etapa se inició en la Argentina. La norma pateó el tablero y se posicionó a la vanguardia a nivel mundial: despatologizó la cuestión porque ser trans no es una enfermedad; las personas trans pueden cambiar su DNI con un trámite administrativo donde se valida su identidad sexual y su autopercepción a través de su palabra. Además, garantiza el derecho a acceder en el sistema de salud pública –también por obras sociales y prepagas– a tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas , en el caso que lo consideren necesario, sin necesidad de una autorización judicial. Hoy en la Argentina la identidad de género es un derecho.

-El avance es enorme y aún resta un largo camino de deconstrucción. En muchos entornos familiares y sociales la temática sigue generando reacciones de asombro, temor, desinformación, confusión.



-Estamos cambiando un poco la historia respecto a ese tema. Primero hay que entender que cuando nacemos, a partir de los genitales, se nos asigna arbitrariamente la identidad. Es el modelo binario que estuvo contemplado como una verdad que no resistía ningún tipo de análisis ni evidencia, porque era básicamente un dogma validado por el discurso científico y legal e impermeable de deconstruir o cuestionar. Ese dispositivo binario marcó lo que era normal y anormal; moral y amoral; ético y no ético. Hoy sabemos que nos equivocamos y que realmente la biología es una variable y la identidad es otra, y que pueden no coincidir siendo un fenómeno perfectamente normal, producto de la diversidad de los seres humanos. Sexo e identidad sexual son dos variables absolutamente diferentes. La identidad sexual autopercibida define la identidad por sobre los genitales.

-Para aportar más claridad al tema, ¿qué es la identidad sexual?

-La identidad sexual es una vivencia interna e íntima, tal como la persona la siente, lo que llamamos autopercepción; y otro aspecto es cómo esa identidad se manifiesta socialmente, mediante la expresión del género, a través de códigos de vestimenta y comportamientos en general.

-Entonces, identidad sexual no es lo mismo que expresión de género.

-Así es. Por lo cual, la identidad autopercibida puede ser cis o trans (binario o no binario). Cis son las personas que están conformes o se auto perciben en la identidad asignada, y trans las que no están de acuerdo con la identidad sexual asignada.. En tanto, la expresión de género puede ser masculina, femenina, andrógina o de infinitas formas, acorde a cómo se quiere expresar la identidad en un sistema social que incluye ropas, formas de hablar, comportamientos, etc. Un niño cis se siente varón y puede tener expresiones sociales femeninas o andróginas; lo mismo una nena cis se autopercibe en el género femenino y puede tener expresiones sociales masculinas o andróginas. En esta situación, el problema es que la sociedad asigna arbitraria y rígidamente normas, en la cuales estos niñxs no se sienten cómodxs. El problema es de la sociedad, no de lxs niñxs. Son, simplemente, niñxs disconformes con las expresiones sociales asignadas a su identidad, disconformes con las normas genéricas que se le imponen socialmente.

Escuchar, aceptar, respetar

-Sin dudas, la escucha juega un papel central en el abordaje de estos casos.

-Es que cada niñx marca el rumbo. Por eso, es necesario dejarlo expresar, es su derecho. Es fundamental escuchar al niñx, porque si no siempre escuchamos lo que nos dijeron, escuchamos el discurso binario. Y algo muy importante: si a esx niñx no se lo deja expresar, se angustia, sufre. No es cualquier situación: uno no puede vivir fuera de la identidad, o por lo menos la pasa mal. Muchas personas que llegaron a adultas pudieron expresar su identidad a edades mayores, pero nunca sin un costo, sin ocultar aspectos, siempre con angustia, con el miedo al castigo, muchas veces padecieron violencias de todo tipo. Sobre todo, la exclusión social y la negación de derechos humanos básicos como el derecho a la identidad, al estudio y al trabajo. Una injusticia tremenda, que limitaba su desarrollo personal y acortaba su expectativa de vida.

-¿Cómo sigue el proceso?

-Viene la aceptación, la palabra mágica que salva vidas y logra que una persona trans pueda ser quien siente ser. Cuando el entorno familiar y social lo acepta, disminuyen drásticamente los riesgos de que enfermen. Hay estudios que señalan que las personas trans no aceptados aumentan el riesgo de suicidio por 8 veces, y de deprimirse por 6 veces.

-Algo así como el poder de la aceptación.

-Aceptación quiere decir aceptación total en el contexto social porque todos necesitamos ser validados. Cuando una persona trans expresa su identidad, toda la familia también tiene que salir del clóset, porque no lo puede ocultar. Me pregunto: ¿cómo se hace para tapar y negar a unx hijx? La única respuesta que encuentro es no permitiéndole que se exprese, que juegue, que sea quien siente o descubre ser.Y aquí algo que siempre me gusta remarcar: el género como espacio de libertad.

-¿Cómo es eso?

-Contra viento y marea, con todo y todos en contra, lxs niñxs lo expresan. Solo lo callan cuando se les reprime o castiga, pero no puede cambiarse. La identidad siempre está con nosotros. Yo te impongo todo el peso social del binario: si naces con pene te digo que tienes que ser varón, te doy la pelota, tienes que ser fuerte, no tienes que llorar, toda una sociedad que presiona para que entres en el cajón previamente asignado. Pero lxs chicxs que no se sienten identificados, aún con todo eso en contra, te dicen: no, yo no soy lo que vos me decís, yo me siento de otra manera, yo soy diferente a lo que me impones, yo quiero jugar de otra manera, yo quiero expresarme de otro modo. Es tremendo: la voz de lxs chicxs denuncia los dispositivos de poder del modelo binario que, de alguna manera, son una ficción que tienen efectos sobre ellos. En ese sentido, son chicxs muy fuertes, valientes, con una convicción interna increíble.

-¿Y cómo responden los padres?

-En general, les cuesta aceptarlo. Primero aparece el asombro. Algunos tenían indicios por sus preferencias o gustos, otros ni idea de lo que estaba sucediendo y de pronto se enteran por un Whatsapp o una carta. En gran medida, los padres lo niegan, se asustan, tienen miedo, o se sienten culpables. Pero cuando las circunstancias son persistentes, consistentes y coherentes en el tiempo, empieza a haber una apertura diferente, buscan hablar y consultan.

-¿Le cuesta más al papá o a la mamá?

-Sobre todo al padre le cuesta más: se niega a aceptarlo o, a veces, inclusive, empieza a tener una situación muy conflictiva con el/la hijx o con la pareja que acepta, y hay casos donde se dan separaciones de pareja por esto, o hasta se recurre a intervenciones judiciales por situaciones más conflictivas. De todas maneras, todo el proceso de adaptación, de a poco, se está flexibilizando. No nos olvidemos que años atrás, en muchas familias había un dispositivo brutal que no permitía ser a las personas trans, se las castigaba con violencia física.

-¿Y en los más chicos, hermanos, primos, amigos?

-Las generaciones nuevas tienen mayor aceptación, son más espontáneos, aceptan sin tantas vueltas. No tuvieron el corset mental del binario que tuvieron los más grandes. Creo que lo más importante que estamos viendo en esta época, junto con la revolución tecnológica, es la revolución del género, en la que se empiezan a deconstruir situaciones que eran dadas como verdades inamovibles.

-¿Recuerda el primer caso que atendió?

-Sí, fue hace como 20 años...aún no había formado el grupo en el Durand. Tenía 7 años, se estaba atendiendo en un centro de salud y la psicóloga del lugar me llama y me dice: hay un niño que dice que es nena, cuando llega siempre quiere mis bufandas, mis pañuelos, dice que es nena y yo no sé qué hacer, Adrián, te pido ayuda. Simplemente fui a ver qué sucedía. Aún conservo sus dibujos. “Conmigo se equivocaron”, agregaba. Cuando le pedí que se dibujara, lo hizo como una odalisca encerrada en una especie de jaula.

-¿Qué consejo les daría a las familias que buscan ayuda, un profesional para consultar?

-Les aconsejo que busquen un profesional que tenga perspectiva de género. Estamos tratando de que todos los profesionales médicos la tengan. La idea es que el pediatra sea el médico de cabecera, pero con perspectiva de género. La tarea tiene que ser dentro de un equipo interdisciplinario, que reafirme todas las identidades trans, binarias y no binarias.

-¿Falta más formación en salud trans y perspectiva de género?

-Sin dudas. Todos los estratos de la medicina tienen un capítulo para escribir que es la medicina trans. Ahora, por caso, estoy escribiendo uno para oftalmólogos. Hay casos en los que me llaman porque quieren aprender, entonces preparo charlas o les escribo un capítulo para explicar cómo dirigirse a las personas trans, respetar sus nombres, sus pronombres (mío, mía, ella, él, elle). Básicamente, les hablo del derecho del acceso a la salud y a recibir un trato digno que tienen las personas trans.

-Lleva 15 años acompañando estos procesos. ¿Qué reflexión hace de este recorrido?

-Mirá, si hay algo que aprendí en estos años fue ser mejor persona. Y por varias cosas. En algún punto me ayudaron a ver los dispositivos de poder del sistema binario que me atrapaban y no me dejaban a ver mis privilegios ni a las personas tal cual son. Creo que el mundo no está completo sin las personas trans. En la versión cis hay una sola visión, sesgada y ciega a la realidad de la riqueza de la diversidad humana. Validar el discurso y la sabiduría de las personas trans es lo que nos completa como seres humanos. Nunca vamos a entender a los seres humanos si no incluimos esa visión de la vida, de la cual sigo aprendiendo. Las personas trans son las que más me han enseñado.

-¿Y cuál es su sueño, su mayor deseo, en relación a todo este aprendizaje?

-En algún momento me voy a jubilar, quizás próximamente, y el riesgo es que el equipo del Durand se desintegre. Mi sueño es que lo que hoy es un grupo de trabajo se convierta en una unidad de atención jerarquizada en la estructura del hospital, con más profesionales para poder dar respuesta a la creciente demanda. Tenemos que mejorar la atención de las personas trans en todas las edades, para eso necesitamos recursos. Hay un expediente dando vuelta. Ese mi sueño, esa es mi lucha.

https://www.infobae.com


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La estadounidense Midori Monet ha ganado este sábado el título de Miss Reina Internacional (Miss International Queen), el mayor certamen de belleza de este tipo, que ha celebrado su edición número 21 en la ciudad de Pattaya, Tailandia. La joven agradeció el título y lanzó un dardo a Donald Trump: "Las personas trans estamos aquí, hemos estado aquí desde antes de Trump y estaremos aquí después", sostuvo. Tailandia, un referente mundial en las cirugías de reasignación de sexo, acoge esta competición un mes antes de que se celebre en el país uno de los mayores concursos de belleza femenina, el Miss Grand Internacional, que no acepta mujeres trans. Además, el país será en noviembre la sede del Miss Universo, cuya primera edición con una participante trans tuvo lugar en Bangkok en 2018, cuando la española Ángela Ponce se convirtió en la primera mujer trans en competir en este certamen, que desde entonces ha flexibilizado reglas, admitiendo ahora a mujeres casadas o divorciadas y sin límites de edad. Aunque Tailandia protege más que la mayoría de países vecinos los derechos del colectivo LGTBI+ y en enero de este año se convirtió en el tercer lugar de Asia y la primera nación del Sudeste Asiático en permitir el matrimonio igualitario, los activistas advierten que aún queda mucho camino para acabar con todas las discriminaciones. https://www.telecinco.es
Por ATA - Sylvia Rivera 19 de septiembre de 2025
El 42% de las personas intersexuales en España ha sufrido violencia física o sexual por ser una personaLGTBIQ+, el segundo porcentaje más alto entre los 30 países analizados en un informe que presentó este miércoles la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la Unión Europea (UE). Sólo en Austria, con un 45%, hay más personas que han sufrido episodios de violencia, según ese informe basado en entrevistas a 1.920 personas intersexuales. La media en la UE es del 32%. El elevado desconocimiento social sobre las personas intersexuales las convierte en un grupo muy vulnerable, objeto de un odio creciente y a menudo sometidas sin su consentimiento informado a cirugías y terapias de ‘conversión’, según alerta la UE. Las personas intersexuales nacen con variaciones que ocurren de manera natural en las características sexuales -como los genitales, la anatomía, los niveles de hormonas o los cromosomas- que no se ajustan al binarismo dominante. La FRA estima que el 0,02% de la población de la UE tienen esas variaciones innatas, aproximadamente unas 90.000 personas. Aumento de la intolerancia contra las personas LGTBIQ+ En su reporte, la FRA indica que España está entre los países con las legislaciones más avanzadas contra la elevada discriminación y violencia que sufren las personas intersexuales, la más alta entre todo el colectivo LGTBIQ+. Es uno de los cinco países de la UE que prohíben las modificaciones médicas genitales no consentidas a menores, y está entre los siete que incluye las protección de las características sexuales en su legislación antidiscriminación. También es uno de los ocho que prohíbe las terapias de conversión que buscan modificar la orientación sexual o la identidad de género. Pese a esas leyes, el 51% de las personas intersexuales encuestadas en España opinaron que la intolerancia y los prejuicios contra las personas LGTBIQ+ han aumentado en el país en los últimos cinco años, frente al 35% de media comunitaria. El principal motivo para ese aumento en España radica, según el 86% de las personas encuestados, en los discursos negativos de políticos y partidos, frente al 69% que así lo opina en el conjunto de los 27. Sólo el 24 % opina que se debe a cambios legales negativos (en contraste con el 37 % de media en la UE). Menos denuncias
Por ATA - Sylvia Rivera 17 de septiembre de 2025
La Cámara Contencioso Administrativo Federal N°5 ordenó la reincorporación de cinco trabajadorxs trans que habían sido despedidos del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y exigió al Gobierno cumplir con la Ley de Cupo laboral Travesti Trans (27.636). La decisión judicial había sido firmada a mediados de mayo, pero fue necesario que exigir su cumplimiento e intimar al presidente del INCAA, Carlos Pirovano, para que dé cumplimiento al fallo judicial. Con ese objetivo, el viernes pasado sectores de estatales, referentes de la cultura y del cine, acompañaron a los trabajadores con un "abrazo colectivo" al edificio del instituto del cine. "En el INCAA el ajuste del Gobierno y Carlos Pirovano dejaron tierra arrasada con los despidos masivos", denunciaron desde la Asociación de Trabajadores del Estado. Desde el inicio del gobierno de Javier Milei, el colectivo trans-travesti representó el 10 por ciento de los trabajadores estatales despedidos por la administración nacional, a pesar de la vigencia de la Ley 27.636. Por su parte, el colectivo de documentalistas argentinos DOCA denunció que el Poder Ejecutivo está desviando los fondos del Fondo de Fomento Cinematográfico a inversiones especulativas y pidió la destitución del presidente del INCAA, Carlos Pirovano. En un breve video, los documentalistas recuperaron las declaraciones del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en su exposición ante la Cámara de Diputados en la que confirmó que el fondo del INCAA tiene superávit y que un total de 37 mil millones de pesos fueron colocados en bonos y plazos fijos. https://www.pagina12.com.ar
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Vivian Wilson, la hija de Elon Musk, ha debutado en la Semana de la Moda de Nueva York. La joven de 21 años no solo desfiló, sino que también aprovechó la pasarela para criticar las políticas agresivas de la administración Trump, especialmente aquellas que limitan los derechos de la comunidad trans. Debut Tras aparecer en varias portadas, Vivian debutó en la Semana de la Moda de Nueva York. Para el desfile de Alexis Bittar, lució un vestido rojo acompañado de una cinta brillante con la inscripción “Miss South Carolina”. El desfile El diseñador recuperó el estilo de los concursos de belleza de los años noventa, incorporando un giro surrealista y una crítica a los estereotipos de género. Inspirado en películas como Terciopelo azul, Carrie y Las vírgenes suicidas, el desfile buscaba criticar la misoginia, los depredadores descontrolados y la cosificación, al mismo tiempo que defendía los derechos de las personas transgéneros, según explicó el diseñador en Instagram. Además de Carolina del Norte, el desfile incluyó representaciones de Virginia Occidental, Florida, Utah, Tennessee, Alabama y Luisiana. «Elegí deliberadamente a cada candidata para representar a un estado norteamericano en el que los derechos de las personas trans están amenazados», dijo el diseñador. Vivian Wilson La estudiante neoyorquina, ya había expresado su interés por incursionar en el mundo de la moda. “Me ponía muy nerviosa que me malinterpretaran o que pensaran que no valía para esto”, declaró a The Cut tras su sesión de fotos para Teen Vogue. En junio, cumplió otro de sus sueños al participar en el espectáculo drag benéfico de Pattie Gonia bajo el nombre artístico de Vivllainous. Desde 2022, cuando solicitó legalmente su cambio de nombre e identidad de género tras iniciar su transición a los 16 años con el apoyo de su madre, Vivian se ha distanciado de su padre. Actualmente, vive en Los Ángeles, en un piso compartido y asegura no recibir ayuda económica del empresario. Con su debut en la Semana de la Moda de Nueva York, Vivian Wilson reafirma su compromiso con la moda y los derechos de la comunidad trans, demostrando que su camino va más allá de su apellido. https://www.elliberal.cat
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Psicólogo, análisis de sangre, visitas al endocrino, hormonas, pruebas y cirugías. Estos son todos los pasos por los que tienen que pasar las personas trans que opten por completar su cambio físico en la sanidad pública española. Este colectivo tiene que superar una serie de barreras hasta lograr su transición deseada debido a que soportan amplias listas de espera. Aunque los tiempos varían mucho entre comunidades autónomas, los relatos de varias personas trans a este periódico arrojan que de media esperan para una cirugía de vaginoplastia o una faloplastia hasta tres años. Y la hormonación no se queda atrás. Desde que una persona solicita una cita hasta que consigue los medicamentos puede pasar hasta un año. De hecho, en algunos casos sólo conseguir una cita con el endocrino puede llevarles un tiempo de espera de hasta más de un año. Antón (Galicia) tiene 20 años y ha vivido las eternas listas de espera para completar su transición. De hecho, aún lo vive. Con 18 decidió dar el paso y empezar el cambio. Lo primero fue el registro civil, donde, con la nueva ley, tardó ocho meses en hacer todo el proceso y cambiar su documento nacional de identidad (DNI). Después de eso, solicitó el cambio de nombre en los centros de estudio, la seguridad social, el banco o la tarjeta de médico. Y aunque no fue fácil, explica a este periódico que todo lo peor vino después. Ha estado hasta dos años esperando para poder recibir la hormonación. Una depresión, causada por no sentirse bien consigo mismo, hizo que se retrasara aún más ese proceso. Además, aclara que ve al endocrino sólo una vez al año. Cuando debería ser necesario, al menos una, cada tres meses. "Fui varias veces al médico a insistir si podían ponerme la cita, pero se ve que las personas trans no somos prioridad. Estamos al fondo en las listas", cuenta. La primera cita con el endocrino llegó con 19 años, es decir, esperó 365 días para ver por primera vez a este especialista. Luego, se hizo los primeros análisis de sangre y hasta un año después no volvió a verlo para conseguir la hormonación. Retraso en la hormonación Unas pruebas que no sirvieron de nada, ya que tras retrasar el tiempo de hormomación tuvo que volver a repetirlas. "No me querían dar las hormonas porque afectaban a la depresión y a mis cambios de humor. Pero yo repetí y repetí que tenía esa enfermedad mental causada por no verme bien a mí mismo. Y quería cuanto antes tomar la medicación", relata el momento. Así que hasta que no pasó un tiempo no pudo. Ya con 20, tuvo la segunda cita con el endocrino. "Esto ha sido en marzo de este 2025, porque tuve que volver a hacerme otros análisis de sangre y esperar cinco meses hasta que empecé al fin a hormonarme", cuenta. Como relata a este periódico, una vez que una persona trans empieza tomar la medicación para comenzar con su cambio, debe visitar al endocrino, al menos, cada dos o tres meses para ver si tu cuerpo está aceptando correctamente las hormonas. Sin embargo, desde que Antón las recibió no ha vuelto a pisar el endocrino desde entonces. "Se supone que estoy en lista de espera, sólo para que me den la cita, es decir, llevo desde abril con hormonas y siguen sin dármela". Para completar su cambio le gustaría hacerse la mastectomía, pero ya se da por vencido para hacerse la cirugía por la sanidad pública. Optará por el área privada, porque no quiere esperar cinco años (el tiempo de espera medio que hay en su zona) para sentirse bien consigo mismo. Años para la cirugía Amanda (nombre ficticio) tiene también 20 años y está en lista de espera para realizarse una vaginoplastia. Su camino tampoco ha sido fácil. Ella vive en Madrid y en la capital, las listas de espera para cambiarse el nombre y hacer una simple visita al endocrino son todo un calvario. En un primer momento, para visitar el endocrino le dieron cita para un año. "Quieren estar seguros de si quieres hacer el cambio, por eso no eres la prioridad. Pero mis padres insistieron y, en lugar del año que me daban, tuve que esperar tres meses para ver por primera al endocrino", cuenta. Y cuando llegó al endocrino, al igual que Antón, tuvo que esperar para luego tener que volver a esperar, ya que primero se tenía que hacer unos análisis de sangre. "En total tardé un año y medio hasta recibir por primera vez la medicación", añade. Ahora, se encuentra en lista de espera para poder hacerse una vaginoplastia. Y es necesario pasar por varios procesos para la cirugía. Entre ellos, hay varias fases en la que los especialistas se ponen en contacto con la persona para que confirme si está segura de realizarse esta operación. "Cuando llevas un año con hormonas, te derivan a una cita para hacerte las operaciones. En mi caso, he tenido que hacerme previamente una colonoscopia antes de la cirugía. Para esto pasaron seis meses y ahora me han dicho que tengo que esperar, al menos, tres años más", relata. Aunque está siendo un proceso lento, Amanda cuenta que uno de los procesos más duros fue el cambio de nombre. Empezó con la anterior ley y, cuando ya estaba casi todo listo en el registro civil, entró la nueva norma (en marzo de 2023). El proceso se ralentizó. "Me dijeron que tenían que volver a empezar y al final tardé más de ocho meses sólo en hacer el cambio", termina. Por otro lado, la joven denuncia a este medio el desconocimiento que hay por parte de la sanidad pública del colectivo trans. "Cuando le conté todo por primera vez a mi médica de cabecera, me dijo que no sabía qué hacer: 'Me leeré unos papeles y te digo algo la semana que viene'. Es increíble". Transición con 57 años Juana empezó su transición con 57. Y aunque el tiempo de espera también ha sido largo, reconoce que por su edad se ha acelerado el proceso. Tardó unos cinco meses para visitar por primera vez el endocrino. Ella vive en Canarias, y allí las revisiones con el especialista las hace cada seis meses. "Al principio, solicité sólo una extirpación de testículos porque creía que con eso ya me iba a ver bien. Pero luego, al mirarme al espejo por las mañanas, me di cuenta de que no: necesitaba la vaginoplastia completa. Ahora, estoy en lista de espera para ella y me han dicho que como mínimo tengo que estar tres años de espera porque aquí en Canarias no se hace esta cirugía", cuenta. Para ella, lo más duro de su transición ha sido que tuvo que dejar, por un tiempo, el tratamiento de hormonación debido a que le encontraron un bulto en una de sus mamas. "Al final, todo se quedó en un susto. Fue una ginecomastia (crecen los pechos) por el aumento de fármacos hormonales. Pero para mí esos meses fueron una montaña rusa de emociones. Porque yo tenía antecedentes en la familia de cáncer y pensaba que tenía que dejarlo definitivamente", continúa. Después de todo lo que ha pasado y, aunque, la espera no está siendo fácil. Reconoce que para ella fue mucho más duro tener que estar 57 años atrapada en una identidad que no le correspondía. "No era yo. Después de tanto, ahora estoy empezando a disfrutar de mí misma", concluye. https://www.elespanol.com
Por ATA - Sylvia Rivera 12 de septiembre de 2025
La árbitra israelí Sapir Berman sonríe radiante al recordar el momento en el que su "sueño se hizo realidad", cuando se convirtió este año en la primera mujer trans en dirigir un partido de fútbol internacional. "Siempre quise ser una mujer y siempre quise ser árbitra de fútbol, y ambas cosas llegaron juntas y se fusionaron en un solo sueño que detonó con alegría", confesó a la AFP la mujer de 31 años. "Es una sensación inspiradora y poderosa: sentir que estoy haciendo lo correcto, que me estoy eligiendo a mí misma, que estoy mostrando al mundo que es posible". "Desde que tenía cinco años recuerdo que quería ser mujer, que quería ser una niña. Y cuando empecé a jugar a fútbol me di cuenta de que el sueño de ser mujer y jugar a fútbol no iban de la mano", relata. "Así que decidí esconder quien era y seguir jugando a fútbol. Me escondí a mí misma durante casi 26 años". Berman creció en medio de una familia amante del fútbol. Jugó como defensa en su infancia y juventud, pero cuando se dio cuenta de que nunca llegaría a ser profesional, se unió a la asociación de árbitros y trabajó hasta oficiar en partidos de la Premier League masculina de Israel. Pero Berman sentía que estaba ocultando su secreto más íntimo. Fue durante la pandemia de covid-19, en medio del confinamiento, cuando Berman comenzó a reflexionar sobre su futuro. "Me pregunté: ¿esto es vida? ¿es éste el camino?", recuerda. "Decidí revelarme a mi misma". Berman temió inicialmente que su carrera hubiese concluido, pero su hermano le convenció para que tratase de continuar. La inglesa Lucy Clark se convirtió en la primera mujer trans en el mundo en arbitrar un partido, en 2018 en la semiprofesional English league, pero nunca dirigió un partido internacional. Cuando Berman arbitró el partido de clasificación para la Eurocopa femenina sub-17 entre Irlanda del Norte y Montenegro en Belfast en marzo de este año, fue un hecho inédito, según la UEFA. Berman asegura que el camino no siempre fue fácil a pesar del gran apoyo que recibió de la asociación de árbitros de Israel. "Hubo muchas preguntas y muchos momentos en los que me decían que no sabían qué hacer. Yo tampoco sabía qué esperar o cómo acabaría el proceso". Berman comentó que cuando comenzó con la terapia hormonal como parte de su transición, al principio se sintió frustrada y resentida con su cuerpo. "Fuera del terreno de juego me sentía fantástica, dentro sentía que había destruido mi carrera". No pasó las pruebas físicas y descendió de categoría, pero con la ayuda de un psicólogo deportivo y con muchos "intentos y errores", logró regresar. Berman se convirtió en árbitra internacional a comienzos de este año y sueña con dirigir un partido de Liga de Campeones, de la Eurocopa o del Mundial. Apoyo de jugadores y aficionados La participación de las personas trans se ha convertido en un tema de actualidad a medida que los diferentes deportes tratan de conjugar la inclusión con la equidad competitiva. A comienzos de este año, la Federación Inglesa (FA) anunció que las mujeres trans no pueden jugar en el fútbol femenino. Berman espera que las instancias deportivas encuentren la manera de "integrar, unir, diversificar" y recordó que el rendimiento de un deportista también puede verse afectado por factores emocionales, económicos, geográficos o familiares. Berman afirma haber recibido muestras de apoyo tanto de jugadores como de aficionados. "Los aficionados siguen insultándome, sólo que ahora lo hacen en femenino", sonríe, añadiendo que para ella supone "un sello de aprobación, de que me ven exactamente como soy". Y en la calle, jóvenes le han contado que su historia les ha dado esperanza. "Eso me llena, me da muchísima fuerza para seguir adelante y hacer lo que hago, porque a fin de cuentas, me elegí a mí misma". https://www.t13.cl
Por ATA - Sylvia Rivera 11 de septiembre de 2025
En la primera mitad del año se registraron 102 delitos de odio, un 70% más que en 2024. Hubo 17 personas que murieron a causa de su orientación sexual o identidad y 85 sufrieron lesiones a su integridad física. Durante el primer semestre de 2025 se registraron 102 crímenes de odio contra personas LGBT+. Es un indicador preocupante ya que implica un 70% más que los delitos cometidos durante el 2024 (60 casos) y muestra un aumento de actos homofóbicos, lesbofóbicos y transfóbicos, según el informe semestral 2025, del Observatorio de Crímenes de Odio LGBT+, motivados por discriminación, orientación sexual, expresión e identidad de género. “Esta cifra es alarmante no solo por su magnitud, sino por su carácter histórico: representa un aumento del 70% en comparación con el mismo período del año anterior, en el que se habían contabilizado 60 casos. Pero, además, en tan solo seis meses, se alcanzó el 72% del total registrado durante todo el año 2024, que cerró con 140 casos. La evolución histórica refuerza esta tendencia: en todo 2023 se registraron 133 casos, en 2022 la cifra fue similar, y en 2021 se habían contabilizado 129”, enmarca el Observatorio.
Por ATA - Sylvia Rivera 9 de septiembre de 2025
La polémica comenzó cuando una trabajadora trans de una tienda Marks & Spencer (M&S) en el Reino Unido ofreció ayudar a una chica de 14 años en la sección de lencería. Un gesto cotidiano que, según la madre de la menor, resultó molesto para su hija. M&S respondió con una disculpa y ofreció que fuera atendida por una empleada cis si lo preferían. La situación fue corregida. Un portavoz de Marks & Spencer en una entrevista para un medio de comunicación explicó que: «Queremos que nuestras tiendas sean lugares inclusivos y acogedores para nuestros colegas y clientes». La marca defiende la inclusividad y asegura que los clientes pueden elegir ser atendidos por el empleado que deseen. El boicot impulsado por una ideología excluyente J.K. Rowling, conocida por su postura TERF (feminismo radical excluyente), aprovechó el episodio para llamar a un boicot público contra M&S. En su mensaje en redes escribió: “Es hora de que las mujeres voten con su cartera” y sugirió que boicotear a la empresa era “apropiado” si continuaba permitiendo que mujeres trans accedieran a espacios para mujeres. La respuesta de M&S